sábado, 28 de septiembre de 2013

Las Brujas de Zugarramurdi

Año: 2013.

Dirección: Álex de la Iglesia.

Intérpretes: Hugo Silva, Mario Casas, Carmen Maura,  Carolina Bang, Pepón Nieto, Secun de la Rosa, Terele Pávez, María Barranco, Jaime Ordóñez,  Gabriel Delgado, Macarena Gómez, Enrique Villén, Manuel Tallafé, Javier Botet, Santiago Segura, Carlos Areces.

Sinopsis
El atraco a un establecimiento de "compro-oro" en la madrileña Puerta del Sol no sale según lo planeado, y los ladrones, José y Tony (personajes interpretados por Hugo Silva y Mario Casas respectivamente), se tienen que dar a la fuga, huyendo en un taxi, el conducido por Manuel (personaje interpretado por Jaime Ordóñez).

En su huida se dirigen hacia Francia, perseguidos por dos inspectores de policía (personajes de Pepón Nieto y Secun de la Rosa) y por la ex-mujer de José (a quien da vida Macarena Gómez), dado que el hijo (Gabriel Delgado) de ambos se encuentra con ellos. Durante este viaje llegan a la localidad navarra de Zugarramurdi, en cuyos bosques y caseríos se encierran misterios asociados a brujas y aquelarres, no obstante, tal y como dice nuestra historia, en el siglo XVII, varias de sus vecinas fueron ajusticiadas por la Inquisisicón española acusándolas de tal condición.

Allí en Zugarramurdi, Graciana (personaje interpretado por Carmen Maura), su madre (Terele Pávez) y su hija (Carolina Bang), tratarán de retenerlos para realizar algo que llevan esperando mucho tiempo: su justicia.

Crítica
Viernes noche y volvemos al cine. Hacía ya tiempo que no sentíamos la calidez de una de las butacas de nuestro principal refugio de paz, entretenimiento y diversión, y el regreso a una sala fue enriquecedor y casi podríamos decir que emocionante. Había ganas y este nuevo "disparate" de Álex de la Iglesia fue la elección. Las Brujas de Zugarramurdi nos prometían la tensión, emoción, acción y diversión necesaria para que no nos amenacen las meigas durmideras, que a veces nos tientan y nos arrastran hacia el ocaso del sueño a esas tardías horas de la última sesión nocturna. Por suerte, esas señoras con escoba y que habitan los bosques del noroeste español se mantuvieron lejos de nosotros, por mucho que la temática las pudiese atraer

Tal y como esperábamos, el arranque de la cinta es potente y lleno de ritmo (al igual que ya nos presentase el director en otras ocasiones, como por ejemplo en Balada Triste de Trompeta; qué gran recuerdo aquellos potentes créditos iniciales!!). Ese comienzo arrollador corriendo por la madrileña Puerta del Sol es trepidante. Las buenas y vigorosas vibraciones continúan tras coger "ese toledete taxi"  que tantos recuerdos agradables nos ha traído a la mente. Perdonen la licencia, pero hemos vivido del sector durante muchos años y este modelo de vehículo, aunque en una versión anterior, nos evoca grandes y emocionantes piezas de nuestras vidas. ¡Qué bonito, qué entrañable, qué grandes momentos nos diste "toledete"! Gracias. Montados en el taxi se completa una persecución llena de ritmo y efectos especiales (se nota que el bueno de Álex en esta ocasión ha dispuesto de sus buenos euros -¿quizá por la venta de Falcao?, jajaja-). Y aquí nos queremos detener en la figura del taxista, personaje brillantemente interpretado por Jaime Ordóñez. Muy en su rol y con un papel repleto de matices del "típico pelas madrileño". Va por ti mi querido hermano: te he visto a las manos de este toledete,  siendo cortés al principio y preguntando por los posibles itinerarios, aunque la situación se presente jodida; viniéndote arriba al volante conforme las dificultades se van presentando, convirtiéndote en pieza clave; con esas referencias a tus lecturas en los tiempos muertos en la "finca" (aeropuerto de Madrid-Barajas); y, cómo no, pendiente de ese taxímetro que echa humo (que incluso cambia de tarifa). Grande hermano, grande. Va por ti. Ánimo.

