martes, 28 de mayo de 2013

Iron Man 3

Año: 2013.

Dirección: Shane Black.

Intérpretes: Robert Downey Jr., Ben Kingsley, Gwyneth Paltrow, Don Cheadle, Guy Pearce, Rebecca Hall, Jon Favreau.

Sinopsis
En esta ocasión el héroe de la armadura de hierro (personaje al que vuelve a dar vida Robert Downey Jr.) se enfrenta al Mandarín (personaje interpretado por Ben Kingsley), un supuesto terrorista que está amenazando la seguridad mundial.

Tony Stark ha de perseguirle mientras supera sus propios miedos y desequilibrios personales, tratando de evitar que el Mandarín siga sembrando el terror. En su búsqueda topará con un viejo conocido del pasado, un brillante científico (personaje interpretado por Guy Pearce) que ha conseguido desarrollar una "gran herramienta biológica" difícil de controlar.

Crítica
Tercera entrega de la saga de Iron Man, dentro del universo MARVEL y enmarcada en el mega-proyecto "The Avengers", que ya nos ha traído numerosas entregas de sus distintos componentes: Hulk, Thor, El Capitán América, el propio Iron Man y todo el equipo al completo en The Avengers... y las que parece que quedan todavía por llegar!

La cinta está en la misma línea de las dos entregas anteriores, dando a los espectadores fanáticos del superhéroe un divertimento más, lleno de luz, color y brillo metálico. Más de lo mismo, pero adornado con excesiva carga cómica, aprovechando el filón que ofrece el señor Robert Downey Jr para tal fin y que tan bien resultase en The Avengers. En este ocasión se sobreexplota y se lleva a extremos difíciles de entender y justificar, convirtiéndose casi en un producto de comedia (rozando la parodia, permítannos la exagerada licencia a nosotros también) más que una adaptación de cómic.

El guión es muy poco imaginativo y aunque trata de acercarnos al lado humano y sencillo de Tony Stark, no consigue convencernos, pese al esfuerzo que en ocasiones se realiza por reactivar la trama con algunos giros poco brillantes. La escasez de recursos e imaginación se hace plausible minuto tras minuto, fotograma tras fotograma.

Se somete al espectador a un derroche tecnológico y de exaltación de las propiedades metálicas que tampoco acaba de convencernos, aunque reconocemos que en la pantalla del cine queda visualmente atractivo. Son la clase de fuegos de artificio del género; el mínimo exigido a toda este tipo de super-películas, capaces de sostener el entretenimiento palomitero por sí solos y enmascarar las flaquezas de falta de historia, trama y emoción. Pero sólo eso, divertimento pasajero a falta de mejores cosas en la cartelera.

Si al empacho de efectos se le añade un buen elenco de nombres, como los de Robert Downey Jr, Gwyneth Paltrow, Don Cheadle, Ben Kingsley, Guy Pearce y Rebecca Hall, ya tenemos la fórmula cuyo resultado será un buen puñado de dólares/euros de recaudación, menoscabada, claro está, por la falta de recursos del espectador medio azotado por esta profunda crisis económica que nos ahoga, la cual nos prohíbe acercarnos más a menudo a la gran pantalla. Aún así y a pesar de la mediocridad del producto, conseguirá llenar algunas arcas de monedas con la taquilla generada.

Pasa por nosotros y nuestras retinas sin pena ni gloria y consigue borrar por completo la sonrisa que nos dejó en su día The Avengers, la que desde aquí definimos como grandísimo entretenimiento. Una pena, sin duda.

No les aburrimos más. Descansen. Muy buenas noches.

Nota general: 3,0 sobre 10.

Tráiler

lunes, 20 de mayo de 2013

Le Capital (El Capital)

Año: 2012.

Dirección: Constantin Costa-Gavras.

Intérpretes: Gad Elmaleh, Gabriel Byrne.

Sinopsis
Historia sobre la banca y sus dirigentes en plena crisis financiera. 

El personaje interpretado por  Gad Elmaleh (Marc Tourneuil) es el hombre de confianza del director de una entidad bancaria francesa, que comienza un ascenso meteórico a la dirección cuando su jefe enferma. 

