Dirección: Ridley Scott.
Intérpretes: Noomi Rapace, Michael Fassbender, Charlize Theron.
Sinopsis
En busca de la eterna pregunta sobre el origen de La Tierra y el de dónde procede la raza humana, un grupo de científicos cualificados, son contratados para realizar un viaje espacial al lugar en el cual pudieran encontrarse tales respuestas.
Llegados allí se pondrá a prueba la resistencia tanto mental como física de todos los integrantes del equipo, descubriendo además el verdadero motivo de la expedición, así como parte de las respuestas buscadas.
Llegados allí se pondrá a prueba la resistencia tanto mental como física de todos los integrantes del equipo, descubriendo además el verdadero motivo de la expedición, así como parte de las respuestas buscadas.
Crítica
Les vuelve a saludar un humilde aficionado al cine, tras varias semanas sin encontrar ni un rato para escribir en este modesto espacio de sabiduría nula; entre la rehabilitación, los intensos dolores sufridos y las incomodidades asociadas a la situación de incapacidad viviendo en un cuarto sin ascensor, no sacamos mucho tiempo ni ganas para ver películas, mucho menos para escribir alguna reseña. No obstante, algunos títulos hemos visto (todos ellos desde el sofá de casa), así que trataremos de recoger algunas reseñas, aunque éstas sean breves. La primera de ellas será la de este Prometheus de Ridley Scott, que "prometía" y se presumía como uno de los grandes títulos del año 2012. Finalmente estimamos que ha pasado por la taquilla con algo de pena y poca gloria.
Una cinta de Ridley Scott siempre está bien rodada, montada y mostrada. Siempre destacará en los aspectos visuales y en los técnicos, en los que se desplegará maestría, talento y una buena dosis de espectacularidad. Y en esta ocasión no lo es menos. Es una cinta de ciencia-ficción que cumple con los mínimos requeridos en cuanto a espectacularidad, majestuosidad de escenas, fotografía, sonido y efectos especiales a la altura. Los fuegos de artificio de cualquier gran celebración, complementada además con grandes nombres de la interpretación actual, como son los de Fassbender, Theron y Rapace.
Ahora bien, la pregunta es, más allá de todos estos "adornos", ¿hay algo? Pues se lo contestamos rápido: severas dudas albergamos.
El señor Scott trata de acercarse a sus gigantes del género, Alien y Blade Runner, pero se queda únicamente en una intención; muy pretenciosa, por cierto. Ésta está muy lejos de esos dos títulos tan brillantes y que sendas Sugerencias de la Semana recibieron en este espacio, tiempo atrás. Es mucha la ambición, y las pretensiones, por lo que también es considerable el "descalabro" obtenido. Como decimos, en lo técnico sobresaliente, pero falta del resto: escasa de contenido, guión cojo, interpretaciones flojas, falta de suspense e intriga, y además incompleta, dejando paso a una segunda entrega que sólo se puede justificar si su objeto es mejorar a esta primera; en caso contrario, prescindible a todas luces. Acaba el film y cualquiera puede alimentar la duda sobre si es precuela o no de Alien. Sinceramente, es una violación de la misma en toda regla, y el mayor pecado es que lo hace "su propio padre".
En ese intento por llenar al espectador con los elementos superfluos, tratando de suplir la falta de contenido, se recurre a elementos recargados y excesivos, como lo es la sobre-explotación de escenas con "bichos" viscosos. A nuestro modesto juicio le sobran en algunos casos y no acabamos de ver muy bien la relación entre huésped y parásito; será por la incapacidad manifiesta y creciente que manifestamos.
Si en nuestro rico castellano, y recurriendo al lenguaje proverbial del personaje gordito y rechoncho creado por el genial Don Miguel de Cervantes, se dice "prometer hasta meter y una vez metido olvidar lo prometido", algo similar se podría emplear en este caso, reemplazando el verbo meter por visionar; quedarían perfectamente definidas las sensaciones que nos ha suscitado la película. Perdonen la vulgaridad y frivolidad, pero ese poso nos deja y no hemos podido evitar el fácil juego de palabras con el título de la cinta.
Véanla, si no lo han hecho ya, y juzguen ustedes mismos. Entretenida es, pero no nos parece suficiente.
Una cinta de Ridley Scott siempre está bien rodada, montada y mostrada. Siempre destacará en los aspectos visuales y en los técnicos, en los que se desplegará maestría, talento y una buena dosis de espectacularidad. Y en esta ocasión no lo es menos. Es una cinta de ciencia-ficción que cumple con los mínimos requeridos en cuanto a espectacularidad, majestuosidad de escenas, fotografía, sonido y efectos especiales a la altura. Los fuegos de artificio de cualquier gran celebración, complementada además con grandes nombres de la interpretación actual, como son los de Fassbender, Theron y Rapace.
Ahora bien, la pregunta es, más allá de todos estos "adornos", ¿hay algo? Pues se lo contestamos rápido: severas dudas albergamos.
El señor Scott trata de acercarse a sus gigantes del género, Alien y Blade Runner, pero se queda únicamente en una intención; muy pretenciosa, por cierto. Ésta está muy lejos de esos dos títulos tan brillantes y que sendas Sugerencias de la Semana recibieron en este espacio, tiempo atrás. Es mucha la ambición, y las pretensiones, por lo que también es considerable el "descalabro" obtenido. Como decimos, en lo técnico sobresaliente, pero falta del resto: escasa de contenido, guión cojo, interpretaciones flojas, falta de suspense e intriga, y además incompleta, dejando paso a una segunda entrega que sólo se puede justificar si su objeto es mejorar a esta primera; en caso contrario, prescindible a todas luces. Acaba el film y cualquiera puede alimentar la duda sobre si es precuela o no de Alien. Sinceramente, es una violación de la misma en toda regla, y el mayor pecado es que lo hace "su propio padre".
En ese intento por llenar al espectador con los elementos superfluos, tratando de suplir la falta de contenido, se recurre a elementos recargados y excesivos, como lo es la sobre-explotación de escenas con "bichos" viscosos. A nuestro modesto juicio le sobran en algunos casos y no acabamos de ver muy bien la relación entre huésped y parásito; será por la incapacidad manifiesta y creciente que manifestamos.
Si en nuestro rico castellano, y recurriendo al lenguaje proverbial del personaje gordito y rechoncho creado por el genial Don Miguel de Cervantes, se dice "prometer hasta meter y una vez metido olvidar lo prometido", algo similar se podría emplear en este caso, reemplazando el verbo meter por visionar; quedarían perfectamente definidas las sensaciones que nos ha suscitado la película. Perdonen la vulgaridad y frivolidad, pero ese poso nos deja y no hemos podido evitar el fácil juego de palabras con el título de la cinta.
Véanla, si no lo han hecho ya, y juzguen ustedes mismos. Entretenida es, pero no nos parece suficiente.
Nota general: 4,0 sobre 10.
Trailer