Después de esta licencia personal y que nos apetecía hacer, hemos de proseguir diciendo que la producción de Enrique Cerezo es un poco como su Atlético de Madrid en la liga pasada (y quién sabe si también en ésta): un gran comienzo, pero la liga se le hizo muy larga. La cinta va de más a menos, alargándose excesivamente y llegando a un desenlace plomizo, además de lo exagerado y desproporcionado, todo ello habitual en el director bilbaíno. Esa potencia inicial se va perdiendo y echamos en falta un mayor apoyo musical; necesitaría un par de grandes temas musicales que le diesen profundidad, vigor y virulencia a ciertos tramos de la película. Nada destacable en la parcela musical.  Es verdad que nos parece casi injusto cebarnos con el tramo final y criticarlo en exceso; eso se lo dejamos a cada uno de los espectadores que visionen el film, pero cuando lo hagan, medítenlo como sólo una parte del conjunto y no como el todo. Piensen si ese momento ritual en la cueva no les recuerda al Sión de Matrix. A nosotros sí, desde luego. Un Sión a lo español, claro está, con una Carmen Maura igual de entregada que Morfeo, pero más "cañí". Además, alguna que otra imprecisión hemos detectado, pero que también aquí nos parecería excesivamente puntilloso mentar.

Estamos ante un producto que tiene muchos elementos para funcionar en taquilla. En primer lugar, se ha sabido sumar al tirón del propio director, el reclamo de la pareja protagonista; esos dos nuevos guapos del cine español, capaces de arrastrar por sí solos a un buen puñado de espectadores. Ya saben nuestros seguidores que ni Hugo Silva, ni mucho menos Mario Casas, son actores de los cuales guardaríamos autógrafos, si bien hemos de reconocerle su buen trabajo en esta ocasión; ambos aprueban. Por otro lado, Carolina Bang no nos aporta mucho, aparte de sus increíbles curvas (llámennos machistas, simplones o de excitación fácil, sólo contamos lo que pensamos). En segundo lugar, la mezcla de acción y comedia es buena fórmula para el entretenimiento, garantizando euros. En este sentido, a la comedia siempre contribuye ese amplio elenco de secundarios, a los que Álex siempre les da protagonismo, y sabe cómo hacerlo. Y aquí va un spolier: ver a Santiago Segura y a Carlos Areces enfundados en ropas femeninas y forzando el acento vasco tiene su encanto.  Otros ya clásicos del vizcaíno son Terele Pávez y esa gran Carmen Maura que se atreve con todo, sin pudor ni vergüenza alguna, entregándose siempre en cuerpo y alma, lo que la hace estar siempre de notable alto-sobresaliente.

Por la primera hora, la película nos tendría completamente rendidos, pero después es irregular, y al final excesiva y recargada, lo que nos deja un regusto amargo. Como hemos leído en las reseñas de gente que sabe más que nosotros, es cine a lo bestia. Eso precisamente es el bueno de Álex y eso lo hace muy bien. Sigue así de excesivo y con ese torrente de creación, por muy enloquecido y endiablado que sea. Si le dan la oportunidad, pasarán una rato alocado y divertido, que desde luego no les dejará indiferente. Y eso es de lo que se trata esto; en provocar y en no dejar indiferente. Bravo Álex!!

Nota general: 6,0 sobre 10.

Trailer

miércoles, 25 de septiembre de 2013

CDI-100: The Game, Movie 43, 1408, Cloud Atlas, The Conversation.

Iniciamos aquí una serie de reseñas periódicas en las que hablaremos de varias películas en menos de cien palabras (CDI-100)

THE GAME
Año: 1997.
Dirección: David Fincher.
Intérpretes: M. Douglas, S. Penn, D. K. Unger, Armin Mueller-Stahl. 
Crítica
Cinta trepidante y sorprendente, que no nos cansamos de ver pese a lo enrevesado y rocambolesco de la trama. Mantiene al espectador expectante y lo sumerge en la odisea del protagonista. Bien interpretada por Michael Douglas y acompañada de una buena BSO de Howard Shore. Desde aquí la recomendamos. Si no la han visto apúntensela, forma parte de ese brillante trío al que Fincher dio forma en la segunda mitad de los noventa: Seven, The Game y Fight Club. Las tres ocupan un lugar privilegiado en nuestra filmoteca.
Nota: 7,5 sobre 10.



