Dirección: Icíar Bollaín.
Intérpretes: Luis Tosar, Gael García Bernal, Karra Elejalde, Juan Carlos Aduviri, Raúl Arévalo, Cassandra Ciangherotti, Carlos Santos, Dani Currás, Vicente Romero.
Sinopsis
El personaje de Gael García Bernal, Sebastián, es un director de cine obsesionado con la realización de una película sobre Cristóbal Colón y la opresión de la Castilla conquistadora sobre el pueblo indígena, haciéndoles pagar tributos en forma de oro. Costa (personaje interpretado por Luis Tosar) es el productor que trata de que la película sea lo más barata posible y así ajustar el modesto presupuesto del que disponen. Por esa razón elijen Bolivia para la filmación (concretamente en Cochabamba), por ser uno de los países más baratos y con mayor población indígena.
El rodaje coincide en el tiempo con la famosa Guerra Boliviana del Agua (año 2000) en la que este bien de primera necesidad es administrado por una multinacional, provocando el incremento de precios y el consiguiente malestar entre la población local, lo que desemboca en una revuelta.
Es inevitable establecer un paralelismo con lo ocurrido hace quinientos años; las gentes locales enfrentándose con palos y piedras al poder invasor, antes por oro y ahora por agua.
El personaje de Gael García Bernal, Sebastián, es un director de cine obsesionado con la realización de una película sobre Cristóbal Colón y la opresión de la Castilla conquistadora sobre el pueblo indígena, haciéndoles pagar tributos en forma de oro. Costa (personaje interpretado por Luis Tosar) es el productor que trata de que la película sea lo más barata posible y así ajustar el modesto presupuesto del que disponen. Por esa razón elijen Bolivia para la filmación (concretamente en Cochabamba), por ser uno de los países más baratos y con mayor población indígena.
El rodaje coincide en el tiempo con la famosa Guerra Boliviana del Agua (año 2000) en la que este bien de primera necesidad es administrado por una multinacional, provocando el incremento de precios y el consiguiente malestar entre la población local, lo que desemboca en una revuelta.
Es inevitable establecer un paralelismo con lo ocurrido hace quinientos años; las gentes locales enfrentándose con palos y piedras al poder invasor, antes por oro y ahora por agua.
Crítica
Después de más de ochenta películas comentadas Desde la Ignorancia ya os habréis dado cuenta de que no soy un fanático del cine español, ni siquiera un asiduo de las películas que en nuestro país se realizan. No son prejuicios, ni nada especial, pero es que pocos títulos me atraen y aún visionando mucha mediocridad, como reconozco que hago, sigo sin enfrentarme mucho a nuestro cine, pero prometo intentarlo. Sin lugar a dudas, productos como éste ayudaran a esta labor.
Icíar Bollain completa una película redonda, compleja y completa. Ultimamente he tenido tres buenas incursiones en nuestro cine: Enterrado (pido el Goya para su protagonista, Ryan Reynolds, pero creo que Javier Bardem por su Biutiful, y con su nominación al Oscar, tiene todas las papeletas (cinta que no hemos visionado Desde la Ignorancia) y sin olvidarme de Luis Tosar, ese gallego fornido paisano de mis antepasados, que se come la cámara y al genial Antonio de la Torre de Balada Triste de Trompeta: este año es realmente difícil la elección, porque el póker es de ases), También la Lluvia y Balada Triste de Trompeta, por este orden.
Iciar Bollain tiene muy claro lo que quiere contar, cómo lo quiere contar y consigue hacerlo muy bien. Tomando un muy buen guión de Paul Laverty logra ponerlo sobre la pantalla de forma exquisita y bella, conformando una cinta completa, muy bien filmada, con historia y con mensaje: un producto pleno, que no deja lugar a dudas.
El nombre del film ya nos lo dice todo, "También la lluvia". Yo quizá la hubiese llamado "Y También la lluvia", porque sin duda es eso; hasta las lluvia se nos quiere robar. Hasta ese bien de primera necesidad, mejor dicha de primerísima, el AGUA. También el agua se les quiere robar a esas pobres gentes, que trabajan sin descanso, que deben criar o cuidar a sus familias con escasos recursos y que lucharán hasta la muerte por lo que es suyo. ¿Y qué es más necesario que el agua? ¿Y de quién coño es el agua? El agua en su ciclo eterno, se evapora, se condensa en forma de gotas y desciende en forma de lluvia. Y llueve sobre todos nosotros, al menos sobre algunos, sin discriminar por sexo, dinero, raza, clase social, altura o credo. Entonces, ¿por qué nos la quieren robar multinacionales que sólo quieren enriquecerse? El agua es un bien de todos y para todos, es un patrimonio mundial y que da pena su gestión y uso vil en muchos lugares de esta casa nuestra que llamamos planeta y al cual tanto le estamos dando por el culo. Sí perdónenme, pero es así, lo estamos prostituyendo y alguien tendrá que pedirle cuentas al ser humano el día del sumarísimo juicio final. Pero éste es otro debate, volvamos a la película.
