lunes, 25 de octubre de 2010

Play it Again, Sam (Sueños de un Seductor)

Año: 1972.

Dirección:  Herbert Ross.

Intérpretes: Woody Allen, Diane Keaton, Tony Roberts.

Sinopsis
Adaptación cinematográfica de la obra de teatro escrita por W. Allen e interpretada por los mismos protagonistas que intervienen en la película.
El personaje interpretado por Allen, Allan Felix, es una gran cinéfilo cuya esposa le acaba de abandonar. Sufre alucinaciones en las que se le aparece Humpfrey Bogart, en su papel de Rick Blaine en Casablanca, dándole consejos de cómo tratar y conquistar a las mujeres.
El matrimonio formado por Dick y Linda (personajes de Tony Roberts y Diane Keaton) tratan de buscarle una nueva pareja y le hacen acudir a citas con distintas mujeres, planteándose un curioso abanico de situaciones.
Nunca se sabe donde puede encontrarse el amor.

Crítica
Una vez más, en esta reciente inmersión en el cine clásico de Woody Allen a modo de modesta retrospectiva, desde la Ignorancia nos sumergimos en esta cinta del año 1972; éxito de crítica y público en su día.
Y lo primero que podríamos decir es que se trata de una película fantástica y divertida, con un terceto de protagonistas que están brillantes, cada uno a su forma y en su papel, destacando por encima de todos Woody Allen. Bordando un personaje neurótico, hipocondriaco, inseguro, torpe, casi ridículo, pero cómico, sobre todo cómico. Diane Keaton, en su primera colaboración con Allen, está hermosa, radiante y contagia al espectador "ese buen rollo" que se estableció con Allen y que les llevó a protagonizar otros éxitos posteriores como  Annie Hall y Misterioso Asesinato en Manhattan. Tony Roberts también está muy bien, hilando un personaje que se debate entre la amistad, las responsabilidades labores y su relación sentimental. Con escenas al teléfono, casi disparatadas. Bien, muy bien por los tres.
Como hemos comentado, el guión es una adaptación casi fiel de la obra de teatro, la cual era magnífica, si bien por ponerle alguno pero, le tacharé de previsible; pero no por ello nos resta dosis de comedia a toda la cinta.
Es sin duda un delirante homenaje a Casablanca y a su protagonista masculino, desde la locura y lo cómico, ¿cómo se pueden llegar a comparar ambos personajes? Ahí reside su encanto y su risa, estás viendo al personaje de Woody Allen que quiere ser el seductor y "el castigador" de mujeres que era Bogart,..., jajaja,...,imposible, verdad?
Sin duda muy recomendable para pasar un muy buen rato. Desde aquí debemos darle al menos un notable, y no creo que sea un labor de generosidad por mi parte, que luego me decís que soy muy "crítico".

Nota general: 7 sobre 10.

Trailer

viernes, 22 de octubre de 2010

The Social Network (La red social)

Año: 2010.

Dirección: David Fincher.

Intérpretes: Jesse Eisenberg, Andrew Garfield, Justin Timberlake, Armie Hammer, Joseph Mazzello, Max Minghella, Rashida Jones, Brenda Song, Rooney Mara.

Sinopsis
Película construida a partir de un guión de Aaron Sorkin basado a su vez en el libro "The Accidental Billionaires" de Ben Mezrich.
La Red Social nos cuenta la historia (los principios de la misma) de los jóvenes creadores de Facebook, desde su concepción en la Universidad de Harvard hasta llegar a convertirse en el gigante que actualmente es, provocando que Mark Zuckerberg sea un de los jóvenes con una de las mayores fortunas del mundo.
Mark, personaje interpretado por Jesse Eisenberg, es un alumno de la Universidad de Harvard, reservado, introvertido y un genio de la programación, que junto con su mejor amigo Eduardo Saverin (personaje interpretado por Andrew Garfield), deciden crean un espacio web en el que los estudiantes puedan coincidir con otros alumnos de la universidad y compartir información, fotos, etc. El rápido crecimiento de la web, la aparición del Sean Parker (creador de Napster) y la posibilidad de robo de la idea original, provoca una serie de desencuentros personales y profesionales, que acaba llevando a Mark ante los tribunales por una doble demanda.  De ahí la frase que reza en la portada: "No se hacen 500 millones de amigos sin hacer unos cuantos enemigos."

