sábado, 22 de marzo de 2014

The Grand Budapest Hotel (El Gran Hotel Budapest)

Año: 2014.

Dirección: Wes Anderson.

Intérpretes: Ralph Fiennes, Tony Revolori, Saoirse Ronan, F. Murray Abraham, Jude Law, Edward Norton, Jeff Goldblum, Willem Dafoe, Bill Murray,  Tilda Swinton, Harvey Keitel,  Adrien Brody, Owen Wilson, Jason Schwartzman, Tom Wilkinson, Léa Seydoux, Bob Balaban.

Sinopsis
En este guión de Wes Anderson, Gustave H. (personaje interpretado por Ralph Fiennes) es el director de conserjería del archiconocido Gran Hotel Budapest. Junto a él empieza a trabajar, en los años treinta, un joven botones, Zero Moustafa (a quien da vida Tony Revolori), con el cual establece una profunda relación de amistad y a quien le transmite todo lo que sabe, no sólo del oficio, también de la vida.

Tras la muerte de una anciana adinerada, asidua huésped del hotel, Gustave H. hereda un cuadro de gran valor, para sorpresa de los familiares de la señora, quien puede haber sido víctima de un asesinato. Teniendo como decorado la Europa Central en el periodo entre guerras, las andanzas de Gustave H. y Zero Moustafa son relatadas por éste último, siendo ya casi un anciano, a un joven escritor (personaje interpretado de joven por Jude Law, de mayor por Tom Wilkinson) que pasa unos días en el ahora viejo y casi olvidado Gran Hotel Budapest.

Opinión
Gracias a nuestros amigos de Sensacine, a los que desde aquí queremos enviarles un saludo y agradecérselo profundamente, la semana pasada nos pudimos acercar a la proyección de esta nueva fantasía de Wes Anderson. Es él un "original" director que se caracteriza por llevar a  escena "curiosas fábulas cinematográficas" que no siempre gustan a todos los públicos y que en algunas ocasiones no son fácilmente comprensibles. Desde CDI, en el pasado, nos pudimos asomar a la ventana de Moonrise Kingdom y Viaje a Darjeeling, con muy desigual resultado en cuanto al poso que nos dejaron. La primera, y más reciente, tiene elementos (muy reconocibles también en este The Grand Budapest Hotel) cautivadores y fantásticos, aunque desde nuestra humilde opinión peca de reiterativa en esos mismos recursos, que explota en demasía. El segundo de los casos, hemos de reconocer, que nos gustó poco, por no decir nada. Pues bien, desde esa Ignorancia en la que nos sentimos tan cómodos y que tanto nos gusta habitar, podemos decir que la cinta que aquí nos ocupa, es, sin ninguna duda por nuestra parte, la mejor del tejano director.

Estamos ante un fantástico cuento rebosante de ingenio y tremendamente cautivador, en el que la mano de Wes Anderson es completamente identificable (en posiciones de cámara, zooms, gags, diálogos, monólogos, calidad del verbo, importancia de la palabra), y cuya estética y narración parecen una prolongación de Moonrise Kingdom, si bien todo lo que en aquella era incipiente y apuntaba, en ésta se concreta y se culmina. Es una película plena de imaginación y repleta de curiosos "cachibaches y anderson-artilugios" que la hacen muy divertida y visualmente atractiva, pese a que a veces pueda parecer sobrecargada y quizá abuse del humor fácil, cayendo con ello en fáciles tópicos.

Es una comedia-farsa para disfrutar. Para sentarse delante de la pantalla de cine, abrir todos los poros de la piel y dejarse llevar por el sentimiento, que si bien es, en esencia, una historia melancólica, para nada te entristece, ¡ni mucho menos; te divierte, te completa, te llena! Desde luego que para sentirlo así has de encontrarse próximo a la estética en cuestión, y a la particular forma de narración y montaje. Por tanto, hemos de reconocer que es posible que no cale en el gran público, pero los seguidores de Anderson encontraran aquí su mayor dosis de metadona.

Se la puede tildar de exuberante y recargada, pero son precisamente esos elementos lo que convierten al film en, a la vez, refinada comedia y sutil farsa. Tal y como esos pastelitos deliciosos por los que se "mueren" todos los protagonistas, la cinta es un dulce al que los golosos no nos podemos resistir.

Para dar forma a todo este micro-universo concentrado, se cuenta con un inmenso reparto, y no sólo en número, también en calidad. El listado de grandes actores (al menos en cuanto a nombres) es imposible recitar de memoria y pasan de largo de la decena, dando vida así a todas las "cartas" de este CLUEDO (no nos digan que el póster de la "peli" no les recuerda a este famoso juego de mesa) en el que hay asesinato, falso culpable, personajes cómicamente malvados, aprendiz y amor, de por medio. Un divertido y entretenido juego cuyo tablero es una satírica parodia de una Europa convulsa.

Y que más les podemos decir. Nos gustó. Traviesa a la par que tierna. Dulce y a la vez satírica. Además, le agradecemos su brevedad, lo que una vez más demuestra que la calidad y la extensión no tienen por qué ir de la mano. Recargada, también lo es, no lo podemos obviar. Que no guste a todos, será un hecho; lo entendemos.

Por último, y sin querer aburrirles más, por favor no olviden abrir bien los oídos cuando se sienten en su butaca. Que la vista no robe todo el protagonismo al oído, porque las notas que componen la banda sonora son dignas se ser escuchadas. Irresistible.