MOVIE 43
Año: 2013.
Dirección: B. Odenkirk, E. Banks, S. Brill, S. Carr, R. Cundieff, J. Duffy, G. Dunne, P. Farrelly, P. Forsberg, W. Graham, J. Gunn, B. Ratner, J. van Tulleken.
Intérpretes: N. Watts, H. Jackman, K. Bell, H. Berry, C. G. Moretz, K. Winslet, G. Butler, E. Stone, J. Knoxville, U. Thurman, R. Gere, L. Schreiber, S. W. Scott, J. Duhamel.
Crítica
Tan feliz como estúpida. Película bobalicona aderezada con un elenco de superestrellas de Hollywood que se prestan a una serie de capítulos, a cual más disparatado. Se nos ha hecho terriblemente pesada y escasamente graciosa. A nuestro juicio un producto muy difícil de justificar.
Nota: 1,0 sobre 10.



1408
Año: 2007.
Dirección: Mikael Hafström.
Intérpretes: John Cusack, S.L. Jackson.
Crítica
Basada en un relato de Stephen King, esta cinta nos era completamente desconocida hasta la fecha y cierto mérito hay que concederle. Un producto destacable entre tanta mediocridad dentro del género fantástico-terror, que tan poco nos atrae.
Sus mayores pecados son el empleo de tópicos ya muy recurrentes en esta clase de cintas y, a nuestro gusto, le habríamos quitado veinte o veinticinco minutos de extensión, esos en los que se pierde dándole dos o tres vueltas de tuerca de más. Si no la han visto y les gusta el género, denle una oportunidad; no se preocupen, no genera pesadillas.
Nota: 4,0 sobre 10.


CLOUD ATLAS (El Atlas de las Nubes)
Año: 2012.
Dirección: Tom Tykwer, Andy Wachowski, Lana Wachowski.
Intérpretes: T. Hanks, H. Weaving, H. Berry, J. Broadbent,  J. Sturgess, Du-na Bae, S. Sarandon, H. Grant.
Crítica
Idea original y con posibilidades pero ejecutada bastante mal. El que todos los actos del pasado tengan repercusión en el futuro, ya sea propio o ajeno, y sea cual sea la distancia temporal (años, décadas, siglos o vidas), se desvanece en una aspiración de dogma trascendental que acaba por "joderla".  Esa parafernalia pseudo-filosófica y sentimental nublan las dos únicas virtudes de la cinta: los aspectos visuales y la banda sonora. Pretenciosa y decepcionante.
Nota: 3,5 sobre 10.


THE CONVERSATION (La Conversación)
Año: 1974
Dirección: Francis Ford Coppola
Intérpretes: G. Hackman, R. Duvall, H. Ford, J. Cazale, A. Garfield, C. Williams.
Crítica
Película muy grata y muy entretenida que trata, a su modo, de realizar una reflexión sobre la intimidad y la privacidad del individuo.
El señor Hackman está correcto si bien es verdad que no es de sus mejores trabajos. La pluma y el ojo de Coppola están tras el guión y la dirección, con muy buena nota en ambas tareas.
Como no podía ser de otra forma, una edición sonora muy conseguida (sobre todo para la época en la que estamos), dándole a este elemento el protagonismo que merece dentro del film.
Nota: 6,0 sobre 10.

lunes, 23 de septiembre de 2013

The Great Gatsby (El Gran Gatsby)

Año: 2013.

Dirección: Baz Luhrmann.

Intérpretes: Leonardo DiCaprio, Carey Mulligan, Tobey Maguire, Joel Edgerton, Isla Fisher.

Sinopsis
Ambientada en el New York de los años 20, donde las grandiosas fiestas y la diversión estaban al orden del día. Era una ciudad y economía floreciente, donde la alta sociedad derrochaba, bebía y enloquecía de diversión. Entre los ilustres de las clases adineradas destaca Jay Gatsby (personaje interpretado por Leonardo Di Caprio), cuyas fiestas son conocidas en todos los rincones de la ciudad, mucho más de lo que de él mismo se sabe. Desconocido y alejado del público, circulan sobre él toda clase de rumores, ya que su procedencia y el origen de su fortuna son totalmente desconocidos.