La historia y el retrato social está hilado con calma y con precisión milimétrica, acercando al espectador a la problemática en cuestión y haciendo que éste se haga partícipe de ella. Ello conduce al establecimiento de cierto paralelismo entre la situación que acontece en Cochabamba y lo que vivió el pueblo indígena quinientos años atrás, cuando nosotros, aquellos españolitos que enarbolábamos las banderas de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón llegamos al nuevo mundo y nos dió por someter, evangelizar, esclavizar y exprimir (cuatro verbos aquí totalmente sinónimos) a la población nativa. Esto es lo que tratan de retratar Sebastián y Costa en su película. Eran otros tiempos, otras inquietudes, otras ansias y otras circunstancias, pero no me nieguen que estamos hablando de enriquecerse unos, exprimiendo a otros, siendo estos otros los mas pobres, indefensos y los que más derechos tenían sobre esos recursos. No entraré a valorar las motivaciones y lo bueno y lo malo que tuvo el descubrimiento del a posteriori llamado continente americano, por parte del imperio castellano-aragonés, para eso ya hay mentes mejores y más doctas que la mía, y millones y millones de árboles con forma de papel rellenos con millones y millones de letras. Pero lo que nadie me va a discutir es el saqueo al que sometimos a aquellas gentes, cuyo único pecado era vivir allí donde habían nacido y aprovechar lo que la tierra, dios o perico de los palotes, les habían puesto alrededor.
La calificamos de cinta redonda porque las interpretaciones son también muy buenas, sobre todo las de Luis Tosar (este año tiene el goya muy difícil) y de Karra Elejalde (nominado a mejor actor de reparto). Tosar vuelve a comerse la cámara con su presencia y a dignificar la profesión de actor, acercándola a la humanidad de cualquier espectador que siente, padece, sufre, ama, llora, encoleriza, ebulle,..., este gallego es una actor como la copa de una secoya y cada año nos deja una interpretación brillante. Desde que le descubriésemos en la televisión gallega (Mareas Vivas) y su incursión en Los Lunes al Sol, no nos ha dejado de sorprender. Si no recordamos mal, son ya tres Goyas, dos como actor principal (Te Doy mis Ojos y Celda 211) y uno como actor de reparto (Los Lunes al Sol), pero este año lo tiene realmente complicado. Por otro lado, tenemos también a un Karra Elejalde magnífico, reinventándose así mismo y que le reengancha a la carrera de actor, a la que a veces apuntó, pero no siempre dió en el clavo. Su interpretación es sobresaliente; ese actor de talento decrépito, alcohólico y en el tramo final de su carrera, pero entregado, muy entregado a la profesión: puede caerle el Goya, señores, le puede caer.
Por contra, Gael García Bernal, justito y cumplidor, poco más. Este actor no nos acaba de convencer, sinceramente. No le acabamos de encontrar talento alguno, no sé, cuestión de la falta de criterio. Seguro.
Fuera de la carrera de los Oscar, pero con un buen saco de nominaciones a los Goya, Desde la Ignorancia le damos un notable, la recomendamos y nos alegramos porque una cinta así dignifica y engrandece a nuestro cine, al que alguna vez le he dado algún que otro palo.
Icíar Bollain completa una película redonda, compleja y completa. Ultimamente he tenido tres buenas incursiones en nuestro cine: Enterrado (pido el Goya para su protagonista, Ryan Reynolds, pero creo que Javier Bardem por su Biutiful, y con su nominación al Oscar, tiene todas las papeletas (cinta que no hemos visionado Desde la Ignorancia) y sin olvidarme de Luis Tosar, ese gallego fornido paisano de mis antepasados, que se come la cámara y al genial Antonio de la Torre de Balada Triste de Trompeta: este año es realmente difícil la elección, porque el póker es de ases), También la Lluvia y Balada Triste de Trompeta, por este orden.
Iciar Bollain tiene muy claro lo que quiere contar, cómo lo quiere contar y consigue hacerlo muy bien. Tomando un muy buen guión de Paul Laverty logra ponerlo sobre la pantalla de forma exquisita y bella, conformando una cinta completa, muy bien filmada, con historia y con mensaje: un producto pleno, que no deja lugar a dudas.
El nombre del film ya nos lo dice todo, "También la lluvia". Yo quizá la hubiese llamado "Y También la lluvia", porque sin duda es eso; hasta las lluvia se nos quiere robar. Hasta ese bien de primera necesidad, mejor dicha de primerísima, el AGUA. También el agua se les quiere robar a esas pobres gentes, que trabajan sin descanso, que deben criar o cuidar a sus familias con escasos recursos y que lucharán hasta la muerte por lo que es suyo. ¿Y qué es más necesario que el agua? ¿Y de quién coño es el agua? El agua en su ciclo eterno, se evapora, se condensa en forma de gotas y desciende en forma de lluvia. Y llueve sobre todos nosotros, al menos sobre algunos, sin discriminar por sexo, dinero, raza, clase social, altura o credo. Entonces, ¿por qué nos la quieren robar multinacionales que sólo quieren enriquecerse? El agua es un bien de todos y para todos, es un patrimonio mundial y que da pena su gestión y uso vil en muchos lugares de esta casa nuestra que llamamos planeta y al cual tanto le estamos dando por el culo. Sí perdónenme, pero es así, lo estamos prostituyendo y alguien tendrá que pedirle cuentas al ser humano el día del sumarísimo juicio final. Pero éste es otro debate, volvamos a la película.