Nota general: 7,0 sobre 10.

Tráiler

miércoles, 19 de marzo de 2014

CDI-100: Ender´s Game, Kon-Tiki, Only God Forgives, The Bling Ring

Varias reseñas en menos de cien palabras (CDI-100) 

ENDER´S GAME 
(El Juego de Ender)
Año: 2013.
Dirección: Gavin Hood.
Intérpretes: Asa Butterfield, Harrison Ford, Hailee Steinfeld, Ben Kingsley, Viola Davis.
Crítica
Gavin Hood crea el guión y dirige esta adaptación cinematográfica de la novela de O. S. Card. Desconociéndola  por completo, la película nos parece un "batiburrillo" de diálogos que aspiran a ser trascendentes y va muy escasa de acción. Parece que han querido plantear la etapa de instrucción como un infantil sucedáneo de aquella Full Metal Jacket de Kubrick; craso error y flaco favor se han hecho. Qué les vamos a decir, tampoco nos acaba de convencer lo de ver a niños dando mamporros o matando gente, lo sentimos. En lo visual, muy correcta. Suspenso.
Nota:  2,5 sobre 10.

KON TIKI
Año: 2012.
Dirección: J. Rønning, E. Sandberg.
Intérpretes: P. S. V. Hagen, A. B. Christiansen, G. Skarsgård, O. M. Williamson, T. Santelmann, J. Oftebro.
Crítica
La cinta nos narra la histórica y épica hazaña de Thor Heyerdahl, quien junto con un equipo de hombres se embarcó en un viaje en balsa, desde Perú hasta la Polinesia, para demostrar su teoría sobre los primeros colonos que llegaron a esas islas. 
Atractivo a la vista. Además, como recordatorio no está mal, pero presenta un gran número de altibajos y a las interpretaciones  les falta credibilidad; no les acabas de ver como aventureros. De todas formas, entretiene, y en lo visual es notable.
Nota:  4,0 sobre 10.

ONLY GOD FORGIVES
(Sólo Dios Perdona)
Año: 2013.
Dirección: Nicolas Winding Refn.
Intérpretes: Ryan Gosling, Kristin Scott Thomas, Vithaya Pansringarm.
Crítica
Después de aquel relato con relativo encanto en el que se convirtió Drive, desde esta ventana nos quisimos acercar al posterior trabajo de Nicolás Winding Refn, y qué les vamos a decir, pues que nos arrepentimos. Nos ha resultado muy desagradable, violenta y hasta soez. Un tremendo error por nuestra parte. Sólo podemos rescatar alguno de los cortes de la banda sonora, aunque hasta en eso es demasiado "estridente" por momentos. Nos fue tan indigesta que la tuvimos que dividir en tres entregas, pese a que dura una hora y media escasa.
Nota:  1,5 sobre 10.

THE BLING RING
Año: 2013.
Dirección: Sofia Coppola.
Intérpretes: Israel Broussard, Katie Chang, Emma Watson, Leslie Mann, Taissa Farmiga.
Crítica
Cinta de Sofia Coppola basada en hechos reales y filmada en formato "pseudo-documental", a modo de descripción de los hechos, sin profundidad alguna en cuanto a motivaciones, personajes y tramas (bueno, la verdad, tampoco es que los personajes reales los tuviesen). 
Es un tremendo ejercicio de desidia al que nos cuesta encontrarle sentido, y que naufraga en la búsqueda de una estética que no consigue y bucea en el inmenso océano de la nada. Totalmente prescindible y su único acierto es su extensión; el calvario apenas dura hora y media. Al menos, en la duración ha habido algo de cordura.
Nota:   0,5 sobre 10.

lunes, 17 de marzo de 2014

300: Rise of an Empire (300: El Origen de un Imperio)

Año: 2014.

Dirección: Noam Murro.

Intérpretes: Sullivan Stapleton, Eva Green, Lena Headey.

Sinopsis
Spin-off de su predecesora en el tiempo, 300, basada en la novela gráfica de Frank Miller.

500 años antes de Cristo, el imperio persa trata de invadir Grecia. Temistocles (personaje interpretado por Sullivan Stapleton) es un general ateniense que trata de unir a las polis griegas en su lucha contra el ejército invasor, liderado por Xerxes y Artemisia (personaje interpretado por Eva Green).

Mientras el rey espartano Leónidas y su guardia personal trata de contener a las tropas de Xerxes en la batalla de Las Termópilas (historia narrada en la película 300), Temistocles se enfrenta a la gran armada persa liderada por Artemisia, con apenas unos cuantos navíos, a la espera de poder aunar a todas las ciudades-estado griegas y encarar la batalla final en las aguas del golfo presidido por la isla de Salamina.

Crítica
Desde CDI nos hemos querido acercar a esta segunda entrega (estrictamente se la puede considerar un "spin-off", más que una secuela o precuela) dado que en su día su antecesora nos produjo muy buenas sensaciones y nos fue una grata sorpresa en cuanto a formato audiovisual y concepto de adaptación de un cómic o novela gráfica a la gran pantalla. En ella se notaba la estrecha colaboración entre Zach Snyder y Frank Miller, la cual desembocó en un notable ejercicio de entretenimiento cinematográfico, que al fin y al cabo es de lo que se trata. En esta ocasión se sigue en la misma senda, si bien Zach Snyder deja en Noam Murro la dirección, y él se encarga de la producción.