La crisis financiera se adueña del mundo mientras Marc comienza a convertirse en una de las personas más poderosas del país, moviéndose entre las cifras millonarias y el gran número de despidos que puede verse obligado a realizar. Fama, dinero y poder le llevarán a una serie de "juegos" personales y profesionales muy alejados de su cotidiana vida anterior.

Crítica
Inmersos todavía (y lo que nos queda) en plena crisis financiera mundial, durante los últimos meses no dejan de aparecer películas que tratan el tema y a las que nos hemos podido acercar en los últimos tiempos. Estamos hablando de títulos como Inside Job, Margin Call, Arbitrage e incluso el injustificable ejercicio de David Cronenberg, Cosmopolis. Todos ellos abordan el mundo de las frías cifras y de las asentimentales finanzas, poniendo de manifiesto sus podridas entrañas y su viciado hedor a codicia, ambición y feroz competencia. En esta línea transcurre también la última película de Costa-Gavras,  cuyo título ya nos va introduciendo en la temática a tratar: El Capital. Capitalismo, puro y duro.

Pese a que la temática nos atraía considerablemente y teníamos ganas de visionar la aproximación del director francés, ha resultado ser un producto más que predecible desde el principio, casi diríamos que desde su concepción, tratando de acercarnos a la realidad de las altas esferas económicas y financieras con excesivas pretensiones didácticas, resultando ser poco creíble y un tanto burda.

No dudamos de la sinceridad inicial del guión, y de la dirección, que busca el cinismo como vehículo para empatizar con el espectador, tratando de darle aún más la razón sobre las causas y los porqués de la actual situación económica mundial. Recurso fácil que hurga en la herida, buscando el enfado cómplice y un exorcismo de rabia. Pese a conseguirlo inicialmente, lo que te introduce de lleno en la cinta, acaba por resultar muy poco creíble, exagerada y alejada de la sofisticación buscada. Hace realidad la castiza expresión "del querer y no poder".

Uno de los aspectos más cuestionados, desde esta humilde tribuna, es la descripción realizada del protagonista, queriéndola exagerar en exceso para hacer más plausible la denuncia objetivo. A mitad de película comienzas a alejarte cada vez más y más para no reengancharte de nuevo, perdiendo toda preocupación e inquietud sobre lo que se nos está mostrando, lo que es un síntoma poco alentador y terriblemente nefasto para las pretensiones de cualquier divertimento o denuncia.

Nos ha defraudado completamente y para nada la podemos recomendar. Pasará por nuestras retinas sin dejar poso alguno en nuestra corta memoria.  Totalmente prescindible.

Nota general: 2,5 sobre 10.

Trailer

viernes, 17 de mayo de 2013

Scott Pilgrim vs. the world (Scott Pilgrim contra el mundo)

Año: 2010.

Dirección: Edgar Wright.

Intérpretes: Michael Cera, Mary Elizabeth Winstead, Ellen Wong, Anna Kendrick,  Chris Evans.

Sinopsis
Película basada en la novela gráfica de Bryan Lee O'Malley.

Scott Pilgrim (personaje interpretado por Michael Cera) es un adolescente, bajista de un grupo de rock canadiense, sin mucho éxito amoroso, quien se enamora locamente de Ramona V. Flowers (a quien da vida Mary Elizabeth Winstead).

Para poder conquistar a la chica de sus sueños se ve envuelto en la liga de los ex-novios de Ramona, teniendo que derrotar a sus siete ex-parejas para lograr "su corazón", lo que no va a ser nada sencillo.

Crítica
Surrealista película, basada en una novela gráfica, que desde que viésemos el tráiler en el cine hace años, teníamos ganas de ver. No nos pregunten por qué; la verdad es que no lo sabemos. Lo único que recordamos es una sensación de frescura y aliento renovador que nos caló y dejó huella en nosotros. Será cuestión de nuestro "frikismo con necesidad de ser renovado y confirmado habitualmente". Pues bien, años más tarde la hemos podido ver y aquí les relatamos nuestras impresiones.

Desde los títulos de crédito iniciales comienzas a ver que estás ante un producto diferente, una película poco convencional: una mezcla de punk-rock, videojuegos clásicos y cómic, lo que va generando en nosotros una tremenda expectación basada en el interrogante sobre si la fórmula funcionará o no. En principio, al menos nos atrae, y pese al sueño, nos mantiene pegados al televisor debatiéndonos en torno a ese interrogante. Bien es verdad que casi cualquier producto cinematográfico nos desvela y nos mantiene despiertos.

