viernes, 25 de febrero de 2011

A Single Man (Un Hombre Soltero)

Año: 2009.

Dirección: Tom Ford.

Intérpretes: Colin Firth, Julianne Moore, Matthew Goode, Ginnifer Goodwin, Nicholas Hoult, Paulette Lamori, Jon Kortajarena.

Sinopsis
Adaptación de la novela Un hombre soltero de Christopher Isherwood.
George Falconer (personaje interpretado por Colin Firth) es un profesor británico que imparte clase en la Universidad. Corre el año 1962 y se ambienta en la ciudad de Los Ángeles, justo en el momento de la crisis de los misiles cubanos.
Parece que todo el mundo está preocupado ante la inminente y probable guerra atómica, y George, en cambio,  trata de superar la muerte de su compañero sentimental, Jim (personaje interpretado por Matthew Goode).
La película comprende un día en la vida de George y cómo éste trata de superar su pérdida, buscando consuelo en su amiga íntima, Charley (personaje de Julianne Moore), la cual, a su vez, trata de reponerse ante sus propios miedos y desamores. A su vez es acechado por un joven alumno, Kenny (Nicholas Hoult), quien ve en el profesor a una "persona semejante" en tiempos en los que la homosexualidad no era sencilla.

Crítica
El famoso diseñador norteamericano Tom Ford da una salto al cine y en el año 2009 nos trae su primera película, adaptación de la novela de Chris Isherwood.
Después de disfrutar de un maravilloso Colin Firth en The King's Speech y ante su más que probable Oscar a la mejor actor principal, desde la Ignorancia nos hemos querido acercar a otro gran papel suyo y que ya le valió la Copa Volpi en el Festival de Cine de Venecia y una nominación al Oscar.
Propio de un diseñador, estamos ante un ejercicio virtuoso de estética y sensiblidad, bien trazada y definida, cual patrón de alta costura,  por la pausa, los detalles, la fina música, los silencios y las formas.
Es una cinta lenta y tranquila que busca en exceso el ritmo poético que logra alcanzar, pero que incluso llega a ser empalagoso, tras una hora de metraje. Más preocupada del estilo y del diseño que de narrar una historia o que de dotar de sensaciones y credibilidad a los personajes.
Todo el peso de la película recae sobre un sensacional Colin Firth. Su personaje, puramente pasional y que vive con y para los sentidos y los sentimientos, parece que se quiere revelar calmadamente contra el mundo en el que vive, dominado por la política, las apariencias, los miedos creados, los fantasmas de humo necesarios para justificar conflictos, etc. Es el sentir por el sentir, queriendo acercarse a su fallecido amor y susurrarle al oído "te siento".
Si bien para el debutante Tom Ford creo que es un prometedor comienzo, la excesiva recreación en los planos, el ritmo casi barroco y la profunda melancolía, son causas de un más que probable bostezo y desdén por parte del espectador, que le hará alejarse de una película atractiva, seria, serena y porque no decirlo, con ciertas dosis de plástica hermosura. También algo cargante.
Junto a Firth aparece otro elemento sublime, que es la música de Abel Korzeniowski. Hermosa, muy hermosa. Le da el ritmo necesario a cada toma y logra imprimirle las dosis de rabia, energía y pasión de las cuales, a veces, las imágenes por sí mismas adolecen. Fue también merecedora de una nominación a los Globos de Oro de 2009.
El reparto lo completan Julianne Moore, Matthew Goode, y Nicholas Hoult, principalmente. Ella, en un papel corto, pero con mucha carga emocional y peso en la historia, realiza una más que aceptable interpretación, recompensada también con una nominación más a los Globos de Oro.
Sin quererles robar mucho más de su tiempo y sin necesidad de dilatarlo en exceso, creo que es una cinta que deben ver, les será entretenida e incluso apreciada. No obstante, como ya decía hace unas semana al hablar de Miel, no es apta para todos los públicos y su ritmo lento y empalagoso puede hacer que más de uno se acuerde de mis progenitores por recomendársela.

