Dirección: Ben Stiller.
Intérpretes: Ben Stiller, Kristen Wiig, Sean Penn, Adam Scott.
Sinopsis
Remake de la película homónima de Norman Z. Mc Leod (año 1947) y basada en el breve relato de James Thurber.
Walter Mitty (personaje interpretado por Ben Stiller) es el director del departamento de negativos de la revista LIFE. Es una persona muy introvertida que desde joven se vio obligado a trabajar, tras la muerte de su padre. Para evadirse de su monótona vida, Walter deja volar su imaginación y sueña con grandes aventuras y con las increíbles experiencias que escasean (son nulas) en su vida. Todo cambiará cuando conoce a Cheryl (personaje interpretado por Kristen Wiig), una compañera de trabajo, quien le anima a lanzarse a la aventura de su vida: localizar al fotógrafo de referencia de la revista (a quien interpreta Sean Penn) en busca del negativo que se convertirá en la portada del último ejemplar de la revista en formato impreso. Un maravilloso viaje que le lleva en busca de una fotografía en la que se ha conseguido captar la quintaesencia de la revista y todo su sentido.
Walter Mitty (personaje interpretado por Ben Stiller) es el director del departamento de negativos de la revista LIFE. Es una persona muy introvertida que desde joven se vio obligado a trabajar, tras la muerte de su padre. Para evadirse de su monótona vida, Walter deja volar su imaginación y sueña con grandes aventuras y con las increíbles experiencias que escasean (son nulas) en su vida. Todo cambiará cuando conoce a Cheryl (personaje interpretado por Kristen Wiig), una compañera de trabajo, quien le anima a lanzarse a la aventura de su vida: localizar al fotógrafo de referencia de la revista (a quien interpreta Sean Penn) en busca del negativo que se convertirá en la portada del último ejemplar de la revista en formato impreso. Un maravilloso viaje que le lleva en busca de una fotografía en la que se ha conseguido captar la quintaesencia de la revista y todo su sentido.
Crítica
La buena selección musical y las bellas imágenes nos hacen recordar, que en la vida jamás debes dejar de soñar... Éstas fueron las primeras palabras que nos vinieron a la mente tras abandonar la sala, las cuales queremos compartir con todos vosotros, nuestro fieles y sufridores lectores.
Gracias a nuestros amigos de SENSACINE, la pasada semana nos pudimos acercar al pre-estreno de esta cinta dirigida y protagonizada por Ben Stiller. Desde aquí, como siempre, le queremos dar las gracias a nuestros amigos por invitarnos, una vez más, a esta proyección.
Sin conocer gran cosa sobre el relato en el que se basa, ni tampoco sobre la cinta de 1947, la cual nunca hemos llegado a visionar, nos hemos acercado a esta película sin expectativa alguna y sin esperar gran cosa, inducidos sobre todo por el conocimiento de quién es el motor del proyecto: Ben Stiller. Ese rey de la comedia absurda, casi siempre sobreactuada y sobre-explotada, que tan poco nos agrada y nos entusiasma. Con esos pensamientos poco halagüeños hemos entrado al cine. ¿Y al salir? Pues que quieren que les digamos; es una de esas pequeñas agradables sorpresas que nos dejan buen regusto y nos hacen salir de la sala con una sonrisa en el rostro. Completamente reconfortados con esta mini-dosis de felicidad amable y sencilla.
La historia es un pequeño alegato de optimismo y felicidad, llevada a la gran pantalla en forma de conmovedora comedia (o al menos eso se pretende), en la que la mezcla de realidad y sueños se confunden, y a veces casi no se logran distinguir. Con toda sinceridad, no es ninguna joya, ni tampoco algo que destacar entre el panorama cinematográfico actual (ni entre el pasado o futuro), pero hemos de darle el mérito que tiene. Se trata de una fácil fábula con entusiastas gotitas que dosifican alegría, para lo cual se apoyan en unas espectaculares imágenes (destacable fotografía) de los parajes naturales en los que se desarrolla parte del viaje de Walter Mitty y en una magnífica selección musical. En esta banda sonora aplaudimos el acierto en la elección de los temas de Arcade Fire y David Bowie, que enmarcan muy bien dos momentos claves del film.
