Año: 2009.
Dirección: Ethan y Joel Coen.
Intérpretes: Michael Stuhlbarg, Richard Kind, Fred Melamed, Sari Lennick, Adam Arkin, Aaron Wolff, Jessica McManus, Simon Helberg, George Wyner, Fyvush Finkel.
Sinopsis
Finales de los años 60. Larry Gopnik (personaje interpretado por Michael Stuhlbarg) profesor de física en la universidad, está casado y tiene dos hijos. Aparentemente tiene una vida normal y la monotonía es lo que reina en ella. Larry es un hombre serio, responsable, fiel , afectuoso, justo, seguidor de su fe judía..., en definitiva, lo que se podría decir un hombre normal y bueno.
De pronto todo empieza a derrumbarse, sin saber muy bien por qué, empieza a desmoronarse su vida. Su mujer le deja, sin dar demasiadas explicaciones, y le pide un divorcio tradicional para poder casarse con un amigo de la familia (enviudado hace tres años). Se ve obligado a mudarse a un motel a petición de su mujer, por su bien y por el de los niños. Se está decidiendo la titularidad definitiva de su plaza de profesor y se empiezan a recibir anóminos contra su nombramiento. Se ve envuelto en un problemilla de "soborno-difamación" con un alumno. Su hermano tiene problemas con la justicia por el juego, prohibido en ese estado. Atraviesa problemas económicos debido a los pagos que debe asumir a los que se suman trámites de divorcio, fianza de su hermano, motel, etc. Y por si fuera foco, fallece el "novio" de su mujer y tiene que asumir el pago del funeral!! Increíble. ¿Qué puede hacer? ¿Cómo superará todo esto un hombre sin capacidad de decisión y que necesita que lo digan lo que tiene que hacer? ¿Tendrá consecuancias su forma de actuar?
Crítica
Típica comedia con el sello de los hermanos Coen, inconfundibles. En un ejercicio más de libertad, por encimo de lo bueno y lo malo, nos relatan una historia en la que la narrativa es lenta y pausada, con humor sutil y elaborado. Desde luego no apta para todos los públicos, o sí, quién sabe, cada uno podrá interpretar lo que quiera y posiblemente todo sea válido. En ocasiones, entra demasiado en la cultura judía y sino se es un conocedor de la misma, como es mi caso, es fácil perderse gran cantidad de matices.
Entretenida, pero no apasionante y no destaca por mantener la atención del espectador, el cual puede volar en cualquier momento. No alcanza la calidad de sus maravillas como Fargo, The Big Lebowski, Barton Fink, No Country For Old Men y ni siquiera a la altura de otras comedias suyas como Burn After Reading, Ladykillers o Intolerable Cruelty. Si bien frente a estas gana, a mi juicio, en las interpretaciones de grandes actores pero no estrellas, frente a "sobreactuaciones" tipo G. Clooney, B. Pitt o T. Hanks en las comedias citadas. Quizá en este caso, los hermanos Coen, se han decidido dar un homenaje y su libertad ronde el "libertinaje".
A pesar de las desgracias que Larry (brillante M. Stuhlbarg) sufre, no puedes evitar reírte y claro está, tomarle afecto al personaje. Un hombre que siempre se ha movido por lo correcto y que ante decisiones importantes ha tenido que pedir consejo (incluso a los rabinos) para saber lo que tenía que hacer, demostrando una clara falta de valor y decisión, desde el pensamiento que toda acción tiene sus consecuencias. No obstante, su personaje crece a lo largo de la película y abandona ese "gris gélido". Se va transformando e, incluso a través de sus sueños, se nos presentan otras formas de actuar y decisiones que parece increíble que el personaje tomase por si mismo. Así tanto el final como el principio (el cual es fácil no entender), sin dar mucho detalle, se nos presentan de forma paradójica tratando de asomarse a los siguientes interrogantes: ¿Cómo debo actuar? ¿Qué debo hacer? ¿Tienen consecuencias mis actos?... El final que cada uno lo interprete como quiera, pero parece que los corderos han de ser siempre corderos,..., el señor castiga y duro? Insisto qué cada uno interprete, aunque sea desde la ignorancia.
A destacar y agradecer, sin duda, la interpretación en el papel protagonista y de un reparto secundario sublime (la vecina, excepcional). Maravilloso tema musical con el que se inicia la trama, después de la parábola inicial.
Nota general: 5,5 sobre 10.
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