Dirección: Christian Carion.
Intérpretes: Emir Kusturica, Guillaume Canet, Ingeborga Dapkunaite, David Soul, Dina Korzun, Philippe Magnan, Niels Arestrup, Yevgeni Kharlanov, Christian Sandström, Willem Dafoe, Aleksey Gorbunov, Mats Långbacka, Alexandra Maria Lara, Lauriane Riquet, Timothé Riquet, Fred Ward.
Sinopsis
Basada en un caso real de espionaje que tuvo lugar a principios de la década de los 80. Un coronel de la KGB, defraudado con el sistema comunista y con la decadencia de la URSS, decide ponerse en contacto con los servicios secretos franceses para pasarles información crucial sobre los movimientos de la KGB, dónde se encuentran infiltrados y la documentación que manejan.
En ese primer contacto, el coronel Serguei Grigoriev (personaje interpretado por Emir Kusturica) se encuentra con que su interlocutor es un ingeniero francés, Pierre Froment (personaje interpretado por Guillaume Canet), sin experiencia en estas lides y sin ni siquiera pertenecer al servicio secreto francés.
La documentación que facilita el coronel es altamente relevante y valiosa, por lo que ésta llega hasta manos del propio presidente Mitterrand, que decide compartirla con los servicios de inteligencia americanos y con Ronald Reagan.
Entre Pierre y el coronel ruso se crea una relación de amistad y confidencia, que les lleva a estar muy unidos y a preocuparse cada uno por la vida del otro, ambas en peligro, como las de sus familias.
En ese primer contacto, el coronel Serguei Grigoriev (personaje interpretado por Emir Kusturica) se encuentra con que su interlocutor es un ingeniero francés, Pierre Froment (personaje interpretado por Guillaume Canet), sin experiencia en estas lides y sin ni siquiera pertenecer al servicio secreto francés.
La documentación que facilita el coronel es altamente relevante y valiosa, por lo que ésta llega hasta manos del propio presidente Mitterrand, que decide compartirla con los servicios de inteligencia americanos y con Ronald Reagan.
Entre Pierre y el coronel ruso se crea una relación de amistad y confidencia, que les lleva a estar muy unidos y a preocuparse cada uno por la vida del otro, ambas en peligro, como las de sus familias.
Crítica
Cinta de directores, sin lugar a duda. Buena labor del director Cristian Carion detrás de la cámara y muy buenas sensaciones las de los directores Canet y Kusturica metidos en el pellejo de actores.
Había leído en los días precedentes a su visionado que estaba algo falta de historia, de guión. Bueno... en lo primero.... la historia es la que es, está basada en un caso real de espionaje, es el caso de espionaje más importante que tuvo lugar durante la Guerra Fría según citaba el propio Ronald Reagan. Ahora bien, el guión podría estar un poquito mejor confeccionado y algo más pulido, desde luego que no destaca.
Es una película que retoma el género de espías, el thriller de espías, que si algo lo caracteriza es la intriga, el suspense, la emoción, el ritmo e incluso la acción en algunos casos. Aquí estamos también ante una película de espías, pero narrada desde otro punto de vista, desde la relación personal entre dos espías que se pasan información, desde el realismo y eso le confiere proximidad, cercanía... Es una fascinante historia real, si bien, desde nuestro singular y distorsionado punto de vista, al llevarla al cine requería de una mejor pluma y una mejor coreógrafa. Como ya hemos comentado, podría estar mejor escrita, y para estar ante un thriller de espías (con muchos tintes políticos) la falta de potencia es un gran lastre que pesa en el espectador.
Junto a esa falta de vigor, nos deja también varios cabos sueltos, siendo estos dos sus mayores déficits. Por el contrario, no es pretenciosa ni aspira a más... no pretende darnos una clase de historia (quizá se den algunas cosas por sobreentendidas y para el público más joven sea algo más indigesta, y por tanto más apreciada para el público de mediana edad en adelante), ni hacer ninguna revisión política, ni cae en la demagogia, ni si quiera se adorna con acción vacía y falsa, lo que no quita para que un poco más de ritmo, pasión, vigor y éxtasis, fuesen condimento correcto.
Los papeles protagonistas recaen el G. Canet y E. Kusturica, dos directores, dos actores. Y la verdad es que congenian en pantalla. Mezcla correcta de caracteres opuestos que cuadran muy bien con los prototipos deseados para los papeles; ingeniero francés y coronel ruso, si bien en el segundo caso, Kusturica ha tenido que eliminar algunas de sus típicas "locuras". A Canet ya le pudimos ver hace poco en Last Night, donde prácticamente lo único que se salvaba era él. Nos empieza a gustar este actor-director francés,..., eso sí, no tanto como su actual pareja, evidentemente... jajaja, ya saben de mis debilidades confesables y confesadas. Por cierto, también hay un pequeño hueco en el film para su anterior pareja, la bella modelo y actriz alemana, Diane Kruger. Aparece también por ahí un Willem Dafoe como director de la CIA, lo que también siempre da lustre y cartel.