Nota general: 5,0  sobre 10.

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domingo, 20 de febrero de 2011

127 Hours (127 Horas)

Año: 2010.

Dirección: Danny Boyle.

Intérpretes: James Franco, Kate Mara, Amber Tamblyn, Clemence Poesy, Treat Williams, Kate Burton, Lizzy Caplan.

Sinopsis
Bio-pic basado en un episodio de la vida de Aron Ralston (personaje interpretado por James Franco), por el que muy a su pesar se hizo famoso.
Aron es un ingeniero estadounidense amante de los deportes extremos. Este intrépido montañero, durante una de sus "salidas" al Blue John Canyon en Utah, queda atrapado en una grieta, tras caerle una gran piedra en un brazo, dejándolo con muy pocas opciones de salir. Allí permanecerá 127 horas hasta que decide acometer una solución drástica para liberarse...

Crítica
Precedida por varias nominaciones a los Golden Globe y a los Oscar 2010, llega a nuestras pantallas la nueva película de Danny Boyle (director de cintas como Trainspotting, La Playa, 28 Días Después, Slumdog Millionarie, ...). Pensamos que puede ser una buena forma de pasar un viernes tarde y al cine que nos vamos una vez más.
Nos llamaba poderosamente la atención cómo realizar un largometraje de más de noventa minutos condensando 127 horas de sufrimiento, ansiedad y desesperación, sin caer en la monotonía y en el aburrimiento de relatar una historia que se circunscribe a un único espacio con un único actor (algo que ya hemos visto recientemente en Buried) y porqué no decirlo, con "falta de jugo", ya que se puede contar en quince minutos.
Pues bien, se construye un guión bastante sólido a partir de una historia bien conocida y logrando dilatarla lo suficiente como para rellenar esos noventa minutos de metraje. No obstante se recurre a recursos bastante pobres y la continua traslación a "flashbacks", "sueños", "alucinaciones" y "evocaciones" del protagonista, sólo se justifican como relleno y no aportan demasiado a la historia en sí. Desde nuestro punto de vista, mucho mejor resueltas en la parecida y mencionada Buried, donde se logra mantener al espectador en vilo, con menos elementos y menos posibilidades de color, al circunscribirse a un espacio cerrado y único.
Ciertas escenas le son prescindibles, si bien no nos referimos  a las más violentas, las cuales sinceramente creemos que están bastante bien ejecutadas y tratadas. No obstante, pueden herir la sensibilidad del espectador y a más de uno/a le provocará cierto rechazo y las ganas de cerrar los ojos o incluso abandonar la sala. Cuando a los quince minutos de film, Aron ya se encuentra atrapado en la grieta, uno piensa "madre mía, vamos a ver cómo se completa la película". No le restamos mérito a que se haya podido construir una película, digamos que desde tan poco, pero de ahí a tratarla como una gran película y a nominarla a los Óscar, nos parece que hay un abismo.
Lejos de otras obras de Danny Boyle como Trainspotting o Slumdog Millionaire, (en este segundo caso, desde aquí creemos que los elogios están algo inflados), si bien reconocemos que es una buena película.
El director inglés consigue construir una película aceptable-buena a partir de muy poco, apoyándose en cuatro pilares básicos: la interpretación de James Franco, una correcta banda sonora, la fotografía y sobre todo el color/luz.
El color y la fotografía casi le confieren todo lo bello a esta cinta. El amarillo solar, los tonos rojos del cañón y del atardecer, el marrón de la tierra y el azul del cielo, del horizonte y del agua,..., nuestro amado y radiante azul.
Una más que correcta banda sonora original de A.H. Rahman logra estremecernos por momentos y completar a las imágenes, ayudando a crear sensaciones: ansiedad, dolor, desesperación,..., pero también valor y alegría de estar vivo.
Y vamos con el protagonista absoluto; James Franco (papel que le ha valido una nominación a los Óscar, si bien lo veo muy difícil para él, al competir contra un genial Colin Firth por The King's Speech). Esta cara bonita del cine americano, ha demostrado que es capaz de ser más que los abdominales para un anuncio de colonia o del compañero guapetón de Spiderman o del ligue pasajero de Julia Roberts en Come, Reza y Ama. Estamos ante su mejor interpretación, cosa que tampoco era muy difícil; pero sin quitarle el mérito que tiene y lo bastante bien que está. ¿Para la nominación al Oscar? Quizá excesivo.
Según nuestro "sin criterio" merece aprobar, pero poco más. Pueden visionarla y juzgarla ustedes mismos. Su opinión nos hará aprender, sin duda.