Crítica
Mucho había leído y oído de la nueva película de David Fincher antes de ir a verla, lo que sin duda había generado en mi grandes expectativas que no se han visto correspondidas tras su visionado. Sí, lo puedo decir; me esperaba más. Es el gran problema de fijar expectativas, pero tanto la debilidad que siento por algunos trabajos de este director como toda la repercusión mediática de la película, me habían hecho concebir esperanzas de que tal vez estuviésemos ante, como he leído en alguna critica, la película del año. Pues siento decirles señores que para mí no, ni de lejos. Este relato que explora los límites de la amistad, la codicia y la genialidad tiene cosas buenas, pero también regulares, y alguna que otra tirando a mala.
Empezaremos por los aspectos que más me han gustado. En primer lugar, lo mejor, sin duda, se lo debemos al montaje y al desarrollo temporal no lineal del film, moviéndose entre dos etapas distintas con continuos saltos entre ellas: los inicios de la historia y el momento en el que Mark se encuentra inmerso en las dos demandas que contra él han interpuesto su mejor amigo Eduardo, por discrepancias económicas y accionariales de la empresa, y los gemelos Cameron y Tyler Winklevoss, por robo de la idea. Esta irregularidad temporal lo convierte en algo ágil, vivo y atractivo para el espectador, lo que consigue engancharte a la historia y acercarte a los personajes, a sus ambiciones, a sus carencias y a sus virtudes. En ningún momento decae y eso se agradece.
Más que correctas, buenas diría yo, son también las interpretaciones de Jesse Eisenberg y de Andrew Garfield. El primero completa un trabajo excelente, dando vida a un personaje difícil que cumple muchos de los tópicos de un genio, en este caso, capaz de transformar una idea en un imperio. Un chico introvertido, con dificultad para las relaciones sociales (y curiosamente, o no, fundador de la mayor red social concebida), prepotente, inteligente y perfeccionista. La interpretación de Andrew Garfield también es bastante buena, por encima de otras que le he visto (me viene a la cabeza su horrendo papel en el Imaginario del Doctor Parnassus).
Lo menos bueno. Lo primero, como ya he dicho, las expectativas que uno se genera. Para un ignorante como yo, no está a la altura de otras cintas de David Fincher y no la ubicaría dentro de sus tres mejores; no me llega ni a Seven, ni a Alien, ni a The Game, ni al Club de la Lucha, ni a la reciente El curioso caso de Benjamin Button.
La aparición aquí de Justin Timberlake, me sobra.
Otro atractivo para mí era la música de Trent Rentzor, con el que ya había trabajado Fincher en algún vídeo musical, la cual también me ha decepcionado.
El trailer era inteligente, ágil, vivo, voraz,..., la película no me lo parece tanto. La tildo también de oportunista y en ocasiones roza "lo freak", pero esto quizá fuese una necesidad del universo informático y empresarial en el que se desarrolla.
No sé, tengo la sensación de que no le puedo dar más de un aprobado, si bien sé que esta no es la opinión generalizada de la crítica,..., bueno ya se sabe de mi Ignorancia y de la libertad que me da este humilde blog para decir lo que pienso, sin tapujos.

Nota general: 5,5 sobre 10.

Trailer

Leer critica La red social en Muchocine.net

domingo, 17 de octubre de 2010

Letters From Iwo Jima (Cartas desde Iwo Jima)

Año: 2006.

Dirección: Clint Eastwood.

Intérpretes: Ken Watanabe, Kazunari Ninomiya, Tsuyoshi Ihara, Ryo Kase, Shido Nakamura.

Sinopsis
Película que presenta la visión japonesa de la batalla más cruenta que tuvo lugar en el Pacífico durante la II Guerra Mundial. El ejército estadounidense fijó la isla de Iwo Jima como objetivo vital para acometer su posterior ataque sobre el resto del país nipon. La visión americana de la misma batalla la plasmó también Clint Eastwood en el film "Banderas de nuestros padres" (Flags of Our Fathers, 2006).
Ambas tratan de mostrar, a través de un "experimento inédito" en el cine, las dos caras de una misma contienda, filmadas en sus respectivos idiomas y dándole protagonismo pleno a cada bando.
En este caso la película se centra en la resistencia japonesa en la isla, utilizando como vínculo narrativo las cartas escritas por los soldados nipones a sus familiares. La estrategia de defensa diseñada por el general Tadamichi Kuribayashi (personaje interpretado por Ken Watanabe) se basó en la construcción de una serie de túneles para tratar de paliar la escasez de medios y la inferioridad numérica sobre el ejército americano.