Gatsby entabla amistad con su vecino Nick Carraway (personaje interpretado por Tobey Maguire), de quien pretende sacar un beneficio que pronto se descubrirá. El joven Nick es el encargado de narrarnos la historia.

Crítica
Después de un día de batallas médicas con noticias poco agradables y de avatares laborales que desembocan en desengaños y demandas infructuosas, nos acercamos a este nuestro espacio para hablarles de esta película, The Great Gatsby, la que pudimos visionar ya hace unos días desde la comodidad de nuestro viejo sofá castigado por la edad y por la masa corporal de los que en él nos hemos tumbado, sobre los que parece que la gravedad afecta más de lo normal.

En primer lugar hemos de decir que todavía no tenemos muy claro los matices o señas de identidad que le ha querido aportar el señor "Luz-man" a este nueva versión. Cuáles serían sus motivaciones, sobre qué pretendía incidir: el amor eterno, el inconformismo, la lucha por el éxito, la ambigüedad, lo rocambolesco del destino y la posibilidad o no de segundas oportunidades, la dualidad humana. No sabemos. La verdad es que no hemos llegado a dilucidarlo.

Podemos afirmar con rotundidad que la adaptación del clásico de Scott Fitzgerald, escrito allá por los años veinte, justo antes del famoso crack bursátil de Wall Street, no nos convence; en absoluto. Desconocemos el contenido de la novela (eso sí, conocemos la adaptación más reciente que protagonizase Robert Redford en la década de los setenta), pero nos da la sensación de que flaco favor le ha hecho a la misma esta nueva versión.

La cinta transcurre en esos hermosos y añorados años veinte, donde florecía la cultura de la bonanza, el derroche y la diversión; muestra de ello son esas grandes fiestas que se recrean y se nos muestran, donde hasta parece difícil no emborracharse y no ligar con una dama de buen ver o un elegante caballero. Tiempos pasados en los que la ciudad de New York crecía y la alta sociedad amansaba fortunas, con negocios de distinta índole, unos legales, otros desarrollados en los terrenos ajenos a la ley. En ese marco y siendo fiel a la novela, es Nick Carraway (personaje al que da vida Tobey Maguire) quien nos presenta la historia de Gatsby, a quien él le añadirá el calificativo de "The Great". El joven Carraway se ve atraído y fascinado, a la vez que ensombrecido y utilizado, por la figura de ese nuevo "ricachón" de procedencia desconocida, pero de exquisito gusto, imperial majestuosidad e impulso incontrolado. Hasta aquí correcto. Punto. Sin embargo, y después de esas primeras meditaciones post-visionado, llegamos a la conclusión de que la cinta no deja de ser una vuelta de tuerca más al clásico mostrado ya en pantalla tiempo atrás, sin aportarle nada nuevo, y sin justificación creativa alguna (quizá sí económica). Baz "Luz-man" (Australia, Moulin Rouge) trata de presentar una versión más elaborada, grandilocuente y espectacular, que se queda simplemente en un batiburrillo visual y sonoro. La luz (de "Luz-man"), el color y la selección musical son los únicos atractivos de una cinta que naufraga en sus propias pretensiones y en sus grandiosas aspiraciones. Ni siquiera el gran reparto que la adorna consigue darle robustez a un soberano fracaso.

Es excesivamente extravagante y se pierde de forma obstinada en una búsqueda constante de la fascinación. El resultado es un producto tan recargado y exagerado que desde el principio te desborda y agobia, para concluir con un desenlace pasteloso, que ni termina por sorprendernos, dado que hace minutos que estamos con la mente en otros páramos. Se convierte en una completa decepción para el espectador, que seguramente esperaba mucho más (y mejor).

Por rescatar elementos, nos quedamos con el vestuario, la selección musical y alguna cosita de la interpretación de Leonardo DiCaprio, que si bien lo intenta, poco puede hacer con el material que se le da, encargándose, además, el señor "Luz-man" de diluirlo en una amalgama de luces, fuegos de artificio y ridícula teatralidad (montaje incluido). Exagerada y decepcionante. Poco más les podemos decir. Ni para pasar el rato en casa una tarde lluviosa.

Nota general: 3,0 sobre 10.

Trailer

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Now You See Me (Ahora me ves)

Año: 2013.

Dirección: Louis Leterrier.