Nota general: 5,5 sobre 10.

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sábado, 19 de febrero de 2011

Bal (Miel)

Año: 2010.

Dirección: Semih Kaplanoglu.

Intérpretes: Erdal Besikçioglu, Tülin Özen, Alev Uçarer, Bora Altas.

Sinopsis
Forma parte de la trilogía de Yusuf (personaje interpretado aquí por Bora Altas), Huevo (2007), Leche (2008) y Miel (2010), que narra los cambios sociales de la provincia de Anatolía contados a través de la vida de Yusuf.
En este caso, durante la infancia de Yusuf y a través de la relación con su padre (personaje interpretado por Erdal Besikçioglu).
Yusuf con apenas seis años de edad, acaba de empezar la escuela primaria donde aprende a leer y a escribir, no sin dificultades y poniendo a prueba su picaresca. Su padre se dedica a la apicultura y a menudo Yusuf le acompaña cuando se adentra en el bosque para recolectar la miel de las colmenas.
De pronto las abejas desaparecen y el padre de Yusuf decide averiguar la causa.

Crítica
Desde esta humilde tribuna de expresión gratuita y vacía que nos proporciona este blog nos proponemos hablar de Miel, película turca presentada en el  festival de Berlín donde obtuvo el oso de Plata. Reconocemos también que no somos asiduos de este tipo de cine, mucho más lejos de los canales comerciales de distribución, y que nuestras incursiones en él son mínimas, si bien, normalmente muy satisfactorias.
Esta cinta es una clara muestra de otro tipo de cine, alejado del cine occidental de grandes presupuestos, grandes historias, grandes actores, grandes efectos,..., grandes fuegos de artificio. Aquí esto no lo vamos a encontrar, desengañense. Estamos ante un relato enormemente pausado donde lo importante  es tomarse su tiempo en describir las cosas en detalle, de forma meticulosa. Algo que roza en un ejercicio poético.
La fotografía se antepone a la historia, el paisaje a los actores, los ojos y la inocencia de Yusuf a todo, están por encima de todo. Recreándose en tomas excesivamente largas, trata de mostrarnos el detalle de la realidad cotidiana, como relato y exposición de cómo son las cosas que tenemos alrededor y que nunca nos paramos a contemplar. Insisto en que la tremenda sobreexposición a esas tomas largas puede cansar e incluso aburrir o dormir, pero es difícil negarle su hermosura.
Creo sinceramente que estamos ante una película de gran sensibilidad, cuyos primeros adjetivos que nos evoca son tierna y bonita, muy bonita. Emerge la sensación de estar acariciando un hermoso rostro con la yema de los dedos, queriendo grabar todas y cada una de las facciones, sin apenas querer tocarlo, pero sí sentirlo, para no interferir en la perfección de algo tan maravilloso. Recreándose en las pausas, en los rincones, tratando incluso de susurrar al oído, buscando complicidad y la expresión máxima de la sensiblidad. Así es, estamos ante algo visualmente precioso.
No obstante, la sobreexposición a tomas tan largas, al recreo en los mínimos detalles, la escasez y brevedad de los diálogos, y la falta de acompañamiento musical (saben que es una de nuestras debilidades), la hacen adolecer de falta de ritmo. A eso ayuda el delicado deslizamiento de la cámara casi imperceptible. Pues bien, el ritmo es el "enganche", el ritmo es la puerta abierta para que el espectador se adentre y se involucre. La belleza visual asombra, pero el ritmo no nos engancha; su falta se puede traducir en apatía, sueño e incluso aburrimiento en gran parte del graderío.
Por último no podemos dejar de alabar los ojos de Yusuf, su inocencia, su parquedad en palabras suplida con leves gestos. Es sin duda el motor de la película, muy bien acompañado en la interpretación por  Erdal Besikçioglu y Tülin Özen, en los papeles de padre y madre, respectivamente.
Si quieren disfrutar de un ejercicio visualmente precioso, se la recomiendo. Si bien, no es apta para todos los públicos y su falta de ritmo y tensión, puede provocar más de uno y de dos bostezos,..., yo reconozco momentos de sufrimiento en la sala.