Crítica
Loable, veraz y exitosa experiencia: narrar la misma batalla desde el punto de vista de los dos bandos opuestos.
Cartas desde Iwo Jima supone un hermoso y sosegado relato antibelicista, desde el primer minuto hasta el último fotograma. Es un film cuya realización se ha preocupado de todos y cada uno de los detalles, constituyendo una maravilla casi poética, extremadamente cuidada. La crítica al belicismo y al sin sentido de la guerra crece desde las pequeñas historias de hombres normales y corrientes que se ven empujados a la batalla y a la guerra, arrancándoles de sus vidas y sus familias. Pinceladas, mejor dicho brochazos de una humanidad casi dolorosa, en momentos en los que la guerra hace brotar sentimientos despreciables en un hombre. Es capaz de mostrarnos todo el dolor que causa la guerra sin centrarse en adornos bélicos y escenas de gran carga dramática, lo que considero un acierto. Como aciertos son, innegables, el hecho de rodarse con actores japoneses, en japonés y en ese falso "blanco y negro", que le da a la cinta unos tintes de calma y sosiego, en el seno de tensión y el horror.
Una película con una gran historia que contar, con mensaje, dónde los actores son meros peones de la misma, si bien sus interpretaciones, desde esa tranquilidad necesaria, consiguen completar y dar forma a esta bonita película. Destaco la veraz interpretación de Ken Wetanabe; considero que realiza un trabajo notable.
Aspectos negativos, se los veo: requiere de cierto esfuerzo por el espectador dado el ritmo lento y pausado de la narración, ante lo cual se puede caer, de manera comprensible, en cierta somnolencia e incluso pequeñas dosis de aburrimiento; no fue este mi caso, si bien no me extrañaría observarlo.Y quizá algo larga, sí puede ser.

Nota general: 6,5 sobre 10.

Trailer

Leer critica Cartas desde Iwo Jima en Muchocine.net

miércoles, 13 de octubre de 2010

Wall Street 2: Money Never Sleeps (Wall Street 2: El dinero nunca duerme)

Año: 2010.

Dirección: Oliver Stone.

Intérpretes: Shia LaBeouf, Michael Douglas, Carey Mulligan, Susan Sarandon, Frank Langella, Josh Brolin, Eli Wallach, Charlie Sheen.

Sinopsis
Oliver Sotne y Michael Douglas se reunen veintitrés años después para dar forma a la segunda parte de la magnífica "Wall Street" estrenada en 1987.
Ambientada veinte años después, Gordon  Gekko (personaje al que da vida M. Douglas), tras un periplo de ocho años en la cárcel por uso de información privilegiada y fraude, conoce al que será su futuro yerno Jacob (personaje interpretado por Shia LaBeouf), el cual, curiosamente, se dedica también al mundo de las finanzas y las inversiones en Wall Street.
Jacob ve en Gordon un maestro y un aliado en la lucha por vengar el derrumbe de la empresa en la que trabajaba y el suicidio de su mentor (personaje interpretado por Frank Langella), dentro del marco de la actual crisis financiera que comenzó en 2008. Gordon ve en Jacob la posibilidad de reconciliación con su hija (personaje de Carey Mulligan) y el camino para penetrar de nuevo en el juego financiero y, como él dice, competir.

