Dirección: Louis Leterrier.
Intérpretes: Jesse Eisenberg, Mark Ruffalo, Woody Harrelson, Mélanie Laurent, Isla Fisher, Dave Franco, Michael Caine, Morgan Freeman.
Sinopsis
Un grupo de cuatro magos/ilusionistas son reclutados por un quinto y misterioso personaje, que les une para actuar como los Cuatro Jinetes.
El grupo realizará tres asombrosas funciones que tendrán como resultado otras tantas acciones delictivas, por lo que son investigados, seguidos y acorralados por el FBI, que trata de dilucidar cómo se llevan a cabo las acciones del grupo, qué es real y qué es ficción. No obstante, lo asombroso de los espectáculos atrae cada vez más al público, el cual acude en masa a cada una de las tres funciones y rinde admiración al cuarteto.
Crítica
El grupo realizará tres asombrosas funciones que tendrán como resultado otras tantas acciones delictivas, por lo que son investigados, seguidos y acorralados por el FBI, que trata de dilucidar cómo se llevan a cabo las acciones del grupo, qué es real y qué es ficción. No obstante, lo asombroso de los espectáculos atrae cada vez más al público, el cual acude en masa a cada una de las tres funciones y rinde admiración al cuarteto.
Crítica
Cine fácil, cine sin criterio. Como su título "Ahora me ves"; muy obvio y tópico del mundo de los magos. Pues bien, aun así a veces no entendemos cosas. ¡Qué le vamos a hacer, somos así de ignorantes!
Junto al tan usado calificativo de "entretenimiento palomitero", fácil, sencillo, liviano y falto de contenido son los adjetivos que podrían caracterizar a los posos que deja este mediocre vino, de buena presentación en botella, pero justito al olfato y corto al gusto.
Aceptable como vino de mesa, pero no para ocasiones en las que esperemos complacer, agradar o engañar/embriagar a lozana moza, a la cual pretendamos conquistar y de cuya compañía pretendamos disfrutar (aunque bien triste es tener que recurrir al alcohol en estas lides, lo que denota falta de otros recursos, pero bueno, esa es otra cuestión...).
Atractiva a la vista y con un efectismo propio de un espumoso cargado de carbónico, la película apenas emana aromas (ni siquiera brutos; delicados no se los presumíamos ya a priori) ni sabor. Se nos presenta más bien como un caldo acuoso fácil de digerir, con toques dulces y achampanados, que lo hacen pasable a través de nuestro paladar y garganta, pero sin dejar rastro alguno, ni afrutados, ni térreos, ni a frutos secos. Tan liviano y fácil de consumir, como exento de fuerza y consistencia. Resaca no va a dejar, ni dolor de cabeza tampoco; le falta cuerpo, densidad, robustez y graduación para provocar cualquier tipo de reacción, por somera y mínima que pueda ser.
Dicho todo esto, y dejando bien patente que estamos ante ese producto situado entre los vinos envasados en brick y los caldos embotellados a cuatro euros la botella, ha cumplido con su cometido: entretener, cual vino resultón, que sin ser la estrella de la mesa, bien es capaz de quitar la sed y de ayudar a la digestión de una comida igual de liviana que él.
Desde su concepción, su guión repleto de giros (o eso pretende) y que aspira a la continua sorpresa (recuerda a productos anteriores) se caracteriza por su bajo contenido en azucares, lo que tras su completo procesado da origen a un mosto de muy baja graduación y calidad, por mucho que se le haya querido completar con aditivos tales como grandes estrellas de la interpretación (Caine, Freeman, Ruffalo) y nombres que siempre pueden ser un reclamo en taquilla (Laurent, Harrelson, Eisenberg). Poco pueden hacer grandes levaduras y la tecnología con tan mala materia prima: resultado vino flojo, pero no peleón avinagrado. Tampoco el enólogo acredita méritos suficientes como para alabar su hacer.
Bien es verdad que para paladares poco exigentes y acercándose a la cata sin pretensión alguna, la cinta entretiene y consigue rellenar la tarde, cosa que no es poco, viendo la cantidad de "vinagre" que abunda en esa licorería a la que llamamos cartelera. Cual Peñascal o Lambrusco, los destellos y efectos gaseosos resultan agradables y algún cosquilleo consiguen, logrando que el espectador siga ahí, pendiente del desenlace, el cual, sea dicho de paso, ni sorprende, ni embriaga..., sales de la cata y piensas: "si es lo que es; lo que pensaba; espumoso de dos euros en el Mercadona". Su espacio tiene, desde luego. En muchas bodegas siempre tendrá hueco, y a muchos paladares satisface, por lo que no la desprecien del todo. Si bien déjenla para casa, para una noche cualquiera de un día de diario, sin celebración ni fiesta que "regar" con un buen "caldo".
Parafraseando el título de la cinta, "no sé si te veré, pero poco hay que saborear".
Nota general: 4,0 sobre 10.