Nota general: 5,0 sobre 10.

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miércoles, 9 de febrero de 2011

The Fighter

Año: 2010.

Dirección: David O. Russell.

Intérpretes: Mark Wahlberg, Christian Bale, Amy Adams, Melissa Leo, Robert Wahlberg, Jack McGee, Dendrie Taylor, Jenna Lamia, Bianca Hunter, Sue Costello, Salvatore Santone, Erica McDermott, Sean Patrick Doherty.

Sinopsis
Bio-pic sobre la vida de Dicky Eklund (personaje interpretado por Christian Bale) y su hermano  Micky Ward (papel de Mark Wahlberg). La película ambientada en los años 80 nos narra los momentos en los que Dicky,  ex-boxeador que desaprovechó su oportunidad y envuelto en una espiral decadente de delincuencia y coqueteos con el crack, está entrenando a su hermano Micky.
Micky es un boxeador de talento pero que vive a la sombra de su hermano (entrenador) y de su madre (representante).  Se debate entre seguir con su familia y los problemas que eso le conlleva o bien apartarse de ellos y apostar por una posible carrera como boxeador de éxito.
El "irlandés" Micky Ward pasará a la historia del boxeo por sus épicos combates contra Arturo Gotti.

Crítica
Desde la Ignorancia teníamos muchas ganas de ver esta cinta, así que para el cine que nos fuimos y la verdad es que la película merece la pena.
A pesar de que el cine y el boxeo mantienen un idilio que a veces puede resultar ya cansino y longevo en el tiempo, la película roza lo notable. Es verdad que "este amor" ya está muy trillado y recordemos aquí grandísimas obras del celuloide como Toro Salvaje, Million Dollar Baby e incluso otras como Rocky, The Boxer, The Hurricane, Ali, etc...Sin embargo todas ellas tienen una historia más allá del cuadrilátero y del gancho de derecha, y en esta ocasión también se da ese elemento: ante todo es una historia de superación, de lucha contra la adversidad.
Es una película física, emotiva y de corazón, aunque sin llegar a llenar la pantalla y sin conseguir emocionarnos en proporciones sobresalientes. La falta algo para desbordarnos, para rebosar en nuestros corazones, pero eso no empaña el buen ejercicio de cine frente al que nos encontramos.
Todo el peso recae en los actores: cada uno cumple su papel y cada uno es una pieza clave de este puzzle, si bien destacan dos por encima del resto, Christian Bale y Melissa Leo. Empezamos por Bale, aquel muchacho  galés que vimos hace ya mucho años en el El Imperio del Sol. Su papel es una golosina para cualquier actor, pero hay formas y formas de afrontarlo y formas y formas de ejecutarlo. Su transformación física (como ya hiciera en El Maquinista) y su interpretación es asombrosa. Podemos afirmar que es el protagonista absoluto del film, y es capaz de robar todos y cada uno de los planos en los que aparece. Un "jonkie" muy creíble. Su nominación a los Oscar de la academia como mejor actor de reparto casi suena a irrisorio, no por no merecida, sino por ser en la categoría de actor de reparto, cuando buena parte de la película recae sobre él. Tiene muchas papeleteas para llevárselo bajo al brazo, como ya ha hecho con el Globo de Oro.