Este 300 Rise of an Empire  se verá lastrado por las inevitables comparaciones con la anterior entrega, obviamente, pero más allá de este hecho, la película ofrece los suficientes elementos como para que merezca la pena acercarse al cine y disfrutar de este derroche de efectos visuales, mucho más apreciables en la gran pantalla que en la "cajita tonta" ubicada en nuestro mueble del salón.

Frente a su predecesora pierde y/o gana, dependiendo de en qué nos fijemos. En primer lugar y debido al anterior éxito de 300 (el cual desde el punto de vista del negocio cinematográfico ya está justificando el prolongar la saga, en busca de dar al público más de lo que ya ha gustado, recaudando así un buen puñado de billetes), se aprecia un mayor derroche de medios, lo que ha permitido profundizar aún más en esa peculiar puesta en escena y forma en la que se adaptó el cómic de Miller, ajustándola a su estética y atmósfera. Suponemos que esa mezcla de experiencia y presupuesto ha permitido una mayor cantidad de efectos audiovisuales y simulaciones digitales, llevándolo en ocasiones hasta lo exagerado, como son esos minutos de metraje en los que hay más "salpicones de sangre" que en los sueños de Tarantino durante la concepción de sus entregas de Kill Bill. Ahí, en esos fotogramas, nos parece que peca de excesiva y a nuestro juicio no era necesario castigar al espectador con tanto ketchup, tiñendo así la pantalla ese "desagradable" pardo rojo.

En este balance, la cinta pierde en lo referente al héroe y gana en cuanto al villano. En el primer caso, y siempre desde nuestro ignorante y sin criterio punto de vista, aquel majestuoso Gerard Butler metido en la piel de Leónidas era mucho más impresionante que este Sullivan Stapleton enfundado en la capa de Temistocles. No es que Sullivan no esté a la altura exigida por la película o que no esté creíble, es que simplemente aquel Leónidas se comía la pantalla en cuanto a físico, presencia, potencia, virilidad, fuerza e incluso atractivo. Simplemente Gerard Butler impresionó (si bien es verdad que después, ningún film que haya hecho con posterioridad, nos ha permitido verle igual). Por contra, en esta ocasión se nos brinda un villano al que odiar, aunque parece casi imposible que podamos sentir tal sentimiento por esa diosa llamada Eva Green; la hermosa, sensual y atractiva Eva Green, por la que muchos de nosotros profesamos una cuasi-devoción, más allá de su talento interpretativo, el cual en estos momentos no estábamos valorando. Su selección como villano al que nuestro héroe ha de enfrentarse, sintiendo mutuo respeto y admiración, es todo un acierto y permite disfrutar de esta actriz, que le proporciona al papel esa mezcla de belleza y firmeza que la convierte en una fiera admirable a la que a la vez que temes, deseas.

Si tratamos de aislarnos de las simulaciones digitales y de los magníficos efectos especiales que le brindan la estética apropiada y que la novela gráfica merecía, y nos quitamos la venda que la labor de post-producción nos ha querido imponer, reflexionando así mínimamente sobre lo que acabas de visionar, llegaremos a la conclusión de que estamos ante una ejercicio de exaltación y cuasi-doping que nubla una más que evidente falta de contenido. Si le unimos que el ritmo es un tanto plomizo en el tramo medio y que su excesiva aceleración en el desenlace nos hace desembocar en los títulos de crédito finales de forma súbita, tiendes a pensar que no es más que la prolongación de un producto previamente exitoso, cuyo fin es dar más de lo mismo a sus fieles, recaudando con ello gran cantidad de dinero. No obstante, hay que decirlo también de una forma clara; es un digno producto de entretenimiento, notable en su género y para quien le guste. En ese sentido no defraudará, en absoluto, y será apetitosa carne para cualquier carnívoro hambriento. Sabiendo a lo que se va y "en su mundo", gustará. Por lo menos esa es nuestra idea.

Nota general: 5,0 sobre 10.

Tráiler

viernes, 14 de marzo de 2014

Her

Año: 2013.

Dirección: Spike Jonze.

Intérpretes: Joaquin Phoenix, Scarlett Johansson, Amy Adams, Rooney Mara, Olivia Wilde.

Sinopsis
La película nos narra la inverosímil relación (incluso amorosa) que se establece entre Theodore (personaje interpretado por Joaquin Phoenix), un solitario joven que está a punto de divorciarse y que trabaja en una empresa como redactor de cartas, y Samantha, voz femenina de un sistema operativo que Theodore acaba de adquirir, basado en la última tecnología disponible de Inteligencia Artificial y capaz de satisfacer todas las necesidades del usuario. Scarlett Johansson es quien presta su voz al sistema operativo Samantha.

Crítica
Tras las buenas críticas leídas sobre el contenido de esta cinta y tras el premio de la Academia americana de cine al guión de Spike Jonze, desde CDI no nos hemos podido resistir a la tentación, y hace unos días nos acercamos a una madrileña sala de cine para disfrutar de HER.