Intérpretes: Jesse Eisenberg, Mark Ruffalo, Woody Harrelson, Mélanie Laurent, Isla Fisher, Dave Franco, Michael Caine, Morgan Freeman.

Sinopsis
Un grupo de cuatro magos/ilusionistas son reclutados por un quinto y misterioso personaje, que les une para actuar como los Cuatro Jinetes.

El grupo realizará tres asombrosas funciones que tendrán como resultado otras tantas acciones delictivas, por lo que son investigados, seguidos y acorralados por el FBI, que trata de dilucidar cómo se llevan a cabo las acciones del grupo, qué es real y qué es ficción. No obstante, lo asombroso de los espectáculos atrae cada vez más al público, el cual acude en masa a cada una de las tres funciones y rinde admiración al cuarteto.

Crítica
Cine fácil, cine sin criterio. Como su título "Ahora me ves"; muy obvio y tópico del mundo de los magos. Pues bien, aun así a veces no entendemos cosas. ¡Qué le vamos a hacer, somos así de ignorantes!

Junto al tan usado calificativo de "entretenimiento palomitero", fácil, sencillo, liviano y falto de contenido son los adjetivos que podrían caracterizar a los posos que deja este mediocre vino, de buena presentación en botella, pero justito al olfato y corto al gusto.

Aceptable como vino de mesa, pero no para ocasiones en las que esperemos complacer, agradar o engañar/embriagar a lozana moza, a la cual pretendamos conquistar y de cuya compañía pretendamos disfrutar (aunque bien triste es tener que recurrir al alcohol en estas lides, lo que denota falta de otros recursos, pero bueno, esa es otra cuestión...).

Atractiva a la vista y con un efectismo propio de un espumoso cargado de carbónico, la película apenas emana aromas (ni siquiera brutos; delicados no se los presumíamos ya a priori) ni sabor. Se nos presenta más bien como un caldo acuoso fácil de digerir, con toques dulces y achampanados, que lo hacen pasable a través de nuestro paladar y garganta, pero sin dejar rastro alguno, ni afrutados, ni térreos, ni a frutos secos. Tan liviano y  fácil de consumir, como exento de fuerza y consistencia. Resaca no va a dejar, ni dolor de cabeza tampoco; le falta cuerpo, densidad, robustez y graduación para provocar cualquier tipo de reacción, por somera y mínima que pueda ser.

Dicho todo esto, y dejando bien patente que estamos ante ese producto situado entre los vinos envasados en brick y los caldos embotellados a cuatro euros la botella, ha cumplido con su cometido: entretener, cual vino resultón, que sin ser la estrella de la mesa, bien es capaz de quitar la sed y de ayudar a la digestión de una comida igual de liviana que él.

Desde su concepción, su guión repleto de giros (o eso pretende) y que aspira a la continua sorpresa (recuerda a productos anteriores) se caracteriza por su bajo contenido en azucares, lo que tras su completo procesado da origen a un mosto de muy baja graduación y calidad, por mucho que se le haya querido completar con aditivos tales como grandes estrellas de la interpretación (Caine, Freeman, Ruffalo) y nombres que siempre pueden ser un reclamo en taquilla (Laurent, Harrelson, Eisenberg). Poco pueden hacer grandes levaduras y la tecnología con tan mala materia prima: resultado vino flojo, pero no peleón avinagrado. Tampoco el enólogo acredita méritos suficientes como para alabar su hacer.

Bien es verdad que para paladares poco exigentes y acercándose a la cata sin pretensión alguna, la cinta entretiene y consigue rellenar la tarde, cosa que no es poco, viendo la cantidad de "vinagre" que abunda en esa licorería a la que llamamos cartelera. Cual Peñascal o Lambrusco, los destellos y efectos gaseosos resultan agradables y algún cosquilleo consiguen, logrando que el espectador siga ahí, pendiente del desenlace, el cual, sea dicho de paso, ni sorprende, ni embriaga..., sales de la cata y piensas: "si es lo que es; lo que pensaba; espumoso de dos euros en el Mercadona". Su espacio tiene, desde luego. En muchas bodegas siempre tendrá hueco, y a muchos paladares satisface, por lo que no la desprecien del todo. Si bien déjenla para casa, para una noche cualquiera de un día de diario, sin celebración ni fiesta que "regar" con un buen "caldo".