Reconocemos que esa sonrisa que se "nos caía" a la salida, se debe, en buena medida, a nuestras propias ganas de sonreír y a las nulas esperanzas sobre la calidad del producto que a priori teníamos (ya lo hemos comentado). Aspectos ambos que han contribuido de forma notable a ese feliz poso que nos ha dejado esta ligera comedia; para nada exagerada y/o absurda, tan propias de Ben Stiller y que tan poco nos gustan.
Eso sí, tampoco se confundan. No es algo memorable que recordar, pero su misión la cumplió con creces, así que el aprobado se lo tenemos que dar, sin duda alguna. ¿Para el cine? Puede; a nuestro ignorante entender, las vistas lo merecen. ¿Para casa? Si cae en sus manos, no duden en darle una oportunidad. Y en alta definición, mucho mejor.
Nota general: 6,0 sobre 10.
Gracias a nuestros amigos de SENSACINE, la pasada semana nos pudimos acercar al pre-estreno de esta cinta dirigida y protagonizada por Ben Stiller. Desde aquí, como siempre, le queremos dar las gracias a nuestros amigos por invitarnos, una vez más, a esta proyección.
Sin conocer gran cosa sobre el relato en el que se basa, ni tampoco sobre la cinta de 1947, la cual nunca hemos llegado a visionar, nos hemos acercado a esta película sin expectativa alguna y sin esperar gran cosa, inducidos sobre todo por el conocimiento de quién es el motor del proyecto: Ben Stiller. Ese rey de la comedia absurda, casi siempre sobreactuada y sobre-explotada, que tan poco nos agrada y nos entusiasma. Con esos pensamientos poco halagüeños hemos entrado al cine. ¿Y al salir? Pues que quieren que les digamos; es una de esas pequeñas agradables sorpresas que nos dejan buen regusto y nos hacen salir de la sala con una sonrisa en el rostro. Completamente reconfortados con esta mini-dosis de felicidad amable y sencilla.
La historia es un pequeño alegato de optimismo y felicidad, llevada a la gran pantalla en forma de conmovedora comedia (o al menos eso se pretende), en la que la mezcla de realidad y sueños se confunden, y a veces casi no se logran distinguir. Con toda sinceridad, no es ninguna joya, ni tampoco algo que destacar entre el panorama cinematográfico actual (ni entre el pasado o futuro), pero hemos de darle el mérito que tiene. Se trata de una fácil fábula con entusiastas gotitas que dosifican alegría, para lo cual se apoyan en unas espectaculares imágenes (destacable fotografía) de los parajes naturales en los que se desarrolla parte del viaje de Walter Mitty y en una magnífica selección musical. En esta banda sonora aplaudimos el acierto en la elección de los temas de Arcade Fire y David Bowie, que enmarcan muy bien dos momentos claves del film.
Reconocemos que esa sonrisa que se "nos caía" a la salida, se debe, en buena medida, a nuestras propias ganas de sonreír y a las nulas esperanzas sobre la calidad del producto que a priori teníamos (ya lo hemos comentado). Aspectos ambos que han contribuido de forma notable a ese feliz poso que nos ha dejado esta ligera comedia; para nada exagerada y/o absurda, tan propias de Ben Stiller y que tan poco nos gustan.
Eso sí, tampoco se confundan. No es algo memorable que recordar, pero su misión la cumplió con creces, así que el aprobado se lo tenemos que dar, sin duda alguna. ¿Para el cine? Puede; a nuestro ignorante entender, las vistas lo merecen. ¿Para casa? Si cae en sus manos, no duden en darle una oportunidad. Y en alta definición, mucho mejor.
Nota general: 6,0 sobre 10.
Tráiler
Creo que le has inflado un poquito la nota, no??
ResponderEliminarHola WtP,
EliminarMuchas gracias por tus visitas y por dejarnos este comentario.
Quizá, pudiera ser. a nosotros nos entretuvo y nos reconoforto, y eso ya es mucho.
Desde la Ignorancia, Lucas Liz.
Emotivo alegato de optimisto, como bien dice Lucas.
ResponderEliminarMe gustó.
Hola Cinéfilo Gris!!
EliminarMuchas gracias por asomarte a nuestra ventana cinematográfica y por mirar a través de ella.
Totalmente de acuerdo.
:)
Desde la Ignorancia, Lucas Liz.