Junto al tan usado calificativo de "entretenimiento palomitero", fácil, sencillo, liviano y falto de contenido son los adjetivos que podrían caracterizar a los posos que deja este mediocre vino, de buena presentación en botella, pero justito al olfato y corto al gusto.
Aceptable como vino de mesa, pero no para ocasiones en las que esperemos complacer, agradar o engañar/embriagar a lozana moza, a la cual pretendamos conquistar y de cuya compañía pretendamos disfrutar (aunque bien triste es tener que recurrir al alcohol en estas lides, lo que denota falta de otros recursos, pero bueno, esa es otra cuestión...).
Atractiva a la vista y con un efectismo propio de un espumoso cargado de carbónico, la película apenas emana aromas (ni siquiera brutos; delicados no se los presumíamos ya a priori) ni sabor. Se nos presenta más bien como un caldo acuoso fácil de digerir, con toques dulces y achampanados, que lo hacen pasable a través de nuestro paladar y garganta, pero sin dejar rastro alguno, ni afrutados, ni térreos, ni a frutos secos. Tan liviano y fácil de consumir, como exento de fuerza y consistencia. Resaca no va a dejar, ni dolor de cabeza tampoco; le falta cuerpo, densidad, robustez y graduación para provocar cualquier tipo de reacción, por somera y mínima que pueda ser.
Dicho todo esto, y dejando bien patente que estamos ante ese producto situado entre los vinos envasados en brick y los caldos embotellados a cuatro euros la botella, ha cumplido con su cometido: entretener, cual vino resultón, que sin ser la estrella de la mesa, bien es capaz de quitar la sed y de ayudar a la digestión de una comida igual de liviana que él.
Desde su concepción, su guión repleto de giros (o eso pretende) y que aspira a la continua sorpresa (recuerda a productos anteriores) se caracteriza por su bajo contenido en azucares, lo que tras su completo procesado da origen a un mosto de muy baja graduación y calidad, por mucho que se le haya querido completar con aditivos tales como grandes estrellas de la interpretación (Caine, Freeman, Ruffalo) y nombres que siempre pueden ser un reclamo en taquilla (Laurent, Harrelson, Eisenberg). Poco pueden hacer grandes levaduras y la tecnología con tan mala materia prima: resultado vino flojo, pero no peleón avinagrado. Tampoco el enólogo acredita méritos suficientes como para alabar su hacer.
Bien es verdad que para paladares poco exigentes y acercándose a la cata sin pretensión alguna, la cinta entretiene y consigue rellenar la tarde, cosa que no es poco, viendo la cantidad de "vinagre" que abunda en esa licorería a la que llamamos cartelera. Cual Peñascal o Lambrusco, los destellos y efectos gaseosos resultan agradables y algún cosquilleo consiguen, logrando que el espectador siga ahí, pendiente del desenlace, el cual, sea dicho de paso, ni sorprende, ni embriaga..., sales de la cata y piensas: "si es lo que es; lo que pensaba; espumoso de dos euros en el Mercadona". Su espacio tiene, desde luego. En muchas bodegas siempre tendrá hueco, y a muchos paladares satisface, por lo que no la desprecien del todo. Si bien déjenla para casa, para una noche cualquiera de un día de diario, sin celebración ni fiesta que "regar" con un buen "caldo".
Parafraseando el título de la cinta, "no sé si te veré, pero poco hay que saborear".
Nota general: 4,0 sobre 10.
Trailer
A mi me entretuvo y me eche unas risas...pero ya se sabe, todo roto tiene su descosido
ResponderEliminarUn saludo!
Hola Anónimo/a!!
EliminarMuchas gracias por tus visitas y por dejarnos este comentario. Lo dicho, entretenida y poco más... tu tópico? muy bien traído.
Un abrazo,
Desde la Ignorancia, Lucas Liz.
Empieza con fuerza y sorprendiendo en los plantemientos, pero las ganas de sorprender en cada secuencia acaban con la cinta a la media hora. Como hsy dinerito fresco invertido, pues se ve sin dolor, pero uno se la puede ahorrar y seguir viviendo como su tal cosa.
ResponderEliminarHola Tarquin!!
EliminarQué placer verte de nuevo por aquí. Muchas gracias por dejarnos este comentario.
La fuerza de las burbujas iniciales, pero en cuanto se calienta...pierde toda su potencia.
Un abrazo,
Desde la Ignorancia, Lucas Liz.
Pues yo debo ser una auténtica inculta en esto porque a mí esta peli me gustó mucho jejejeje.
ResponderEliminarHola Marisa G.
EliminarMuchas gracias por dejarnos tu comentario y pasarte por aquí de vez en cuando.
No te creo, los ignorantes somos nosotros y cada día lo demostramos más. Además, ya sabes que para gustos,los colores.
Un fuerte abrazo.
Desde la Ignorancia, Lucas Liz.
...al igual que para los vinos!! Jajajaja....
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