Ambientada en un supuesto futuro no muy lejano, el guión de Spike Jonze retrata la soledad del individuo y su capacidad (o incapacidad) para relacionarse con las personas que le rodean. Esta situación no deja de ser un fiel retrato de la senda por la que estamos transcurriendo los habitantes del mundo occidental, alejándonos más entre nosotros, por mucho que físicamente vivamos cada vez más apiñados, y refugiándonos en la tecnología y las relaciones creadas a través de medios como internet o las aplicaciones móviles. Hace unos años podría verse todo esto como muy exagerado, pero hoy en día cuan familiar nos resulta; y cada vez más. Pues bien, aquí Spike Jonze juega con el extremo mismo de las relaciones humanas, describiendo, de una forma muy tierna y conmovedora, la creada entre un hombre y un sistema operativo. ¿Inverosímil, verdad? Pero también les lanzamos la siguiente pregunta: ¿cuántas de las cosas que hoy en día hacemos a través de la tecnología que tenemos a nuestro alcance se hace imposible de creer para nuestros abuelos, o incluso para nuestros padres?

El mérito de la cinta radica en que el espectador experimenta un viaje desde la incredulidad inicial, por la inverosimilitud de lo expuesto, hasta adentrarse completamente en lo narrado con una profunda y completa participación; esa es la transformación que se sufre a lo largo de todo el metraje, haciendo que sufras, te conmuevas, te alegres. En definitiva, que  lo sientas y te aproximes tanto, que acabes por verlo tan real y posible como irreal e imposible lo veías al principio.

De esta irónica y original descripción de hacia dónde nos estamos dirigiendo, resulta muy ilustrativa la escena en la que Theodore corre hacia el metro y al bajar las escaleras, todos los viajeros que salen en sentido opuesto van pendientes de su dispositivo móvil y con su auricular, sin prestar atención alguna a su entorno. Es ahí mismo, donde Theodore corre desesperado por no poder contactar con Samatha a través de su dispositivo móvil y ¿no les parece un símil perfecto de lo que hace hoy en día el usuario de teléfono celular en busca "de esa rayita de cobertura o de 3G"? En este sentido, nos parece que la "mínima exageración de la situación actual" no es más que un toque de atención hacia nosotros mismos y a lo que nos estamos convirtiendo. Lo exagerado e inverosímil ya no lo es tanto, si te paras a pensarlo mínimamente.

El tramo medio de la cinta se dilata, resultando alargarse en exceso, para llegar finalmente a un desenlace "duro", que te toca y te hace sufrir. Te lleva a las entrañas mismas del abandono y las sensaciones que éste provoca; a la dureza del mismo, a la soledad. Estas últimas escenas se nos hacen desgarradoras y nos dejan desamparados, vacíos. Provoca desasosiego, intranquilidad. Ahí también se nos hace un poco mundana, recurriendo a recursos "lacrimosos" que más que conmovernos, casi nos hieren y nos infunden dolor. Se puede decir, que "juega con nosotros", incluso pudiendo evocar actos que no se acaban de concretar, por suerte, pero que aun así nos siguen rasgando la piel a jirones.

Estamos también ante una notable interpretación de Joaquin Phoenix, pese a esa estética y a ese vestuario que no acabamos de entender, donde predominan los colores llamativos y algunos elementos propios de "cachulismo marbellí" a los que no le vemos ningún sentido (perdonen esta licencia lingüística más propia de una tertulia carabanchelera que de un espacio de cine).

Sin duda que es una apuesta arriesgada y una original película (en ocasiones quizá el adjetivo extraña le venga mejor que el de original), que no convencerá a todos los grupos de espectadores, pero a la que hay que reconocerle una irónica puesta en escena del hacia donde nos dirigimos, con unas encantadoras gotas descriptivas de cómo ha de mostrarse lo tierno y lo conmovedor. Sin embrago, no le perdonamos el dolor que nos transmite y el cómo nos lo hace pasar en ese tramo final.

Un último apunte, musical, claro está. Aproxímense al ejercicio que supone la banda sonora original en la que vuelven a aparecer Arcade Fire y Owen Pallet. Brillante, tierna y conmovedora. Su nominación a los Óscar, más que justificada.

Nota general: 6,5 sobre 10.

Tráiler

miércoles, 12 de marzo de 2014

CDI-100: The Fifth Estate, Don Jon, The Company You Keep, Deadfall

Varias reseñas en menos de cien palabras (CDI-100): una pequeña colección de "bodrios" recientes...

THE FIFTH ESTATE 
(El Quinto Poder)
Año: 2013.
Dirección: Bill Condon.
Intérpretes: B. Cumberbatch, D. Brühl, C. van Houten, S. Tucci, L. Linney.
Crítica
La aproximación cinematográfica a la vida del creador de WikiLeaks concluye en un producto frío, atormentado y difuso, tanto o más que el propio personaje que inspira la película. 
Bastante frenética en lo visual y en el montaje, y con muy pocas explicaciones; ni siquiera las informaciones necesarias como para que el espectador encuentre su sitio y se acerque a la temática en sí. 
La búsqueda de la imparcialidad la convierte en un film aburrido, en ocasiones demasiado cercano al tele-filme de sobremesa.
Nota: 1,5 sobre 10.

DON JON
Año: 2013.
Dirección: Joseph Gordon-Levitt.
Intérpretes: Joseph Gordon-Levitt, Scarlet Johansson, Julianne Moore.
Crítica
Gordon-Levitt se lo guisa y se lo come, pero parece que este chef necesitará ir mejorando con el tiempo.
La película logra captar algo de nuestra atención al principio, la cual va experimentando sucesivos máximos conforme aparece una explosiva y sensual Scarlet Johansson, que acaba por convertirse en lo único atractivo de la cinta. Fotograma tras fotograma el film va perdiendo lo poco que tenía y acaba con moralina barata (que no queremos destripar).
Efervescencia inicial con gatillazo final. 
Nota:   3,0 sobre 10.