La cinta es acelerada y de continuos destellos: incansable. Pocas treguas y pausas entre acción, música y flashes. Nos provoca cierto asombro y a la vez, la sensación de encontrarnos en un paraje extraño, repleto de personajes "frikis", de chispeante color y alocadas escenas de lucha con unos ex-novios que tienen curiosos superpoderes, cuyas batallas terminan al más puro estilo de videojuego de finales de los ochenta, muy acorde con la estética pop-indie de la mayoría de los personajes.

No conocemos la novela gráfica por lo que no podemos valorar la fidelidad al original, pero sí que nos transmite un energético halo de sinceridad y de "violenta" amabilidad que te deja una sonrisa en la cara. Es corriente continua sin necesidad de transformador alguno. Energía que fluye. Es fresca, descarada y divertida sin recurrir a la exageración burda y manejando con soltura las continuas onomatopeyas y créditos que crepitan cada poco tiempo.

Un acierto es la elección del "empanao" Michael Cera como Scott Pilgrim (insistimos, desde la ignorancia y el desconocimiento de la novela gráfica en la que se basa). Ese mezcla de "friki", "fumao" y adolescente con todos los elementos para ser marginado, cuyas ansias sexuales se ven sorprendidas por el amor, es realmente enriquecedora para el personaje y le confieren una amabilidad y honestidad que hace que todo espectador sienta lástima por él y quiere involucrarse en su batalla, ayudarle. Independientemente de quién se lleve a la chica, te dan ganas de levantarte de la butaca y saltar a escena para echarle un cable, bien a la batería, bien a los puños... y si puede ser, llevarse a la señorita Flowers, cuyo pelo no puede hacer más honor a su apellido.

¿Musicalmente? Atractiva. ¿Visualmente? Agradable. ¿Cinematográficamente? Seamos realistas, justita, pero a nosotros nos hizo pasar un rato muy agradable y nos sacó unas pocas sonrisas, que en este tiempo no es poco. Las sonrisas bien valen que desde aquí la aprobemos.

Nota general: 5,5 sobre 10.

Tráiler

martes, 14 de mayo de 2013

Arbitrage (El Fraude)

Año: 2012.

Dirección: Nicholas Jarecki.

Intérpretes: Richard Gere, Brit Marling, Tim Roth, Susan Sarandon y Laetitia Casta.

Sinopsis
Robert Miller es un tiburón de las finanzas (personaje interpretado por Richard Gere) que se encuentra inmerso en una operación para vender su empresa a un poderoso banco. Tras lo que parece una vida de éxito, tanto personal como profesionalmente, se esconde una doble moral, tanto en lo uno como en lo otro. Por un lado intenta deshacerse de su imperio para huir del fraude que ha cometido, modificando las cifras de una mala inversión multimillonaria. Por otro, mantiene una relación sentimental con Julie (personaje interpretado por Laetitia Casta), una joven artista de la cual es "mecenas", a espaldas de su mujer (a quien da vida Susan Sarandon).

Un inesperado acontecimiento puede arruinar su operación financiera y comprometer su vida personal, pudiendo llevarle incluso a la cárcel por varios motivos.  La doble moral del personaje le llevará a tomar las pertinentes decisiones para tratar de evitarlo.

Crítica
El propio Jarecki es quién dirige un guión salido de su puño y letra para dar forma a lo que puede considerarse su ópera prima, después de culminar con relativo éxito otros guiones y alguna que otra incursión en el formato documental. 

En la línea de recientes cintas como Margin Call, Le Capital o el documental Inside Job, Arbitrage  vuelve a profundizar en el mundo de las finanzas y en los entresijos del capitalismo occidental, desmitificando un poco más a un Wall Street con la popularidad por los suelos. En este caso, la doble moral no sólo se plasma en el mundo profesional, también se acerca a la personalidad del individuo, encarnada por la de un protagonista que no dudará en guardar las apariencias mientras echa mano de todos sus recursos para mantener la mentira y salir indemne de sus múltiples problemas. La cinta se constituye así en un thriller mantenido por cierta tensión y suspense tratando de averiguar cómo el protagonista podrá librarse o no; ¿se mantendrá firme?¿se derrumbará? ¿tendrá una arrebato de honestidad y confesará? ¿seguirá velando por sus propios intereses? Estás cuestiones son las que te pueden mantener pegado a la pantalla esperando que el final algo se ilumine y se concrete. En caso contrario, el transcurrir es pesado y el camino se antoja largo.

