Dirección: Edgar Wright.
Intérpretes: Michael Cera, Mary Elizabeth Winstead, Ellen Wong, Anna Kendrick, Chris Evans.
Sinopsis
Película basada en la novela gráfica de Bryan Lee O'Malley.
Scott Pilgrim (personaje interpretado por Michael Cera) es un adolescente, bajista de un grupo de rock canadiense, sin mucho éxito amoroso, quien se enamora locamente de Ramona V. Flowers (a quien da vida Mary Elizabeth Winstead).
Para poder conquistar a la chica de sus sueños se ve envuelto en la liga de los ex-novios de Ramona, teniendo que derrotar a sus siete ex-parejas para lograr "su corazón", lo que no va a ser nada sencillo.
Crítica
Scott Pilgrim (personaje interpretado por Michael Cera) es un adolescente, bajista de un grupo de rock canadiense, sin mucho éxito amoroso, quien se enamora locamente de Ramona V. Flowers (a quien da vida Mary Elizabeth Winstead).
Para poder conquistar a la chica de sus sueños se ve envuelto en la liga de los ex-novios de Ramona, teniendo que derrotar a sus siete ex-parejas para lograr "su corazón", lo que no va a ser nada sencillo.
Crítica
Surrealista película, basada en una novela gráfica, que desde que viésemos el tráiler en el cine hace años, teníamos ganas de ver. No nos pregunten por qué; la verdad es que no lo sabemos. Lo único que recordamos es una sensación de frescura y aliento renovador que nos caló y dejó huella en nosotros. Será cuestión de nuestro "frikismo con necesidad de ser renovado y confirmado habitualmente". Pues bien, años más tarde la hemos podido ver y aquí les relatamos nuestras impresiones.
Desde los títulos de crédito iniciales comienzas a ver que estás ante un producto diferente, una película poco convencional: una mezcla de punk-rock, videojuegos clásicos y cómic, lo que va generando en nosotros una tremenda expectación basada en el interrogante sobre si la fórmula funcionará o no. En principio, al menos nos atrae, y pese al sueño, nos mantiene pegados al televisor debatiéndonos en torno a ese interrogante. Bien es verdad que casi cualquier producto cinematográfico nos desvela y nos mantiene despiertos.
La cinta es acelerada y de continuos destellos: incansable. Pocas treguas y pausas entre acción, música y flashes. Nos provoca cierto asombro y a la vez, la sensación de encontrarnos en un paraje extraño, repleto de personajes "frikis", de chispeante color y alocadas escenas de lucha con unos ex-novios que tienen curiosos superpoderes, cuyas batallas terminan al más puro estilo de videojuego de finales de los ochenta, muy acorde con la estética pop-indie de la mayoría de los personajes.
No conocemos la novela gráfica por lo que no podemos valorar la fidelidad al original, pero sí que nos transmite un energético halo de sinceridad y de "violenta" amabilidad que te deja una sonrisa en la cara. Es corriente continua sin necesidad de transformador alguno. Energía que fluye. Es fresca, descarada y divertida sin recurrir a la exageración burda y manejando con soltura las continuas onomatopeyas y créditos que crepitan cada poco tiempo.
Un acierto es la elección del "empanao" Michael Cera como Scott Pilgrim (insistimos, desde la ignorancia y el desconocimiento de la novela gráfica en la que se basa). Ese mezcla de "friki", "fumao" y adolescente con todos los elementos para ser marginado, cuyas ansias sexuales se ven sorprendidas por el amor, es realmente enriquecedora para el personaje y le confieren una amabilidad y honestidad que hace que todo espectador sienta lástima por él y quiere involucrarse en su batalla, ayudarle. Independientemente de quién se lleve a la chica, te dan ganas de levantarte de la butaca y saltar a escena para echarle un cable, bien a la batería, bien a los puños... y si puede ser, llevarse a la señorita Flowers, cuyo pelo no puede hacer más honor a su apellido.
¿Musicalmente? Atractiva. ¿Visualmente? Agradable. ¿Cinematográficamente? Seamos realistas, justita, pero a nosotros nos hizo pasar un rato muy agradable y nos sacó unas pocas sonrisas, que en este tiempo no es poco. Las sonrisas bien valen que desde aquí la aprobemos.
Desde los títulos de crédito iniciales comienzas a ver que estás ante un producto diferente, una película poco convencional: una mezcla de punk-rock, videojuegos clásicos y cómic, lo que va generando en nosotros una tremenda expectación basada en el interrogante sobre si la fórmula funcionará o no. En principio, al menos nos atrae, y pese al sueño, nos mantiene pegados al televisor debatiéndonos en torno a ese interrogante. Bien es verdad que casi cualquier producto cinematográfico nos desvela y nos mantiene despiertos.
La cinta es acelerada y de continuos destellos: incansable. Pocas treguas y pausas entre acción, música y flashes. Nos provoca cierto asombro y a la vez, la sensación de encontrarnos en un paraje extraño, repleto de personajes "frikis", de chispeante color y alocadas escenas de lucha con unos ex-novios que tienen curiosos superpoderes, cuyas batallas terminan al más puro estilo de videojuego de finales de los ochenta, muy acorde con la estética pop-indie de la mayoría de los personajes.
No conocemos la novela gráfica por lo que no podemos valorar la fidelidad al original, pero sí que nos transmite un energético halo de sinceridad y de "violenta" amabilidad que te deja una sonrisa en la cara. Es corriente continua sin necesidad de transformador alguno. Energía que fluye. Es fresca, descarada y divertida sin recurrir a la exageración burda y manejando con soltura las continuas onomatopeyas y créditos que crepitan cada poco tiempo.
Un acierto es la elección del "empanao" Michael Cera como Scott Pilgrim (insistimos, desde la ignorancia y el desconocimiento de la novela gráfica en la que se basa). Ese mezcla de "friki", "fumao" y adolescente con todos los elementos para ser marginado, cuyas ansias sexuales se ven sorprendidas por el amor, es realmente enriquecedora para el personaje y le confieren una amabilidad y honestidad que hace que todo espectador sienta lástima por él y quiere involucrarse en su batalla, ayudarle. Independientemente de quién se lleve a la chica, te dan ganas de levantarte de la butaca y saltar a escena para echarle un cable, bien a la batería, bien a los puños... y si puede ser, llevarse a la señorita Flowers, cuyo pelo no puede hacer más honor a su apellido.
¿Musicalmente? Atractiva. ¿Visualmente? Agradable. ¿Cinematográficamente? Seamos realistas, justita, pero a nosotros nos hizo pasar un rato muy agradable y nos sacó unas pocas sonrisas, que en este tiempo no es poco. Las sonrisas bien valen que desde aquí la aprobemos.
Nota general: 5,5 sobre 10.
Tráiler
Hola ¡
ResponderEliminarPermíteme presentarme soy Ana Marcela, Periodista y fanática de las webs 2.0 Tanto así que me anime a tener mi propia web. El motivo de este mensaje es pedirte un intercambio de enlaces y así mejorar ambos en posicionamiento o lograr un mayor número de visitas.
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Hola Ana MArcela
EliminarMuchas gracias por tus visitas. Te escribo un correo electrónico directamente
Desde la Ignorancia, Lucas Liz.