THE COMPANY YOU KEEP
(Pacto de Silencio)
Año: 2012.
Dirección: Robert Redford.
Intérpretes: R. Redford, S. Labeouf, J. Christie, A. Kendrick, B. Gleeson, S. Tucci, R. Jenkins, N. Nolte, C. Cooper, T. Howard, S. Sarandon.
Crítica
Un thriller de intriga muy plano, cargado de demasiados personajes (un amplio y buen elenco de actores se han movilizado para ello) y edulcorado con una trama amorosa que no logramos justificar. 
La película tiene un cierto aire progresista pero que queda desvirtuado y muy diluido entre tanto personaje y alguna sub-trama que no acabamos de entender, convirtiéndose en un laberinto tedioso y aburrido. Redford lo ha hecho y lo sabe hacer mucho mejor. Aburrida.
Nota:  2,0 sobre 10.

DEADFALL (La Huida)
Año: 2012.
Dirección: Stefan Ruzowitzky.
Intérpretes: E. Bana, O. Wilde, C. Hunnam, K. Kristofferson, S. Spacek.
Crítica
Relato de huidas y reencuentros donde las coincidencias entre un número de personajes limitado es tanta, que difícilmente te la puedes creer. Demasiado irregular en las interpretaciones y en las tramas acontecidas, lo que impide que te acabes acercando y cogiéndole cariño. Todo es tan frío y tan desangelado como el propio entorno en el que discurre la trama, ambientada en el norte de Estados Unidos, justo en las proximidades de la frontera con Canadá. Alguno de los actores puede hacerlo mejor; no sabemos si es que no se lo ofrecen o es que no sabe seleccionar.
Nota:  2,5 sobre 10.

lunes, 10 de marzo de 2014

CDI-100: Caníbal, La Gran Familia Española, 15 Años y un Día, Grand Piano

Varias reseñas en menos de cien palabras (CDI-100): cuatro ejemplos muy distintos del cine español actual...

CANÍBAL
Año: 2013.
Dirección: Manuel Martín Cuenca.
Intérpretes: Antonio de la Torre.
Crítica
Es un ejercicio de sofisticada delicadeza y discreción, que Antonio de la Torre saber interpretar a la perfección. No obstante, a la película le falta contenido y convicción para llegar a convertirse en un jugoso plato que llevarse a la boca. 
Es bastante irregular en el ritmo y en la trama, pero realmente atractiva en las formas y en su fotografía. En ningún momento acaba de romper, salvo en un diálogo ubicado en las postrimerías de la cinta, con el cual el espectador puede quedar perplejo. Sin embargo, por sí sólo no es suficiente para rematar un producto incompleto y con algún elemento accesorio prescindible.
Nota:   4,0 sobre 10.


LA GRAN FAMILIA ESPAÑOLA
Año: 2013.
Dirección: Daniel Sánchez Arévalo.
Intérpretes: Q. Gutiérrez, A. de la Torre, R. Arévalo, R. Álamo, V. Echegui.
Crítica
Película atrevida y sin complejos que gira alrededor de una particular boda el día en el que el fútbol español se convirtió en leyenda. Completamente desenfadada y recurriendo a un lenguaje fácil y jovial, pretende ser ágil y divertida. No obstante, no hemos conseguido meternos en ella y conforme avanza, menos divertida nos parece. Se retuerce y se enturbia, confirmándosenos como algo muy distinto a lo que de antemano pensábamos. Entre lo ligero y lo crudo, acaba por no decidirse y, para nosotros, suspende. Quizá no la entendimos.
Nota: 3,5 sobre 10.

15 AÑOS Y UN DÍA
Año: 2013.
Dirección: Gracia Querejeta.
Intérpretes: Tito Valverde, Maribel Verdú.
Crítica
Una película muy templada que se encuentra a mitad de camino de todo y de nada. Trata de acercarse a la realidad, pero desde un acontecimiento algo extremo, permitiendo con ello que emanen los sentimientos familiares ocultos. 
Se nos hace poco creíble y da la sensación de que el guión cojea de alguna pata; bien porque no la tuviese desde el principio, bien porque se la cortasen por el camino.
Sólo nuestra amada Maribel Verdú da algo de luz a un film de tono gris, que ni te inquieta, ni te preocupa, ni te exalta. Muy encajonado en los propios tópicos que aborda sobre la adolescencia.
Nota:  2,0 sobre 10.


GRAND PIANO
Año: 2013.
Dirección: Eugenio Mira.
Intérpretes: E. Wood, J. Cusack.
Crítica
Producto nacional al estilo hollywoodiense que no duda en elegir a dos actores muy conocidos por aquellas tierras, buscando con ello un reclamo más para su visionado. 
Una historia con alguna posibilidad pero que a cuya ejecución cinematográfica le falta toda convicción para hacer creíble algo que ya de por sí cuesta, para lo que no ayudan ni las interpretaciones, ni el irregular tempo. 
Tras verla no puedes pensar otra cosa que menudo fiasco y nos queda la duda sobre si este guión caído en otras manos, podría haber dado lugar a una película entretenida. Ni se asomen a verla.
Nota:  1,0 sobre 10.

viernes, 7 de marzo de 2014

Philomena

Año: 2013.

Dirección: Stephen Frears.

Intérpretes: Judi Dench, Steve Coogan.