Parafraseando el título de la cinta, "no sé si te veré, pero poco hay que saborear".

Nota general: 4,0 sobre 10.

Trailer

jueves, 5 de septiembre de 2013

The Sessions (Las Sesiones)


Año: 2012.

Dirección: Ben Lewin.

Intérpretes: John Hawkes, Helen Hunt, William H. Macy.

Sinopsis
Bio-pic basado en la vida del escritor Mark O'Brien (personaje interpretado por John Hawkes), quien a causa de una poliomielitis quedó parapléjico, ligando su vida a un pulmón artificial de acero.

A la edad próxima a los cuarenta años, el poeta decide que ya es hora de perder la virginidad, para lo que no duda en contratar los servicios de una terapeuta sexual (personaje interpretado por Helen Hunt). Este hecho le acarrea un profundo debate moral por lo que también decide compartir sus experiencias e inquietudes con el sacerdote de su comunidad, a quien da vida William H. Macy.

Crítica
Varios fueron los encantos que nos sedujeron para aproximarnos a esta película: la presencia de Helen Hunt y William H. Macy, dos actores que saben lo que hacen y que casi siempre brindan buenas interpretaciones, la temática abordada y, sobre todo, la alegría que transmite y desborda por completo su cartel de presentación: ¡no nos lo podrán negar! Entre el sutil color verde esperanza y esas dos amplias sonrisas (las de Helen Hunt y W. H. Macy), junto con la bondad del rostro de John Hawkes, nos cautivaron desde el primer momento que lo vimos. Irradia alegría, bondad, esperanza (esa que nunca ha de perderse), ternura... nos parece simplemente  preciosa. Y como ya supondrán nuestros más fieles seguidores, la aparición del tema de Pearl Jam, Just Breathe, en el trailer de promoción fue la guinda del pastel y un más que fuerte empujón para que nos decidiésemos a verla. Todo a priori nos trasmitía muy buenas vibraciones que finalmente se materializaron en buenas emociones.

"Hombre, 38 años, Escritor. Busca mujer inteligente....para compañía y posibles juegos sexuales... Soy paralítico así que no habrá largos paseos por la playa" ¿No les parece ya una carta de presentación tremendamente sincera y explícita, a la par que divertida y vital? A nosotros desde luego nos lo ha parecido.

La cinta es un bonito regalo para nuestros paladares, llena de inteligencia y ternura, que trata con total sinceridad la problemática en cuestión: como una persona con discapacidad encara sus relaciones sexuales. Es un ejercicio terriblemente honesto que tiene una de sus principales armas en el trabajo del trío protagonista, sobresaliendo brillantemente y de una forma maravillosa Helen Hunt. Se desnuda ante nosotros, literalmente, sin ningún complejo, tal y como si estuviese entrando en la ducha de su casa una mañana más; pasmosa y valiente naturalidad la que nos brinda, completando un ejercicio poético, delicado, sutil, tierno y asombrosamente creíble. Nada fácil de conseguir, pero desde luego conseguido, esa es la virtud.

¿Y qué decir de W. H. Macy? Qué agradable presencia dando vida a un sacerdote "humano", cercano y sobre todo, amigo. ¡¡Bravo!!

Desde luego que la cinta se permite ciertas licencias y las notas humorísticas están finamente introducidas para seducir al espectador, pero ¿a quién le importa? Estamos ante una película emocionante y tierna, donde Hawkes ejecuta su mejor trabajo hasta la fecha, sin caer en el sentimentalismo, en la exageración o en la lágrima fácil, por lo que conmueve, pero no remueve. Otra de sus deficiencias gira entorno a la falta de sorpresa alguna, lo que le confiere previsibilidad, convirtiéndose en uno de sus mayores "peros"...se lo perdonamos!

Una bonita sorpresa que nos "conmovió desde la sonrisa y la ternura". Se la recomendamos para verla en casita, en la soledad del sofá, donde se sorprenderán abrazados a un cojín, cual tierno peluche gordito, y con los labios dibujando un arco ascendente por los laterales, que le conducirán con total tranquilidad y paz hacia un sueño agradecido, reconfortante y aliviador. Muchas gracias por todo.

Nota general: 7,0 sobre 10.

Trailer

lunes, 2 de septiembre de 2013

World War Z (Guerra Mundial Z)

Año: 2013.