Algo parecido ocurre con Melissa Leo  y Amy Adams. Desde nuestra percepción, brillantes ambas, pero mejor la veterana Melissa Leo. Qué capacidad de transmisión de sensaciones, qué variedad de gestos, qué repertorio de registros, simplemente lo borda. Yo le daría el Oscar, sin dudarlo. Amy Adams empieza a ser una cara muy conocida, no sólo por sus numerosas apariencias, sino también por la brillantez de las mismas. Cada vez mejor y en ésta, he de decir que además está terriblemente guapa.
Y llegamos al en teoría protagonista del film, Mark Wahlberg en su papel de Micky Ward. Muy buen trabajo físico e interpretativo del bueno de Mark, si bien está eclipsado por la brillantez de sus compañeros de reparto. No obstante,  que eso no nos ciegue y no nos deje ver su buen trabajo.
Algo que desde aquí siempre valoramos y tenemos a bien estimar es la música, y en esta ocasión la selección de temas es muy buena. Destacamos el Here I Go Again de Whitesnake en la escena en la que  Bale y Wahlberg entran al ring y el primero lo canta casi de forma inconsciente,  ante el clamor en contra del público. Grandioso.
Las escenas de cuadrilátero y propias de boxeo podrían estar un poquito más logradas y mucho mejor ejecutadas. Sinceramente pensamos que las "coreografías pujilísticas" tenían que haberse trabajado más y mejor. No llegan a encenderte y a involucrarte en los combates.
Una película de boxeo con un buen guión basado en una historia real de superación, muy bien ejecutada por un plantel de actores brillantes, bien soportados y acompañados desde todos los aspectos técnicos, destacando por encima de todo a un asombroso Christian Bale, del que Desde la Ignorancia nos estamos empezando a enamorar.
Se la recomendamos. No dejen de verla. Merece su nominación a mejor película del año.

Nota general: 6,5 sobre 10.

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jueves, 3 de febrero de 2011

Toy Story 3

Año: 2010.

Dirección: Lee Unkrich.

Sinopsis
Andy se ha hecho mayor y debe emprender camino a la Universidad. Ante esa situación su madre le pide que limpie, organice y elimine de su habitación aquellas cosas que no sean útiles o que no vaya a emplear. Haciendo la mudanza se enfrenta al dilema de qué hacer con sus juguetes, si almacenarlos en el desván, tirarlos a la basura o donarlos.
Woody, Buzz y el resto de amigos acaban por error donados a una guardería donde nada es lo que parece y la cordial bienvenida de los otros juguetes se torna en “un duro infierno” del que tendrán que huir, para lo cual tienen que burlar la estricta “seguridad” de su “campo de concentración”, con un plan minuciosamente elaborado en el que cada uno tiene asignado su rol. No faltaran impedimentos y sobresaltos en su huida, pero ellos intentarán volver con Andy, aunque sea para acabar almacenados en el desván.
 