Sinopsis
Bio-pic sobre la vida de Philomena Lee (personaje interpretado por Judi Dench), a quien las monjas de un convento irlandés le arrebataron a su hijo. La historia se recoge en un libro escrito por Martin Sixsmith, un periodista a quien aquí pone rostro Steve Coogan, quien junto a Jeff Pope han dado forma al guión de esta cinta.

Philomena se quedó embarazada cuando era una adolescente y sus padres, avergonzados, la internan en un convento donde da a luz a un niño. Las hermanas católicas que lo regentaban obligarán a Philomena a dar en adopción al pequeño. Cincuenta años más tarde se decide a buscarlo, para lo cual contará con la ayuda del periodista Martin Sixsmith, quien acaba de ser destituido de su puesto como corresponsal de una importante cadena mediática y se interesa por lo que él mismo denomina una historia periodística de interés humano.

Crítica
Nos acercamos en este pequeño viaje cinematográfico a la última propuesta de Stephen Frears, director británico que si bien no acaba de encandilarnos, le reconocemos algunos buenos trabajos (a nuestro entendimiento), sobre todo en aquellas ya lejanas Mi Hermosa Lavandería o Alta Fidelidad. En esta ocasión nos trae un nuevo bio-pic femenino, como ya hiciese recientemente con la vida de la reina de Inglaterra en The Queen. Otro proyecto con personaje real de fondo en el que parece haberse involucrado, es en el que relata la vida, el éxito y la caída del ciclista norteamericano Lance Armstrong, famoso por sus proezas sobre la bici y por su irregular uso de fármacos y sustancias dopantes, buscando aumentar su rendimiento deportivo.

Es éste un bio-pic al uso, en el que la protagonista real parece haber estado muy involucrada (recientemente la hemos visto como invitada en la última gala de los Oscar, donde la película tenía alguna candidatura, incluida la de Judi Dench como mejor actriz principal). En él se nos acerca a la dolorosa situación traumática que vivieron multitud de jóvenes irlandesas a quienes les fueron arrebatados sus bebés, por distintas instituciones religiosas, y vendidos a familias estadounidenses, quienes los adoptaban a cambio de dinero. Tristemente es ésta una situación que nos resulta (y resultará en muchos lugares del mundo) muy familiar en España, donde de un tiempo a esta parte están aflorando miles de casos de niños robados y vendidos en distintos hospitales e instituciones. ¡Porca miseria! No podemos dejar de estremecernos y la sensación de angustia y congoja nos invade. ¿Existe algo más doloroso que "arrancarle" un hijo a su madre? Nos cuesta pensar que haya algo peor... Bueno, tampoco nos queremos encender ni extender maldiciendo a instituciones y personas (religiosas o no, pero en los religiosos nos parece aún más sangrante), que no merecen más que un inmenso conjunto de adjetivos calificativos deplorables. Simplemente decirles a ustedes, nuestros lectores, que no pierdan de vista lo que se está mostrando y por tanto denunciando, no lo olviden. En ese sentido es cine social, cine denuncia y cine popular; para ello se ciñe a un formato excesivamente clásico y peca de populista.

La película es un drama donde Frears pone en práctica sus cualidades como realizador, ejecutándola de una forma bastante redonda y sin abusar de metraje. Es uno de esos productos que agradarán al gran público, sabiendo combinar el drama mostrado con alícuotas de comedia, buscando así las risas de un espectador que si bien está inmerso en la amargura e inquietud de la protagonista, tendrá en estos gags el vehículo necesario para sentirse cómodo y no sufrir en exceso. Sin embargo, la carga sentimental puede provocar alguna que otra lágrima de una forma bastante fácil, lo que nunca nos acaba de gustar.

Todo el peso de la cinta recae en sus dos protagonistas, los personajes de Dench y Coogan, que conforman una "extraña" pareja, procedentes los dos de mundos distintos y con intereses dispares en la historia (la búsqueda del hijo de Philomena). Sus mundos y sus intereses acaban convergiendo a la par que avanza la película, acortándose las distancias que les separan. Judi Dench da forma a un personaje lleno de humanidad y entrañable, al que coges cariño desde el primer fotograma en el que aparece; una mezcla de bondad, ternura, amabilidad y madura inocencia que te cautiva y que nos hace recordar a nuestra amada madre o a nuestras entrañables abuelas y bis-abuelas. Es inevitable. Por su parte, Steve Coogan cumple sobradamente su cometido y representa el contrapunto perfecto al personaje de Dench; periodista un tanto petulante y pretencioso, algo egocéntrico, escéptico y agnóstico, tan diferente a la propia Philomena, y que lo único que persigue, en principio, es una importante historia que le devuelva a la cima del panorama periodístico. Esos mundos acaban por encontrarse y por rendirse el uno ante el otro, y viceversa.

El melodrama tiene algunos cambios de ritmo difíciles de entender y que aunque trate de barnizar el áspero trauma que nos está narrando con buenas dosis de diversión, te encamina al lagrimeo y, por tanto, al innecesario juego con los sentimientos del espectador.

Como conclusión, creemos que gustará al gran público, sobre todo al de mayor edad; de eso no nos cabe duda. Apela en exceso al sentimentalismo y tiene cierto aroma a cine de otro tiempo, lo que... bueno, decidan ustedes cuando la vean.

Nota general: 5,0 sobre 10.

Tráiler

miércoles, 5 de marzo de 2014

Nebraska

Año: 2013.