La historia y el retrato social está hilado con calma y con precisión milimétrica, acercando al espectador a la problemática en cuestión y haciendo que éste se haga partícipe de ella. Ello conduce al establecimiento de cierto paralelismo entre la situación que acontece en Cochabamba y lo que vivió el pueblo indígena quinientos años atrás, cuando nosotros, aquellos españolitos que enarbolábamos las banderas de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón llegamos al nuevo mundo y nos dió por someter, evangelizar, esclavizar y exprimir (cuatro verbos aquí totalmente sinónimos) a la población nativa. Esto es lo que tratan de retratar Sebastián y Costa en su película. Eran otros tiempos, otras inquietudes, otras ansias y otras circunstancias, pero no me nieguen que estamos hablando de enriquecerse unos, exprimiendo a otros, siendo estos otros los mas pobres, indefensos y los que más derechos tenían sobre esos recursos. No entraré a valorar las motivaciones y lo bueno y lo malo que tuvo el descubrimiento del a posteriori llamado continente americano, por parte del imperio castellano-aragonés, para eso ya hay mentes mejores y más doctas que la mía, y millones y millones de árboles con forma de papel rellenos con millones y millones de letras. Pero lo que nadie me va a discutir es el saqueo al que sometimos a aquellas gentes, cuyo único pecado era vivir allí donde habían nacido y aprovechar lo que la tierra, dios o perico de los palotes, les habían puesto alrededor.
La calificamos de cinta redonda porque las interpretaciones son también muy buenas, sobre todo las de Luis Tosar (este año tiene el goya muy difícil) y de Karra Elejalde (nominado a mejor actor de reparto). Tosar vuelve a comerse la cámara con su presencia y a dignificar la profesión de actor, acercándola a la humanidad de cualquier espectador que siente, padece, sufre, ama, llora, encoleriza, ebulle,..., este gallego es una actor como la copa de una secoya y cada año nos deja una interpretación brillante. Desde que le descubriésemos en la televisión gallega (Mareas Vivas) y su incursión en Los Lunes al Sol, no nos ha dejado de sorprender. Si no recordamos mal, son ya tres Goyas, dos como actor principal (Te Doy mis Ojos y Celda 211) y uno como actor de reparto (Los Lunes al Sol), pero este año lo tiene realmente complicado. Por otro lado, tenemos también a un Karra Elejalde magnífico, reinventándose así mismo y que le reengancha a la carrera de actor, a la que a veces apuntó, pero no siempre dió en el clavo. Su interpretación es sobresaliente; ese actor de talento decrépito, alcohólico y en el tramo final de su carrera, pero entregado, muy entregado a la profesión: puede caerle el Goya, señores, le puede caer.
Por contra, Gael García Bernal, justito y cumplidor, poco más. Este actor no nos acaba de convencer, sinceramente. No le acabamos de encontrar talento alguno, no sé, cuestión de la falta de criterio. Seguro.
Fuera de la carrera de los Oscar, pero con un buen saco de nominaciones a los Goya, Desde la Ignorancia le damos un notable, la recomendamos y nos alegramos porque una cinta así dignifica y engrandece a nuestro cine, al que alguna vez le he dado algún que otro palo.
Nota general: 7,0 sobre 10.
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Leer critica También la lluvia (también la lluvia) en Muchocine.net
Hola Lucas,
ResponderEliminarBuena crítica, se nota que te ha salido desde la rabia, jejeje. A mí me gustó mucho la película, la vi en el pase de prensa y tuve la suerte de entrevistar a Gael García Bernal y charlar con Tósar, Bollaín, Laverty y Elejalde (y Aduviri, que no has dicho nada de él, y dios mío, que mirada) y eso te da una visión más completa del film.
Aún así, independientemente de esto y objetivamente creo que es una película muy bien construida, y muy bien rematada, dije en Cajón de Historias que no es una obra maestra pero sí una gran película y creo que merece el Goya principal.
He votado en tu encuesta, pero vamos, que está la cosa más que clara, tienes que ver Biutiful y lo entenderás!!!
Un abrazo!
Yo también me alegro que el cine español esté mejorando estos últimos años. Aunque aún no he visto esta.
ResponderEliminarHola Ismael!
ResponderEliminarPues sí, estoy de acuerdo, no es una obra maestra per sí una buena película y a mí me gustó mucho.
No he visto Biutiful, pero cuando la vea ya te comentaré.
Un fuerte abrazo y como siempre, muchas gracias por tus comentarios.
Desde la Ignorancia, Lucas Liz.
Hola Hilario!
ResponderEliminarUn placer leerte por aquí de nuevo. Yo sinceramente te la recomiendo y luego nos comentas.
Un fuerte abrazo.
Desde la Ignorancia, Lucas Liz.