Crítica
Inmensa y no debería decir casi nada más, pero como buen “rajador”  que soy, no me puedo resistir.
Como persona ya de una edad, así me lo recuerdan constantemente, estoy un poco encasillado en pensamientos algo clásicos. Uno de esos es que siempre he pensado que el cine, por encima de cualquier otra cosa, es de los actores. Por muy buen guión, por muy buena dirección, por muy buen maquillaje, por muy buen vestuario, por muy buena dirección artística, por muy buena ambientación, por muy buena fotografía, por muy buena edición, por muy buena música (ah dios! Qué grande e importante es la música en el cine y que poco se valora), etc., creo que las grandes películas van unidas a grandes interpretaciones. Son los actores los que transmiten, sufren, lloran, se enamoran, nos enamoran, nos conquistan, nos hacen odiar, …, ya sé que sobre esto se podría discutir mucho y estoy dispuesto a ello. Pero sí, mis queridos y sufridos lectores, creo que, en un porcentaje muy elevado y dejando al género documental a parte, el cine no sería lo mismo sin actores, de eso no me cabe duda alguna.
Pues bien después de estas 200 palabras de rollete, he de confesar que Toy Story 3 me sacude y me hace replantearme ciertas premisas o sensaciones que he tenido durante mucho tiempo. Nunca es tarde para cambiar y rectificar, y sobre todo al enfrentarme a cosas tan maravillosas y bonitas como esta. Simplemente es una película genial,…, genial es poco decir. Casi no debería decir nada más, porque todo lo que diga, no hará otra cosa que estropear o deslucir una obra muy buena; comprendo su nominación al Oscar como mejor película. Pero bueno, sin mucho criterio y con la ignorancia que me caracteriza, voy a tratar de justificar mis sensaciones y describir, al menos en parte, la maravilla a la que me he enfrentado.
Es una cinta que tiene muchos y variados de los elementos del buen cine. Cubre varios géneros y a varias generaciones, por lo que entiendo que haga las delicias de niños, jóvenes, maduros y viejunos (y a la par en género femenino, claro está, no hace falta decirlo). No se trata únicamente de un ejercicio de entretenimiento y diversión, que lo es, es algo más, es cine y del bueno.
La cinta alberga en sí misma comedia, drama, acción, intriga, suspense, cine negro e incluso terror. Y más allá, le podemos ver mensaje y moraleja; la forma en la que olvidamos cosas importantes de nuestras vidas, la facilidad que tenemos en apartar,…, valores como la amistad, la lealtad, el respeto, el amor, el compañerismo, el trabajo en equipo, el sacrificio por los demás, el compartir,…, enseñanzas sobre el uso de las cosas, sobre la reutilización, lo innecesario de amontonar cosas y cosas mientras otros apenas disponen de nada,…
Como película de animación que es, actores no presenta, pero sí unos personajes que escenifican grandes “papeles” y protagonistas de verdadera entidad. Un Woody compañero y luchador, capaz de ver más allá, donde otros no ven y capaz de buscar siempre una solución, cuál George Peppard al frente del Equipo A, sustituyendo el puro por un sombrero. Un villano con piel de cordero; ese oso rosa con olor a fresas que pasa de la más tierna dulzura del anciano indefenso a la crueldad más fría de un Vito Corleone sin escrúpulos. Un sicario al servicio del mafioso; ese Bebe que parece haber salido de Cariño, he agrandado al niño y mezcla de Godzilla, bonachón deformado de Los Goonies y del propio Jason de Viernes 13. Y un sin duda espectacular Buzz Lightyear que pasa de protagonizar la acrobacia más espectacular de la película para dar la cara por sus compañeros, a un soldado al servicio del poder opresor en forma de Sargento de hierro desfilando por los barracones de Full Metal Jacket, atravesando por un estadío de galán español, cual Antonio Banderas en la piel de El Zorro, cortejando a su Catherine Zetta-Jones, aquí enfundada en tejanos y con espuelas.
Técnicamente la cinta es soberbia, tanto en la animación y en el diseño como en la edición, presentando y respetando las pautas de planteamiento, desarrollo y desenlace. Y llegamos aquí al desenlace, cual La Gran Evasión. Aquí está uno de mis pequeños peros, un desenlace algo falto de espectacularidad, tiempo y deslumbramiento, pero sólo algo. Veo a aquel grandísimo actor llamado Steve McQueen y creo que el “homenaje” no es pleno, bueno pero algo escaso. Lo hubiera hecho de otra forma, seguro que incorrecta y falta de gusto y criterio, pero lo haría de otra forma.
Mi otro gran pero, si le puedo poner el calificativo de grande, es la presencia de ese indolente e intrascendente Ken. No hacía falta dotarle de tal protagonismo y tampoco darle la escena del vestidor cual Julia Roberts en Pretty Woman, innecesaria desde mi punto de vista.
Y para concluir y cerrar esta obra geométrica de perfección circular, decirles que la vean, por favor, véanla y disfrútenla,…, como siempre me muevo dentro de lo erróneo y lo equivocado, pero que bonito es sentir y sentirlo así de bien: el CINE es CINE, da para mucho y no dejará de sorprender e iluminarme. Me confirmo una vez más; qué bonita es la Ignorancia porque nos permite aprender y asombrarnos día a día con lo bonito que tenemos alrededor.
Nos cuesta dar grandes notas, pero el notable alto se lo merece y el sobresaliente no le sería injusto tampoco,…., me estaré reblandeciendo? Contestense ustedes mismos, algunos sabrán por qué!