Dirección: Alexander Payne.

Intérpretes: Bruce Dern, Will Forte, June Squibb, Stacy Keach, Bob Odenkirk.

Sinopsis
Woody Grant (personaje interpretado por Bruce Dern) es un anciano con síntomas de enfermedad mental propios de su avanzada edad, que cree haber ganado un millón de dólares. Para recibirlo tiene que llegar hasta Lincoln, Nebraska, para lo que no duda en intentar hacerlo caminando, una y otra vez, hasta que su hijo David (personaje interpretado por Will Forte) accede a llevarlo. Durante el viaje la relación entre padre e hijo se irá modificando, alejándose de la frialdad inicial, a la vez que empiezan a aflorar intereses de familiares y amigos, ante la supuesta fortuna de Woody.

Crítica
Hace unas semanas llegó a la cartelera española la última película de Alexander Payne, director americano realizador de recientes éxitos como The Descendants y Sideways. Así que desde CDI hemos pensado que este film sería un buen compañero para pasar una agradable mañana de cine. Además de los antecedentes del director y del gran número de candidaturas y premios que la cinta ha aglutinado, las buenas palabras de algunos amigos (cinéfilos todos y con mucho más criterio que el nuestro) nos han empujado aún más hacia ella.

Nuestras primeras sensaciones van muy ligadas a adjetivos positivos tales como normal, real, dulce, tierna, encantadora, agradable, sincera, emotiva, artística, delicada, cuidada, cautivadora y divertida. Sí, divertida. Porque en ese aparente frío drama, brillan con luz propia los elementos de comedia y los ingeniosos y agudos "gags", la mayor parte de ellos alrededor de una gran June Squibb (nominación al Oscar incluida, no premio). Pero también revolotean en nuestra cabeza los adjetivos lenta y monótona.

El inteligente guión de Bob Nelson construye una historia de personajes rutinarios tan llenos de defectos como la vida misma, la cual ha sido recogida notablemente en unos bellos fotogramas que dan formato a un relato muy real; tan próximo al espectador que te parece estar viviendo dentro de ella. Desde esta tribuna estamos convencidos de que esa hermosura estética se debe en gran medida al haberse rodado en blanco y negro y a su cuidada fotografía, elementos que provocan que "la cinta luzca", pese a la falta de color. Le aportan algo que la hacen tierna y entrañable, sirviendo además de vehículo descriptivo perfecto de la frialdad del entorno, cual brillante metáfora de las relaciones personales establecidas entre padre e hijo (incluso entre todos los muy bien escogidos y seleccionado personajes). Distancias que se van acortando y van tomando luz, calor y color, conforme ese viejo cascarrabias se va abriendo y conforme su hijo va conociendo más sobre el pasado de su padre.

Entre los grandes aciertos de la película destacamos a todo el plantel de actores, donde se nota la minuciosa selección llevada a cabo para escogerlos y para que den vida a estos brillantes e imperfectos hombres y mujeres de la vida cotidiana. Un buen trabajo de todos ellos, destacando los dos actores principales: Bruce Dern, a quien sin duda se le ha dado el mejor papel de su carrera y lo ha sabido interpretar, demostrando lo buen actor que es (quizá consiga superar ese lastre que le ha acompañado siempre de haber matado a John Wayne en la gran pantalla), y un sorprendente Will Forte, que se mete en el papel de ese joven entre los treinta y los cuarenta, que huye de todo compromiso y a quien lo cotidiano le atrapa. No obstante, por encima de todos se encuentra una más que notable June Squibb, causante de los momentos más divertidos de la cinta y de la que rescatamos un cuasi-monólogo en el cementerio, rebosante de comedia.

Entre lo peor cabe mencionar el hecho de que quizá se extienda más de lo necesario, pudiéndole así sobrar algunas escenas y algunos minutos, y que su ritmo sea un poco plano (sin embargo, necesario, a nuestro juicio). Esa lentitud se le puede atragantar al gran público y puede que aleje a un determinado tipo de espectador, amante de emociones más fuertes y elementos cinematográficos que le proporcionen de una evasión, más que de una inmersión en lo cotidiano; aquello de lo cual están buscando huir.

Estamos ante un notable ejercicio de divertida realidad, de elevada calidad artística y muy cuidado, que se ve acompañado de una acertadísima banda sonora original. A nuestro nublado y sin criterio juicio, la película en apariencia más sencilla de Alexander Payne, y la mejor.

Nota general: 7,0 sobre 10.

Tráiler

sábado, 1 de marzo de 2014

Dallas Buyers Club

Año: 2013.

Dirección: Jean-Marc Vallée.

Intérpretes: Matthew McConaughey, Jennifer Garner, Jared Leto, Steve Zahn.

Sinopsis
Película que gira alrededor de la historia real de Ron Woodroof (personaje interpretado por  Matthew McConaughey).

Ron es una tejano aficionado al rodeo con unos cuantos vicios encima, bebedor, mujeriego y algo drogadicto, que tras un ingreso en el hospital, es diagnosticado como enfermo de SIDA.