Crítica
No me puedo resistir a empezar recurriendo al manido tópico, y no por eso menos cierto, de que "las segundas partes nunca fueron buenas". En esta ocasión, veinte años después Oliver Stone retoma uno de sus grandes títulos (no el mejor, claro está, me quedó antes con Platoon, Nacido el 4 de Julio o Giro al Infierno) volviendo a dirigir a Michael Douglas como el implacable tiburón de las finanzas Gordon Gekko, que le dio el Oscar al mejor actor. Pues bien, desastre en ambos sentidos: destroza una trepidante, viva, emocionante y fuerte primera parte, y humilla un grandísimo papel de villano del señor Douglas en esa primera entrega.
Lo primero que me viene a la cabeza como posible motivación de la película es cierto afán oportunista. Oportunista por el momento: nos encontramos inmersos en una crisis financiera de gran relevancia que ha sacudido a todo el planeta (en especial a España, sí señores dirigentes, también a España, aunque tardaron en darse cuenta, mejor dicho, en reconocerlo), y que se inició en Estados Unidos, con el desinfle de la burbuja inmobiliaria y de los créditos hipotecarios. Oportunista porque todos podemos hacernos una idea de qué y qué tipo de trabajos ha desarrollado últimamente Oliver Stone (Looking for Fidel, Alejandro Magno, World Trade Center, etc.), lejos de algunos productos de calidad que realizó en el pasado, pensando que quizá, éste le reubicaría en primera línea; flaco favor se ha hecho, mejor haber dejado "Wall Street" como está. Oportunista por hacer que el personaje principal sea un amante de las energías renovables (llamadas aquí verdes), y hacerlo enloquecer con un proceso de fusión, ejm..., sí, sí he dicho fusión, no estoy dándome a la bebida, aunque después de ver esto, quizá debería. Oportunista por aprovechar el tirón de un excelente malvado llamado Gordon Gekko, todavía actual, brillantemente puesto en escena por el señor Douglas, cuya frase "La codicia es buena" se sigue empleando en el parqué y en los noticiarios bursátiles. Oportunista por aprovechar un reparto, en cuanto a nombres, bueno o al menos en alza, compuesto por Carey Mulligan (An Education), Shia LaBeouf (Transformers, última entrega de Indiana Jones y recientemente designado como uno de los actores más rentables), Josh Brolin (No es país para viejos, Encontrarás al hombre de tus sueños, W.) Susan Sarandon (no necesita presentación) y a Frank Langella (Nixon en Frost/Nixon).
Salí del cine diciendo, "ya está, eso es todo". No encuentro las cualidades que hicieron grande a la primera parte, como fue su fuerza, su energía, su increíble maldad, su explosión de avaricia, codicia y falta de moral alguna, etc. Estamos ante una historia cansina, falta de tensión, de escasa agresividad y aburrida, que sin lugar a duda decepciona.
Es una cinta a lo que no me atrevo ni a calificar de entretenida y ni mucho menos a darle valor como posible crítica al capitalismo feroz y al mundo de las finanzas, eso ya quedaba recogido en la primera, y aquí, por contra, quizá se ridiculice. No le doy seriedad alguna a ese posible fondo por todo lo que he dicho, además de por el hecho de introducir pequeños guiños al espectador (como pueden ser la propia aparición de Oliver Stone o de Charlie Sheen, co-protagonista de la primera entrega) que la desvirtúan aún más. Añadiendo un final poco menos que irrisorio y digno de película de sobremesa propicia para el noble arte español de adormecerse en el sofá tras la comida.
Sólo destaco la presencia en pantalla de Michael Douglas que consigue rellenar lo que la historia no tiene, si bien, el papel no está a la altura del anterior. El reparto que le acompaña está más que digno para el material que manejaban. Josh Brolin, acertado. Carey Mulligan, siempre guapa. A Shia LaBeouf no le bajan de la moto, ¿o qué? Susan Sarandon, una pena, se está prestando a cosas que no debiese. Frank Langella, correcto.
No me atrevo a darle más de un 2,5 y siento que soy muy generoso en esta ocasión. Quizá sea una obra maestra sólo apreciable para los no ignorantes, como un servidor.

Nota general: 2,5 sobre 10.

Trailer

Husbands and Wives (Maridos y Mujeres)


Año: 1992.

Dirección: Woody Allen.

Intérpretes: Woody Allen, Mia Farrow, Sydney Pollack, Juliette Lewis, Judy Davis, Blythe Danner, Liam Neeson, Lysette Anthony, Ron Rifkin, Blythe Danner.

Sinopsis
Relato sobre las relaciones de pareja, sus dificultades, sus silencios, sus ambiciones,..., expuesto desde las vivencias de dos matrimonios, el formado por los personajes de Sydney Pollack y Judy Davis, y el que componen el personaje de Woody Allen y el de Mia Farrow.
Tras una aparente normalidad y cordialidad, el anuncio de separación entre Jack (personaje interpretado por Sydney Pollack) y Sally (papel de Judy Davis), provoca una gran convulsión en el matrimonio de sus amigos Gabe (Woody Allen) y Judy (Mia Farrow). Esta  revelación desencadena que la relación entre Gabe y Judy vaya derivando hacia una crisis y ambos se vayan dando cuenta de que su unión tampoco goza de muy buena salud. Posibles nuevas relaciones, libertades de pareja, filtreos varios se presentan como vía para que cada uno de ellos comprenda la realidad de sus vidas, solas o en pareja y con qué pareja.