En cuanto a las caracterizaciones, ¿qué? Conseguidas en la apariencia física, tanto de la Gorbachov, la de Mitterrand y la de Reagan. Como diría el otro, parecidos razonables. Ahora bien, en el caso de Reagan bastante irrisoria, si nos lo permiten.
Una última nota, la banda sonora original es de Clint Mansell, creador de aquella soberbia BSO de Requiem for a Dream. Lejos está, eso sí.
Es una cinta correcta, que entretiene y que se deja llevar, pero ni mucho menos enamora y lejos está de apasionar, por lo que la situaremos en un aprobado ramplón. Pueden dejarla para la sobremesa del sábado, cuando alguno de los múltiples canales de televisión que ahora tenemos decida emitirla.
Había leído en los días precedentes a su visionado que estaba algo falta de historia, de guión. Bueno... en lo primero.... la historia es la que es, está basada en un caso real de espionaje, es el caso de espionaje más importante que tuvo lugar durante la Guerra Fría según citaba el propio Ronald Reagan. Ahora bien, el guión podría estar un poquito mejor confeccionado y algo más pulido, desde luego que no destaca.
Es una película que retoma el género de espías, el thriller de espías, que si algo lo caracteriza es la intriga, el suspense, la emoción, el ritmo e incluso la acción en algunos casos. Aquí estamos también ante una película de espías, pero narrada desde otro punto de vista, desde la relación personal entre dos espías que se pasan información, desde el realismo y eso le confiere proximidad, cercanía... Es una fascinante historia real, si bien, desde nuestro singular y distorsionado punto de vista, al llevarla al cine requería de una mejor pluma y una mejor coreógrafa. Como ya hemos comentado, podría estar mejor escrita, y para estar ante un thriller de espías (con muchos tintes políticos) la falta de potencia es un gran lastre que pesa en el espectador.
Junto a esa falta de vigor, nos deja también varios cabos sueltos, siendo estos dos sus mayores déficits. Por el contrario, no es pretenciosa ni aspira a más... no pretende darnos una clase de historia (quizá se den algunas cosas por sobreentendidas y para el público más joven sea algo más indigesta, y por tanto más apreciada para el público de mediana edad en adelante), ni hacer ninguna revisión política, ni cae en la demagogia, ni si quiera se adorna con acción vacía y falsa, lo que no quita para que un poco más de ritmo, pasión, vigor y éxtasis, fuesen condimento correcto.
Los papeles protagonistas recaen el G. Canet y E. Kusturica, dos directores, dos actores. Y la verdad es que congenian en pantalla. Mezcla correcta de caracteres opuestos que cuadran muy bien con los prototipos deseados para los papeles; ingeniero francés y coronel ruso, si bien en el segundo caso, Kusturica ha tenido que eliminar algunas de sus típicas "locuras". A Canet ya le pudimos ver hace poco en Last Night, donde prácticamente lo único que se salvaba era él. Nos empieza a gustar este actor-director francés,..., eso sí, no tanto como su actual pareja, evidentemente... jajaja, ya saben de mis debilidades confesables y confesadas. Por cierto, también hay un pequeño hueco en el film para su anterior pareja, la bella modelo y actriz alemana, Diane Kruger. Aparece también por ahí un Willem Dafoe como director de la CIA, lo que también siempre da lustre y cartel.
En cuanto a las caracterizaciones, ¿qué? Conseguidas en la apariencia física, tanto de la Gorbachov, la de Mitterrand y la de Reagan. Como diría el otro, parecidos razonables. Ahora bien, en el caso de Reagan bastante irrisoria, si nos lo permiten.
Una última nota, la banda sonora original es de Clint Mansell, creador de aquella soberbia BSO de Requiem for a Dream. Lejos está, eso sí.
Es una cinta correcta, que entretiene y que se deja llevar, pero ni mucho menos enamora y lejos está de apasionar, por lo que la situaremos en un aprobado ramplón. Pueden dejarla para la sobremesa del sábado, cuando alguno de los múltiples canales de televisión que ahora tenemos decida emitirla.
Nota general: 5,0 sobre 10.
Trailer
Leer critica El caso farewell en Muchocine.net
No hay comentarios:
Publicar un comentario