Es el año 1986 y entorno a los portadores del virus VIH y de la enfermedad existe mucho desconocimiento y mucha controversia, asignándosele sin criterio a personas homosexuales o con conductas "no convencionales", por lo que estos enfermos sufren un gran asilamiento social y mucha incomprensión. Por esos años, las farmaceúticas empiezan a probar con distintos fármacos, como el AZT, buscando la aprobación por parte de la FDA (Food and Drugs Administration -Agencia estadounidense que se encarga de la regulación de alimentos y medicamentos-). Poco se sabe de los efectos secundarios y las dosis a administrar, por lo que Ron, al que se le ha dado un tiempo limitado de vida, decide luchar contra la enfermedad, las farmacéuticas y la FDA, probando complejos vitamínicos y peptídicos, no aprobados en EEUU, con la ayuda de un doctor que ejerce en México. Estudiará la enfermedad y las opciones disponibles, junto con sus efectos, y así ante la mejora obtenida, decide poner en marcha el Dallas Buyers Club, distribuyendo estas sustancias entre los enfermos de SIDA. En esta labor se asociará y contará con la ayuda de  Rayon, un joven homosexual a quien su familia no acepta, interpretado de forma brillante por Jared Leto.

Crítica
Desde CDI teníamos muchas ganas de que llegase a nuestras pantallas esta cinta, de la cual habíamos leído mucho y bien. El trabajo de Matthew McConaughey dando vida a Ron Woodroof viene siendo alabado en los últimos meses con multitud de buenas palabras y una gran cantidad de premios, por lo que las expectativas eran máximas. Para esta labor, Matthew McConaughey no ha dudado en llevar a cabo una espectacular transformación física, cuyos resultados no hay más que verlos en las fotografías aquí recogidas, donde ustedes pueden juzgar el parecido con el personaje real que Matthew ha llegado a conseguir. Junto a él, completan el plantel de actores Jared Leto, cuya interpretación también ha aglutinado elogios y premios, y Jennifer Garner. Pues ya les adelantamos que, tanto en el caso de Matthew como en el de Jared, todos esos galardones y menciones son merecedos. Muy merecidos. Merecidísimos.

Alguna vez nos hemos enfrentado al debate sobre si una buena o buenísima interpretación justificaba por sí sola una película, y estamos ante la respuesta. Y no porque la película no tenga nada más, que lo tiene, tal y como detallaremos a continuación, es que simplemente el hecho de poder disfrutar de las brillantísimas interpretaciones de Matthew McConaughey y Jared Leto justifica sobradamente el acercarse al cine, pagar la entrada y sentarse en la butaca a disfrutar.

La cinta no es un bio-pic al uso. Tratándose de la difícil situación de una persona que realmente existió, su puesta en escena ni busca la compasión ni ser lastimero, lo que sin duda sería un error, a la par que un innecesario castigo para el espectador. La película no pretende jugar con nuestros sentimientos, salvo quizá en el tramo final. Sólo quizá. La exposición de la cruda realidad sin recurrir a recursos lacrimosos se construye desde la honestidad y la proximidad a los personajes. A partir del minuto veinte, el espectador siente la problemática del personaje como suya, y se encuentra en la necesidad de luchar junto a él. Es tremendamente próxima, lo que sin duda es un mérito de los actores protagonistas. Imposible no sentirse cercano al Ron Woodroof de Matthew McConaughey. Se podrán custodiar sus formas y su código de conducta, pero esta especie de "anti-héroe" está luchando por algo que, en el fondo, todos consideramos justo, tal y como le reconoce el juez de la corte de San Francisco en el tramo final de la cinta.

Estamos ante un proyecto pleno de realismo y realidad, sobre todo porque es sincero y honesto. Alguna pequeña pega concreta le pondríamos; algún momento donde puede jugar con nuestros sentimientos, si bien creemos que no es nada deliberado y se trata únicamente de un hecho puntual y una licencia perdonable.

Lo mejor, lo principal y quien "se guisa y se come" la cinta es Matthew McConaughey. Ese otrora individuo metido a playboy de juventud, se ha convertido ahora en un brillante actor, hecho que desde aquí empezamos a darnos cuenta tras el visionado de The Lincoln Lawyer. Pensamos que se ha convertido en el actor del año, gracias a tres excelentes trabajos por su parte, muy distintos entre sí: en el aquí descrito, en Mud y en aquellas gotitas excelsas que nos brindó en The Wolf of Wall Street.

En este caso McConaughey ejecuta una interpretación dura, versátil, hostil y sin dudar para ello en someterse una transformación física espectacular, al igual que lo hace su aquí compañero de reparto Jared Leto. Ese "guapo" actor, al que estamos acostumbrados a ver cantando en Thirty Seconds To Mars y en anuncios de colonia (elemento que también tiene común con su compañero de reparto, también guapo y también reclamo de primeras marcas de colonia), no se prodiga en gran número de papeles cinematográficos, pero los selecciona y los ejecuta a la perfección. Si McConaughey consigue concretar un personaje nada plano, que crece y sufre transformaciones a lo largo del metraje, pese a sus reticencias morales y prejuicios iniciales (no sólo por la enfermedad), Leto le da el complejo y completo contrapunto de ser lo que siempre ha querido ser, pese a lo que y a quien deje por el camino. El éxito de la cinta, es el éxito de sus interpretaciones cuyo "milagro" radica en el compromiso que ambos tienen con sus personajes, ofreciendo un retrato "real", pleno de verdad.

Como se puede apreciar, las expectativas iniciales se han visto correspondidas con las sensaciones que hemos tenido tras su visionado, por lo que no podemos hacer otra cosa que recomendársela, sin dudarlo ni un sólo segundo.

Nota general: 7,5 sobre 10.

Tráiler
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...