jueves, 1 de agosto de 2013

The Wolverine (Lobezno Inmortal)

Año: 2013.

Dirección: James Mangold.

Intérpretes: Hugh Jackman, Famke Janssen, Svetlana Khodchenkova, Tao Okamoto, Rila Fukushima.

Sinopsis
Un Logan perdido (interpretado de nuevo por Hugh Jackman) vaga sin rumbo y se encuentra aislado del mundo, a la espera de algo; algo que le ayuda a olvidar o a recordar, o simplemente le ayude a encontrar su alivio y su fin.

Cuando su vida carece de sentido y los recuerdos del pasado le atormentan y persiguen, una joven japonesa le convence para viajar al país del sol naciente a despedirse de un viejo conocido, al que le salvó la vida hace muchos años, cuando Nagasaki fue arrasada por una de las bombas atómicas lanzadas por el ejército americano al final de la II Guerra Mundial.

El ahora multimillonario dueño del imperio industrial Yashida, no sólo quiere despedirse de él ya en el ocaso de su vida, también le ofrecerá algo que Lobezno siempre ha deseado, o al menos se le ha pasado por la cabeza: la mortalidad.  No obstante, la nobleza y la necesidad de defender lo justo que tanto caracteriza al pariente de Rómulo y Remo, le hará embarcarse en un nuevo desafío: salvaguardar la vida de Mariko (personaje interpretado por Tao Okamoto). La joven es la nieta de su antiguo amigo, la cual se encuentra inmersa en una lucha de poder, en la que intervienen intereses políticos, la herencia millonaria de la familia, ninjas, yakuzas y algún mutante más, como Víbora (personaje al que da vida Svetlana Khodchenkova).

Crítica
Estreno de campanillas en la cartelera veraniega y como últimamente parece que el mundo del superhéroe y el cómic es lo único presente en las salas cuando podemos sacar un hueco para acercarnos al cine (entonamos el mea culpa), ésta es nuestra elección para un día del espectador caluroso y en la antesala del bien merecido descanso estival.

James Mangold vuelve a dirigir al elegante Hugh Jackman, bastantes años después de haber coincido en aquel "pastelazo" llamado Kate & Leopold, en esta ocasión para dar más lustre, si cabe, a los músculos y a la barba y peinado desenfadados del personaje más carismático de los X-Men, para mayor deleite de la legión de seguidoras/es, a las que este australiano cuarentón tiene completamente encandiladas/os.

Tras un ya largo recorrido, en el que Mangold ha dado forma a títulos de tan diverso alcance y calado como Noche y Día, Inocencia Interrumpida, En la Cuerda Floja, Copland y El Tren de las 3:10, se asoma ahora al mundo de los superhéroes, y que mejor elección que un éxito seguro como Lobezno, dentro de la saga de cintas realizadas en los últimos años sobre el universo MARVEL de los X-Men, con sus diversas y variopintas mutaciones.

Primera e inmediata conclusión a la salida de la sala: más de lo mismo visto hasta ahora, por mucho empeño y afán en darle una apariencia novedosa al introducirnos ninjas, yakuzas y otras parafernalias orientales bien colocadas.

Esta claro que estamos ante un producto meramente comercial y que por descontado va a entretener; sus dólares se han gastado para ello y sus dólares recaudará, evidentemente. Pero a nosotros, como ignorantes y poco versados en la materia que somos, no nos acaban de convencer las artes marciales, las catanas, los yakuzas, los ninjas, los samuráis y todos los demás elementos vestidos con kimono, en su enfrentamiento y mezcolanza con la rudeza y simpleza pugilística de las garras del lobo de adamantium. Por mucho que nos adentren de nuevo en el concepto de RONIN, como ese samurai que se queda sin amo al que servir, que tanto nos gusta y que tan buenos recuerdos nos trae de películas pasadas y de otros próximos estrenos que estarán por venir, como lo nuevo de Keanu Reeves. Como decimos, la mezcla no nos ha gustado; sin duda, por nuestros propios y singulares gustos y preferencias.

La cinta, llena de acción y escenas deslumbrantes, destaca en esta ocasión por un incremento "coreográfico" en las luchas, propio de las artes orientales, y por mostrarnos las debilidades, y la consciencia de las mismas, de ese coloso inmortal llamado Lobezno. También por una menor presencia de mutantes que en todo lo anterior, si bien Svetlana Khodchenkova, como Víbora, rellena ese hueco con su larga melena rubia y enfundada en esas ceñidas mallas verdes, las cuales a nosotros no nos quedarían tan bien, no alberguen dudas).

Advertimos un mayor peso argumental que en la anterior entrega pero una menor agudeza en los diálogos, lo que nos deja una sensación de planicie, que se va ahogando hacia una terrible fosa según avanza hacia un final paupérrimo y sobre-aliñando, con una criatura completamente desproporcionada y fuera de lugar; si bien, quizá sea la única sorpresa de un desenlace más que anticipado y repleto de obviedades.

Película encasillada en su género que a todo amante del mismo le gustará, más o menos, pero que al resto únicamente nos entretendrá decentemente y nos permitirá pasar un rato agradable en el cine en compañía de un refrigerio para matar el calor y el recurrente hastío que en nosotros se va generando. Desde nuestro punto de vista, muy por debajo de otras películas recientes de su género, como The Avengers, por mencionar alguna.

Eso sí, último consejo, no levanten el culo del asiento hasta después de la escena post-créditos finales a la que tanto nos ha acostumbrado MARVEL; de lo mejor de toda la película. No les desvelamos más; ni queremos, ni podemos.

Nota general: 4,0 sobre 10.

Trailer
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