Critica
Dentro de mi inmersión en el universo cómico, exagerado y neurótico de Woody Allen, me he decidido a ver una cinta suya más y ya es la cuarta en poco tiempo. Sobre ésta tengo sensaciones y conclusiones contrapuestas. Por un lado tengo que reconocerle la maestría con la que logra recoger la problemática de las relaciones de pareja, mirándolas de tú a tú, sin adornos y de forma directa, clara. Pero por otro lado, se me queda coja en las formas, muy justa, a lo que le añado que la especie de formato documental-entrevista (y ya sé que no es un término muy correcto para definirlo), no me acaba de gustar.
Se puede decir que estamos ante un drama sentimental de gran clarividencia que expone la complejidad de las relaciones de pareja, desde su interior, forjado desde las aspiraciones, deseos e inquietudes de las dos parejas protagonistas, con distintas problemáticas y distintos finales, que aquí no revelaremos. Rozando casi la violencia íntima. Por tanto, creo que podemos concluir que el guión, la historia es rica, plena y entretenida, si la temática te seduce, cosa que he de reconocer, no me pasa.
En cuanto a las formas, como ya he adelantado, no me gusta. No me convencen las visiones a posteriori de los protagonistas a modo de entrevista para la televisión, le reconozco cierto aire de cambio e innovación. Aún así no me convence. Tampoco me seduce y de hecho me cansa, las tomas tan largas con una misma cámara que se va moviendo de forma rápida y caótica al tratar de seguir los diálogos; me satura, me aburre.
En las interpretaciones destaco a Judy Davis en su papel Sally, el cual le valió, si no recuerdo mal, una nominación al Oscar y otra a los BAFTA británicos. Rol de mujer madura que se siente sexy, guapa, pero que alberga muchas dudas sobre su posible libertad sentimental y sobre su sexualidad. También me quedo con el papel de Sydney Pollack, ese director metido a actor circunstancial; no está mal, justo, no es lo suyo pero no está mal.
Recibió muy buena crítica en su tiempo. No obstante y por lo expuesto, no puedo darle un aprobado, lo que me reafirma una vez más en que mi Ignorancia es mucha y osada.

Nota general: 4,5 sobre 10.

Trailer

lunes, 11 de octubre de 2010

Buried (Enterrado)

Año: 2010.

Dirección: Rodrigo Cortés.

Intérprete: Ryan Reynolds.

Sinopsis
Un civil llamado Paul Conroy (personaje interpretado por Ryan Reynolds), que trabaja como transportista en Irak, se despierta con una herida en la cabeza, en un habitáculo muy pequeño, cerrado. Está confuso, muy confuso. Pronto se da cuenta de que está encerrado en un ataúd, enterrado y víctima de un secuestro. Dispone de un teléfono móvil y un mechero como herramientas para tratar de salir de allí, presionado por su secuestrador que le da noventa minutos para conseguir que el gobierno norteamericano pague cinco millones de dolares.