Ante ese sendero de pesadez por el que parece que transcurrimos durante buena parte de la cinta, se presenta ante nosotros un aceptable Richard Gere retomando un papel de "seriedad y nivel" que, sin lograr asombrarnos, si que merece nuestra alabanza. No es sólo un reclamo para el espectador indeciso, a quien la presencia de Gere en el cartel puede convencer; ejecuta un buen ejercicio de interpretación, sin decaer en ningún momento. Bien es verdad, que le falta cierta energía en ciertas escenas, lo que le hubiese dado un toque más de realismo y convicción. Entendemos que se le quiera conferir esa imagen de frialdad, de tiburón implacable, pero en esa mezcla de frialdad profesional, templanza ante la adversidad y vigor coyuntural, no sale airoso con nota. Desde este espacio creemos que es un papel bien ejecutado y que rescata al señor Gere después de algunos productos de dudosa calidad....pero bueno, como decimos siempre; hay que trabajar para comer,  y el señor don dinero justifica muchas cosas, aunque muchas veces no debiese.

Junto a Gere tenemos a tres mujeres ejecutando diversos roles. Uno. La impoluta apariencia de una esposa en el seno de un matrimonio de éxito que esconde las vergüenzas en el trastero de casa, pese a ser conocidas por ambos integrantes de la relación. Ejecutado por Susan Sarandon. Dos. La atractiva y atrayente joven artista (la elección de profesión es excesivamente tópica) que desata la pasión del maduro empresario, y a quién éste mantiene justo a la distancia entre la relación sexual y amorosa. Interpretado por Laetitia Casta. Y tres. El entusiasmo empresarial encarnado por una hija que comienza su carrera profesional con aspiraciones, pero romántica y alejada de los juegos sucios que imperan en el mundo de las finanzas; digamos que le falta "pulirse".  Personaje que interpreta Brit Marling. Tres buenos complementos que ayudan a poner de manifiesto la doble moral no sólo del protagonista; también la de algún que otro personaje (y que no desvelaremos) quien no dudará en actuar en pro del beneficio propio, de los suyos o de lo que entiende por verdad, sin atender a lo que establecen las leyes o la justicia.

Pese a lo dicho, creemos que no estamos ante nada original y que se acerca mucho al terreno de lo comercial y de la fórmula práctica que trata de funcionar, lo que le resta inteligencia y frescura. A ello podemos añadir lo superfluo de alguno de los personajes que intervienen (no de los roles que hemos puesto de manifiesto anteriormente) y a los cuales todavía no encontramos justificación.

La cinta trata de provocar la sorpresa y el suspense como vehículo para enganchar al espectador, pero el ritmo y el convencionalismo la acercan más al producto televisivo (casi de serial) que a una película digna de la gran pantalla. 

Guárdenla para una sobremesa de lluvia en la que no busquen calidad y simplemente lo necesiten pasar el rato.

Nota general: 3,5 sobre 10.

Trailer

viernes, 3 de mayo de 2013

Promised Land (Tierra Prometida)

Año: 2012.

Dirección: Gus van Sant.

Intérpretes: Matt Damon, Frances McDormand, John Krasinski, Rosemarie DeWitt, Hal Holbrook.

Sinopsis
Historia sobre una problemática actual de gran relevancia, que ha creado mucha controversia y debate en todo el mundo: la extracción de gas natural a gran profundidad mediante fractura hidráulica, el "fracking".

El representante de una gran empresa americana dispuesta a explotar este recurso natural, Steve Butler (personaje que interpreta Matt Damon), llega a una pequeña población agrícola-ganadera del interior de Estados Unidos, cuyo futuro económico puede asegurarse mediante los contratos para la extracción del gas natural. Le acompaña Sue Thomason (personaje al que da vida Frances McDormand).