Dirección: Marc Forster.

Intérpretes: Brad Pitt, Mireille Enos.

Sinopsis
Adaptación de la novela homónima de Max Brooks, cuyo éxito ha alcanzado todos los rincones del planeta.

La raza humana se ve amenazada por una "invasión de muertos vivientes (zombies)", sin saberse muy bien cual es su procedencia. En este marco, un experto agente de campo de la ONU, ya retirado, Gerry Lane (personaje interpretado por Brad Pitt), se ve obligado a retomar su antiguo trabajo, tratando de averiguar el origen de esta extraña pandemia y con ello tratar de encontrar una posible vía para combatirla. En esta tarea viajará por todo el planeta en busca de respuestas y soluciones que posibiliten salvaguardar a la especie humana.

Crítica
Se acabaron las vacaciones y aquí estamos dispuestos a divulgar unas cuantas opiniones ignorantes más sobre el mundo del celuloide y sobre algunas de las últimas cintas que hemos podido visionar, dado que, incluso durante el periodo de descanso, no podemos desengancharnos de ésta nuestra pasión. En primer lugar, en este mes de septiembre, compartiremos con ustedes algunas impresiones sobre World War Z, a la que nos acercamos ya hace un mes.

Sentados en nuestra butaca de cine y huyendo de los calores veraniegos, la cinta comienza con su increíble banda sonora a cargo de Muse y ese corte "Isolated System" de su último disco hasta la fecha: The Second Law. El tema emerge con fuerza y brillantez. ¿Efectista? Desde luego, pero aporta tensión y cierto grado de solemnidad, queriendo incluso anticipar la soledad y el aislamiento al que puede verse relegada la raza humana. No podía haberse escogido mejor; sus acordes, presentes durante todo el metraje, en una u otra variante, parecen envolvernos y describirnos el marco desolador y desolado. Gran elección, al menos bajo nuestra opinión y reconociendo la debilidad que tenemos por el grupo.


Junto al poder embriagador de las delicadas notas musicales iniciales, la película comienza con fuerte ritmo desde el principio, lo que siempre es de agradecer y hace que arañes la tela de las sillas. Esa puesta en escena engancha y te sorprende, si bien hemos de decir que está por encima de los minutos restantes. No obstante, ha supuesto una brillante sorpresa para nuestro ignorante paladar, dado que nada esperábamos e incluso fracaso presumíamos adivinar.

Desconocemos por completo el éxito literario, al cual, según parece y según las opiniones que hemos podido recabar, no es del todo fiel. El formato cinematográfico requiere de cierta composición y ciertas licencias que quizá los enamorados de las páginas en papel (o electrónicas) no quieran entender o no se las permitan, por considerar una profanación o prostitución de la novela.

Casi nos aventuramos a decir que es una película de zombies nada usual, donde éstos no son mostrados desde un principio, lo que para nosotros supone un gran acierto, dado que en las primeras escenas no se les acaba de apreciar y simplemente se ven destellos y estelas de los mismos. Después de esos primeros ataques, la cinta se pierde en idas y venidas de su protagonista, sin contenido alguno y sin elementos, salvo los técnicos, a destacar. Pobre narrativa, diálogos vacíos y superfluos, aunque sin llegar a ser tontos o exagerados, como tantas otras veces ocurre en el género.

También peca de repetitiva y transpira sensaciones de eterno camino, lo que puede resultar aburrido y puede hacer que el espectador piense en que este protagonista tiene el don de la casualidad y el oportunismo allá por donde va; si la han visto, sabrán porqué lo decimos. Aún así, no se nos hizo nada plomiza y pasó rápido por nuestras retinas.

No deja de ser un entretenimiento palomitero y acumulador de monedas en taquilla (así lo asegura el éxito de la novela y la elección de Brad Pitt como protagonista, cuya interpretación tampoco pasará a los anales de la historia), pero como ya hemos avanzado al comienzo, nos ha supuesto una grata sorpresa: esperábamos algo realmente horrendo y al final ha conseguido entretenernos, pese a su falta de contenido. Eso sí, le sobra la "moralina final" y ciertos elementos políticos subliminales que adivinamos y no compartimos. Ahí lo dejamos....

Nota general: 5,0 sobre 10.

Trailer

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...