Crítica
Se podría decir que estamos ante un experimento cinematográfico arriesgado, una apuesta del director Rodrigo Cortés por un guión y una historia que se circunscribe a un único espacio, al interior de un ataúd. No es la primera vez que nos vemos inmersos en él, ya antes otros genios como Hitchcock o Tarantino, nos han introducido en una caja de madera bajo tierra, pero nunca toda la película se ha desarrollado en tan reducido y singular espacio. No obstante, antes de darles mi veredicto sobre lo inusual y arriesgado de la apuesta, déjenme darles algunas pinceladas, matices y opiniones desde la ignorancia, que me llevan a catalogarla como buena, muy buena.
Reconozco que tras los primeros diez minutos y pasada la agonía inicial provocada por las exhalaciones iniciales de Paul Conroy y de vernos limitados a un espacio tan reducido, el sueño se apoderaba de mí. Pronto se tornó en todo lo contrario. El vaivén de calma y acción, los giros entre momentos de pausa y momentos estresantes, me cazaron y empezaron a agobiarme, a provocarme la claustrofobia del personaje. Todo ello es consecuencia directa de la brillante conjunción entre dirección y edición (el montaje!! ay, qué importante es): nos alternan momentos de ahogo con pausas de respiración profunda, terminando con una media hora final, excepcional, pura, agónica, donde se mezcla resignación y esperanza. Concluye con una tremenda frustación final, que no por ello deja de ser acertadísima: brutal, sobrecogedor, en el que se llega a sentir miedo, desesperación, ansiedad, angustia, odio, esperanza.
Casi una exigencia, pero no por ello tenemos que dejar de mencionarlo, es la necesidad de no salir nunca al exterior, de mantenerse en todo momento en el asfixiante y oscuro espacio limitado del ataúd. Eso  imposibilita la distracción, la pérdida de contacto con la realidad del protagonista e impide la huida, la visión, el oxígeno.
Notables y patentes son las influencias en el director de aquellos clásicos del género tejidos por el inolvidable Alfred Hitchcock. Por momentos, también me parece que estoy dentro de aquel Diablo sobre Ruedas, que tan magistralmente dirigió Steven Spielberg, donde la angustia, el sentimiento de incapacidad, lo trágico, la lucha contra el mundo y la soledad del que no puede hacer nada ante ese entramado que le está ahogando, quedaron tan bien expuestos.
Por seguir con las formas, no puedo olvidar de la fotografía y la luz, siempre la luz. Mucho del mérito se lo doy a Ryan Reynolds, del que después hablaré en lo relativo a la interpretación. Es admirable como es capaz de jugar con la posición del móvil, del zippo y de la linterna, para que la cámara logre recoger en plenitud su sufrimiento, su pavor, su angustia, su cansancio,.., pero también su esperanza y su coyuntural ironía, que llega a ser hasta graciosa, a pesar de las circunstancias. Admirable también como la sangre, la arena y el sudor se presentan como tres protagonistas más que juegan en pro de la sensación, mejor dicho de la transmisión de la sensación, la cual llega al espectador, nos impregna y no hace sentirnos así, heridos, sudados,..., desesperados, al borde del abismo y sin nada que hacer, porque nadie lo quiere hacer.
En cuanto al contenido y que no hayamos comentado ya; ¿hay mensaje?, claro que sí. Una dura crítica al belicismo contemporáneo (curiosamente sin verse ninguna escena de guerra),  a las miserias de la sociedad actual, al mísero e inmoral beneficio empresarial.
Alegato anti-bélico claro y definido. El responsable del grupo de salvamento le comenta a Paul que qué piensa de sus secuestradores; "quizá no sean más que personas como tú y cómo yo, a las que se le ha quitado todo. Qué no harías tú en esa situación por tu familia".
Crítica al capitalismo asentimental y a la codicia sin sentido, encarnadas por esa empresa fría que es capaz de despedir a un trabajador en esa situación, para no tener que verse inmersa en la problemática derivada y en asumir costes de seguros de vida y médicos para la familia. Esas empresas que sólo buscan el negocio, exigiendo compromiso del empleado y no dando nada a cambio.
Se vislumbra, no de forma poco irónica, esa crítica a la sociedad actual, a las formas de la misma. A todo espectador, aunque sea un poco frívolo decirlo, los comienzos de la película le recuerdan a la imposibilidad que tenemos para hacer ciertas gestiones por teléfono, cuando te pasan de operador en operador, te tienen largos tiempos en espera y al final no consigues nada. El pobre Paul Conroy se desespera en contestar preguntas y más preguntas con distintos interlocutores, pensando,..., "joder que estoy enterrado, sin oxígeno y a punto de morir, qué coño importa mi número de la seguridad social". Así es señores, así es. A eso estamos derivando.
Por último y tratando de ser breve, que ya bastante me estoy extendiendo, me fijaré en Ryan Reynols. Excepcional. Su mejor interpretación, de largo, bien es verdad que había mucho margen de mejora. Genial no sólo en la interpretación, también como herramienta; además de transmitir y contar, ilumina y coloca.
Como puntos negativos, si se me permite, hay algunas licencias que sobran y no son necesarias. Me refiero aquí a la escena de la serpiente; sinceramente, se podría eliminar.
Ahora sí. Veredicto: la apuesta arriesgada, sin duda, sale victoriosa y con nota.

Nota general: 8 sobre 10.

Trailer

Leer critica Buried (enterrado) en Muchocine.net

Manhattan Murder Mystery (Misterioso Asesinato en Manhattan)

Año: 1993.

Dirección: Woody Allen.

Intérpretes: Diane Keaton, Woody Allen, Alan Alda, Anjelica Huston, Jerry Adler, Lynn Cohen, Joy Behar, Ron Rifkin, William Addi, John Doumanian, Sylvia Kauders.

Sinopsis
Larry y Carol Lipton (personajes interpretados por Woody Allen y Diane Keaton) son un matrimonio neoyorkino que viven en un apartamento de Manhattan. Su vida transcurre con total normalidad, hasta que la muerte de una vecina irrumpe en su quehacer cotidiano. Carol está convencida ha sido víctima de un asesinato perpetrado por el propio marido. Larry la toma por paranoica e intenta quitarle la idea de la cabeza. No obstante, Carol, junto con su amigo Ted (personaje de Alan Alda), comienzan su propia investigación y siguen al vecino tratando de dar forma al posible asesinato. Es entonces cuando Larry, movido por los celos y animado por una seductora escritora (personaje de Anjelica Huston) se une a la investigación.