Steve y Sue intentarán convencer a los vecinos del pueblo de los beneficios que les reportará el nuevo recurso si ceden los derechos de perforación a su empresa. No obstante, las dudas aparecen cuando un viejo profesor de instituto pone de manifiesto algunos inconvenientes de esta técnica, a quien se une lo que parece ser un grupo ecologista liderado por el personaje que interpreta John Krasinski.

Crítica
Título muy bíblico para acometer la problemática del "fracking" o fractura hidráulica para el extracción de yacimientos de gas natural no convencional, lo que puede suponer el aprovechamiento de un amplio recurso, una solución energética, el aseguramiento del suministro para muchos años, una gran fuente de ingresos económicos y una amplia incógnita ambiental, por los impactos que pueden generar en la salud de las personas y los ecosistemas; los cuales, parece, ni siquiera son del todo conocidos en la actualidad.

La importancia de esta técnica de extracción de gas natural radica en la abundancia del recurso y en su amplísima distribución geográfica. Se trata de yacimientos no convencionales cuya explotación es algo más compleja, pero que, dada su abundancia, han permitido, por ejemplo, que un país como Estados Unidos haya pasado de ser importador de gas natural a ser exportador. Por contra, los impactos ambientales sobre los ecosistemas (suelos, aguas subterráneas, etc.) están todavía debatiéndose y las condiciones de seguridad para perforar sin riesgo alguno no son del todo claras, presentándose, por tanto, un gran rechazo social.

Todo este efervescente debate fue sin duda el reclamo para que nos metiésemos en la sala de cine y comprobásemos cómo y qué es exactamente lo que se trata en esta cinta.

Los protagonistas de la película, Matt Damon y John Krasinski, dan forman al guión que ejecuta Gus van Sant, quien ya coincidiese con el primero en El Indomable Will Hunting y que tan buenas sensaciones y críticas dejase, adornadas además con algún que otro premio. En esta ocasión, el guión aprovecha una temática de gran actualidad para construir una historia que no sólo hablé de eso, sino que también aborde las dudas individuales, los intereses empresariales, el conocimiento y la difusión del mismo, el papel y posición de dominio de las grandes empresas y multinacionales, las cuales pueden jugar con los intereses y las necesidades de las personas, aprovechándose aún más cuando éstas lo necesitan y se ven ahogadas por duras condiciones laborales y económicas. Tratando de abordar todo ello, aunque sea tangencialmente, este guión nos deja muchas dudas y la sensación de que no está del todo completo.

Se construye un drama que si bien es bastante correcto y amable, va decayendo hasta desvanecerse en el más absoluto de los aburrimientos y generándote muchas dudas, sobre todo por la falta de autenticidad del mismo, rematado por un final difícilmente creíble y, por cierto, muy visto en el cine: quiten el fracking y la multinacional gasista y pónganle otros apellidos, y se darán cuenta que esté final redentor y de reconversión, ya lo hemos visto otras veces.

La problemática ambiental que se pone de manifiesto logra acercarse al espectador, pero la forma en la que se ejecuta, sobre todo en la segunda mitad de la cinta, deja sombras que pueden confundir a un espectador no docto en la temática, haciéndole perder visión, objetividad y neutralidad sobre la misma. Ese aspecto, en sí mismo, puede generar dudas y emborronar el mensaje sobre la problemática en cuestión, sobre la cual, en la actualidad, ni la comunidad científica se pone de acuerdo.

Las interpretaciones de los protagonistas son correctas, pero sin mucho más que alabar. Una siempre solvente Frances McDormand que rellena buenos minutos de metraje. Matt Damon en su línea más sobria y amable. Y John Krasinski cumplidor, sin mucho más que poder decir sobre él.

Por último, un elemento que a nuestro juicio es innecesario, es la presencia de una mujer florero que dé lugar a una historia amorosa como vehículo portador de ese reconversión que sufre el protagonista... Nos preguntamos, ¿era necesario? ¿No habría otras formas de ejecutarlo?

Sin ánimo de aburrirles y con objeto de no cansarles más, simplemente concluir con la recomendación de que se la pueden ahorrar. Ya habrá tiempo de verla una tarde de domingo delante del televisor de casa.

Nota general: 4,0 sobre 10.

Trailer
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