Dirección: Lisa Cholodenko.
Intérpretes: Annette Bening, Julianne Moore, Mia Wasikowska, Mark Ruffalo, Josh Hutcherson.
Sinopsis
Historia de una familia poco convencional, formada por una pareja de mujeres homosexuales, Nic (personaje interpretado por Annette Bening) y Jules (Julianne Moore), que viven con sus dos hijos adolescentes, concebidos mediante inseminación artificial; la joven Joni de dieciocho años (personaje de Mia Wasikowska) y Laser (Josh Hutcherson) de quince.
Joni y Laser se ponen en contacto con la clínica de inseminación para conocer la identidad del donante, si esto fuese posible. Finalmente consiguen conocer a su "padre biológico" (personaje de Mark Ruffalo) y establecen una relación con él. Esta irrupción en la vida de la familia genera filias y disputas, perturbando lo que hasta ahora parecía una vida normal, en el seno de una familia poco convencional.
Joni y Laser se ponen en contacto con la clínica de inseminación para conocer la identidad del donante, si esto fuese posible. Finalmente consiguen conocer a su "padre biológico" (personaje de Mark Ruffalo) y establecen una relación con él. Esta irrupción en la vida de la familia genera filias y disputas, perturbando lo que hasta ahora parecía una vida normal, en el seno de una familia poco convencional.
Crítica
Sobremesa del viernes. La soledad, la necesidad de descompresión y de hacer tiempo, unidas al disfrute que nos supone una butaca de cine y esa pantalla en la que se dan cita muchas de nuestras ilusiones y de nuestros sueños hechos realidad, nos conducen a ver esta cinta en versión original, disfrutando de una sala compartida con apenas ocho mujeres que no bajaban de los cuarenta; he de reconocer que posiblemente en mi vida nunca más me encuentre encerrado en un habitáculo con ocho mujeres, dado mi justito poder de atracción hacia el género femenino,..., bueno con ocho en una misma habitación reconozco que estaríamos rozando el vicio.
Las primeras palabras son para decir que la película nos deja muy buenas sensaciones, cierto grado de bienestar, una sonrisa en la cara y una inusual calma. No es una obra maestra, ni siquiera una gran película, pero sí un producto sincero, sereno y placentero.
La cinta se construye desde un guión (obra de la propia directora) muy bien conformado que parte de una historia sencilla, aliñándola con ciertos elementos que la alejan de lo convencional, tales como la homoparentalidad de la pareja y que ambos hijos, uno concebido por cada una de las mujeres de la pareja, hayan sido fruto de la inseminación artificial con esperma del mismo donante.
La historia tiene brillantes elementos de comedia, de calidez, de calma, de humor, de sensibilidad, de sentimiento, de diversión,..., que los actores y la realización logran recogerlos en la pantalla y darle la forma necesaria, cocinando una cinta que se calificaría con los mismos adjetivos, y cuyo visionado deja una sensación de satisfacción.
En esencia podríamos estar ante una historieta digna de la sobremesa de cualquier canal de televisión, que acompañaría a la noble costumbre española de la siesta, pero esos elementos poco convencionales, el aliño sexy y divertido, unos diálogos delirantes y la calidad de las interpretaciones, la alejan de ese tipo de producto mediocre y del folletín infumable (reconozco que en ciertos momentos todavía tiene un poco de ese "tufillo"), convirtiéndola en un producto amable, sincero, divertido e insólito. Todos esos elementos hacen que te sorprendas completamente enganchado al film, con una sonrisa en la boca y recargados de bienestar, ante lo cual sólo me cabe darle las gracias. Es como ese fuerte abrazo que alguien querido te da cuando lo necesitas y te calma, te apacigua y te da equilibrio,..., quién no quiere ese abrazo y quién se puede resistir a él?
El peso del guión es innegable, pero la cinta no sería la misma sin sus actores. Todos ellos están muy bien. Una Julianne Moore sin complejos, una Annete Bening soberbia, pero sobre todo, quien más me ha sorprendido y encantado, es Mark Ruffalo. Este actor nos regala una interpretación muy completa, inteligente y llena de gestos y de formas de generar sensaciones únicamente con el tono de su voz,..., muy bien Mark, gracias por ello.
La ignorancia que tanto me llena, tanto me invade y tan osado me hace, me dice que se la recomiende si todavía no la han visto y que, sin duda, presenciarán una película simple, tranquila, divertida y calmada.
Se merece el aprobado y algo más, pero el notable nos parece demasiado; ya saben lo que nos cuesta dar grandes notas.
Desde el fondo de la ignorancia que nos aterra y a la vez nos asombra, Lucas Liz.
Leer critica Los chicos están bien (the kids are all right) en Muchocine.net
Las primeras palabras son para decir que la película nos deja muy buenas sensaciones, cierto grado de bienestar, una sonrisa en la cara y una inusual calma. No es una obra maestra, ni siquiera una gran película, pero sí un producto sincero, sereno y placentero.
La cinta se construye desde un guión (obra de la propia directora) muy bien conformado que parte de una historia sencilla, aliñándola con ciertos elementos que la alejan de lo convencional, tales como la homoparentalidad de la pareja y que ambos hijos, uno concebido por cada una de las mujeres de la pareja, hayan sido fruto de la inseminación artificial con esperma del mismo donante.
La historia tiene brillantes elementos de comedia, de calidez, de calma, de humor, de sensibilidad, de sentimiento, de diversión,..., que los actores y la realización logran recogerlos en la pantalla y darle la forma necesaria, cocinando una cinta que se calificaría con los mismos adjetivos, y cuyo visionado deja una sensación de satisfacción.
En esencia podríamos estar ante una historieta digna de la sobremesa de cualquier canal de televisión, que acompañaría a la noble costumbre española de la siesta, pero esos elementos poco convencionales, el aliño sexy y divertido, unos diálogos delirantes y la calidad de las interpretaciones, la alejan de ese tipo de producto mediocre y del folletín infumable (reconozco que en ciertos momentos todavía tiene un poco de ese "tufillo"), convirtiéndola en un producto amable, sincero, divertido e insólito. Todos esos elementos hacen que te sorprendas completamente enganchado al film, con una sonrisa en la boca y recargados de bienestar, ante lo cual sólo me cabe darle las gracias. Es como ese fuerte abrazo que alguien querido te da cuando lo necesitas y te calma, te apacigua y te da equilibrio,..., quién no quiere ese abrazo y quién se puede resistir a él?
El peso del guión es innegable, pero la cinta no sería la misma sin sus actores. Todos ellos están muy bien. Una Julianne Moore sin complejos, una Annete Bening soberbia, pero sobre todo, quien más me ha sorprendido y encantado, es Mark Ruffalo. Este actor nos regala una interpretación muy completa, inteligente y llena de gestos y de formas de generar sensaciones únicamente con el tono de su voz,..., muy bien Mark, gracias por ello.
La ignorancia que tanto me llena, tanto me invade y tan osado me hace, me dice que se la recomiende si todavía no la han visto y que, sin duda, presenciarán una película simple, tranquila, divertida y calmada.
Se merece el aprobado y algo más, pero el notable nos parece demasiado; ya saben lo que nos cuesta dar grandes notas.
Desde el fondo de la ignorancia que nos aterra y a la vez nos asombra, Lucas Liz.
Nota general: 6,5 sobre 10.
Trailer
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