Crítica
En mi labor de acercarme al que mucho consideráis un genio de este noble arte llamado cine, he decidido profundizar en algunos de sus clásicos. Si la semana pasada me decidí a ver "Broadway Danny Rose", y bien sea dicho, fue una gratísima sorpresa, esta semana me he lanzado a ver esta conocida película del director neoyorkino.
En primer lugar tengo que calificarla de bastante buena y a continuación le pondría una serie de adjetivos que yo creo que le hacen cierta justicia: gamberra, graciosa, neurótica, ágil, divertida, amena, enloquecida, hilarante y rebosante de ingenio, energía y ritmo.
Tengo que reconocer que me cuesta mucho catalogarla, si bien es verdad que se trata de una comedia al uso propia del director, por momentos me veía inmerso en un pseudo-thriller caótico y a la vez brillante. Una historia jugosa, ágil, brillante y porque no decirlo, con talento, bastante talento. Todo ello aderezado con buenas dosis de humor, dosificado en deliciosas perlas, como ese momento en el que Diane Keaton y Woody Allen salen de una ópera de Wagner y el personaje de Allen justifica su "huida prematura" de la sala diciendo "No puedo escuchar tanto Wagner, me entran ganas de invadir Polonia". Las escenas están perfectamente medidas y entramadas unas con otras de tal forma que se convierte en una película ágil y divertida, nada pesada. Bien es verdad y por ponerle una pega al guión, que resulta un poco increíble montar una sospecha de asesinato con tan poco, y sustentar desde ahí un trama completa, pero quizá en ello resida la grandeza de la historia, además de en las formas cómicas de llevar a cabo la investigación.
El cuarteto protagonista brilla, destacando por encima del resto la pareja femenina, sin menospreciar a Alan Alda. Anjelica Houston está estupenda, seductora, enigmática, provocadora, simplemente arrebatadora. Allen brinda una interpretación neurótica y ácida como otras tantas veces.
No me cuesta reconocer que de las películas de Allen que he visto, estoy ante una de las mejores, si bien es verdad es que me faltan muchas por ver. No obstante en esta tarea de aproximación al genio, seguiré dando luz a mi ignorancia y prometo nuevas opiniones al respecto.

Nota general: 7 sobre 10.

Trailer

martes, 5 de octubre de 2010

Broadway Danny Rose

Año: 1984.

Dirección: Woody Allen.

Intérpretes: Woody Allen, Mia Farrow, Nick Apollo Forte.

Sinopsis
Un grupo de cómicos se reune entorno a una mesa del  restaurante Carnigie Deli de Nueva York (establecimiento que existe en la realidad, http://www.carnegiedeli.com/home.php) y se cuentan anécdotas y avatares de la profesión. Conforme avanza la conversación sale a relucir el nombre de Danny Rose (personaje interpretado por Woody Allen).
Danny es un representante de artistas, algunos de los cuales representan lo más peculiar y desastroso del gremio: desde un bailarín de claqué con una sola pierna, hasta un malabarista manco, pasando por un xilofonista ciego y un hipnotizador incapaz de sacar del trance a sus ocasionales colaboradores. La mejor anécdota, que copa la historia principal de la película, nos cuenta la época en la representaba a un cantante, Lou Canova (personaje interpretado por Nick Apollo Forte) pasado de moda que vuelve a triunfar, y por el cual, llega a poner en peligro su propia vida.

Crítica
Aroma a cine puro y duro de Woody Allen. No es de sus comedias más conocidas, pero para mi sí que puede estar entre las mejores. Si bien, reconozco no ser un apasionado del "universo Allen", lo que influye de forma notoria en mi parecer final.
Ahora que la sobreproducción le puede estar conduciendo a la mediocridad, me he decido a ver esta película de Allen, que nos recuerda muchas de las virtudes y cualidades que le han llevado a donde está.
Grandísimo acierto el rodarla en blanco y negro, lo que le confiere cierto aroma añejo a cine clásico, incluso a cine negro. Esa gran fotografía va acompañada de un correctísimo montaje, que no abusa del flashback, ni de los saltos temporales, aún a pesar de narrarse una historia en dos espacios temporales distintos. Además introduce a los personajes de forma rápida, breve y sencilla, lo que no da ninguna sensación de superfluo, excesivo, sobrante o recargado, adjetivos que sí pondría a otros films de Allen.
Es una corta y buena historia, plasmada en un interesante guión, con grandes dosis de humor, que hacen que el espectador se interese por la trama y aguarde con inquietud las andanzas de Danny, esperando que las cosas le vayan bien, a este perdedor, que aún así todos querríamos tener como amigo, creyendo siempre en nuestras posibilidades. Pronto se siente gran simpatía y compasión por ese increíble, apasionado y luchador representante, que cree firmemente en todo aquel artista que representa, volcándose sobre ellos hasta las últimas consecuencias.

Quizá, de lo más flojo que se puede destacar son las interpretaciones y me explico. Allen completa un papel bastante redondo, alejado de lo excesivamente neurótico y recargado de otras de sus actuaciones, si bien es claramente reconocible su perfil habitual. Mia Farrow guapa, muy guapa, pero lejos de la brillantez. Apollo Forte, lejos de resto del reparto y de la media general de la película en cualquiera de sus aspectos. Eso sí, se dibuja un elenco de personajes secundarios, brillantes, ricos, entrañables y nada exentos de talento.
Por todo ello y siempre desde la Ignorancia parcial y subjetiva, le damos un aprobado.

No quiero dejar escapar esta oportunidad para contar una última anécdota. En un viaje a New York pude desayunar en el Carnegie Deli, y puede apreciar como lo que al final del film se cuenta, es verdad y este restaurante le "ha concedido uno de los mayores honores que se pueden conceder en Broadway", darle nombre a uno de los platos del menú, tal y como se recoge en la imagen adjunta.
Eso sí, recomiendo la película, no tanto el restaurante, sobre todo para los amantes de una dieta equilibrada, ya me entendéis.

Nota general: 6 sobre 10.


Trailer

viernes, 1 de octubre de 2010

Lope

Año: 2010.

Dirección: Andrucha Waddington.

Intérpretes: Alberto Ammann, Leonor Watling, Pilar López de Ayala, Juan Diego, Luis Tosar, Antonio de la Torre, Selton Mello, Miguel Ángel Muñoz, Sonia Braga, Jordi Dauder, Antonio Dechent, Mariano Venancio, Ramon Pujol.

Sinopsis
Biopic del que se pueda considerar el dramaturgo más grande de la historia, Félix Lope de Vega y Carpio (1562-1635), personaje interpretado por Alberto Ammann.
Se recoge aquí un episodio real en la vida de Lope, año 1588, cuando Lope vuelve a Madrid procedente de la guerra y comienza a dar sus primeros pasos en el teatro y en la poesía. Lope tendrá que elegir entre el amor de dos mujeres; Elena, personaje interpretado por Pilar López de Ayala, e Isabel, personaje de Leonor Watling. Amor, interés, ambición, sueños, convicciones, nobleza,..., todo jugará su papel para definir la elección y el futuro de Lope.

Crítica
Reconozco que tras el trailer, el cartel y los treinta primeros minutos de película, lo primero que me viene a la  cabeza es que podría estar a medio camino entre un "Shakespeare in love" a la española y un "Alatriste" sin tanto dinero y tantos fuegos de artificio.
Me sabe a poco, a muy poco, para honrar la memoria del grandísimo Lope de Vega, al que el propio Miguel del Cervantes definió como "monstruo de la naturaleza" para apelar a su ingenio, producción y brillantez. Ni de lejos, está a la altura del personaje, si bien eso era imposible.
La calificaré como justita, desde el contenido hasta el entretenimiento que provoca. No le veo grandes cosas que criticar, pero tampoco que alabar. Es bastante obvia y previsible, y un guión con algún giro dramático le hubiese venido bien. Se encorseta demasiado en la historia real, lo que la hace tremendamente previsible, rayando el formato documental o incluso de serie biográfica televisiva. No recuerdo tampoco momentos emocionantes y que abran al espectador la puerta de la pasión y las ganas de vivir, que tan bien plasmo Lope en su vida y obra, donde el amor, el deseo y la pasión, y todo ello aliñado con el vinagre del humor, fueron una constante.
Sin un guión excepcional, sin explotar en exceso las escenas de acción (no es una película de este género), sin recrearse en la caracterización de época, incluso podríamos decir que sin ciertas dosis de riesgo, de fuerza, de contundencia, la película se hace fuerte, crece y se completa desde las interpretaciones de sus tres personajes principales. Desde el principio la cámara se acerca y se enamora de Ammann, Watling y López de Ayala, descargando sobre ellos todo el peso de la película. Sin embargo, no es suficiente y no logran completar un producto convincente y pleno. Mejor Pilar López de Ayala que Leonor Watling. Creo que se hubiese conseguido un mejor efecto intercambiando los papeles de Pilar y Leonor, si bien ésta es una opinión muy, muy particular. Ammann correcto y creciendo como actor. Otra historia son los secundarios que les acompañan, donde hay de todo y para todos los gustos. Desde un excepcional Antonio Dechent, una vez más, a la increíblemente floja interpretación de Juan Diego, un grande nuestro cine y que aquí, no sé como ni porqué, no hace gala a su prestigio, sin duda bien ganado hasta el momento. Luis Tosar también llena la pantalla con su breves momentos.
Por todo ello y dado que apenas encuentro convencimiento en nada,  desde la Ignorancia no podemos darle un aprobado, si bien al no llegar a disgustar y al presentarnos un producto entretenido, la hace rozar el cinco.

Nota general: 4,5 sobre 10.

Trailer

Leer critica Lope en Muchocine.net
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...