Nota general: 8,0 sobre 10.

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martes, 1 de febrero de 2011

RED

Año: 2010.

Dirección: Robert Schwentke.

Intérpretes: Bruce Willis, John Malkovich, Morgan Freeman, Helen Mirren, Karl Urban, Mary-Louise Parker, Brian Cox, Richard Dreyfuss, Rebecca Pidgeon, Ernest Borgnine.

Sinopsis
Adaptación del cómic de Warren Ellis.
Un ex-agente de la CIA, Frank (personaje interpretado por Bruce Willis) vive retirado sin más preocupaciones que intimar telefónicamente con la persona que se encarga de enviar su pensión de retiro cada mes y mantener su casa en orden.
Un día, sin sospecha previa, se ve atacado en su casa por un grupo militarizado que intenta acabar con él, sin saber por qué. Entonces Frank, decide recurrir a su antiguo grupo de compañeros de la CIA ya retirados: Joe (personaje de Morgan Freeman), Marvin (interpretado por John Malkovich) y Victoria (papel de Helen Mirren).
Entre todos tratarán de descubrir por qué la CIA quiere verles muerto.

Crítica
Sábado noche y ante la falta de planes, qué mejor que dirigirse a ese rincón que tanto consuelo me da y que se llama cine. Lo primero, sorpresa. Hacia tiempo que no iba a unos multicines y estaban tan llenos de gente. ¿Sería por el frío? La cuestión es que fue una gratísima sorpresa ver como las salas se llenaban otra vez de público,..., eso sí, me impidieron ver la película que quería y tuve que reestructurar mi plan inicial. No pasa nada, vistazo rápido al cartel y nos decidimos por este ejercicio de entretenimiento: RED.
Esta es una de esas cintas que nunca defrauda, sabes lo que vas a ver y el entretenimiento se consigue. Tampoco hemos de pedirle mucho más. No pasará a la historia y todos nos olvidaremos rápido de ella, pero sí que consigue que pasemos un rato agradable en la sala, con nuestras palomitas, nuestras gominolas y arrancándonos alguna que otra sonrisa.
He de reconocer que desconozco el cómic y por tanto no puedo establecer comparación alguna, espero, por tanto, que lo doctos en el tema no se cabreen conmigo por ello. Presumo que es algo más subversivo y "canalla" que el film, pero es una sensación, y como tantas otras veces, puede ser errónea.
Estamos ante una comedia de acción, desproporcionada a veces en explosiones, en la que un grupo de "jubiletas" rejuvenecidos da unos cuantos mamporros y además se lo pasan "pipa".
Las comparaciones con otras cintas como "Space Cowboys" son inevitables, pero a mi ésta me ha gustado mucho más: por formato, acción y toques de humor.
No es una cinta de guión, ni casi de dirección. Todo se sustenta en la acción, en la comedia y en los protagonistas; actores bien reconocibles por todos los públicos, que llegan a reírse incluso de ellos mismos. Por utilizar un símil futbolístico, es como aquel Real Madrid de Del Bosque, con Figo, Zidane, Ronaldo,..., no requería de mucha táctica ni de mucha dirección, era cuestión de sacar a los buenos y decirles "señores, diviértanse y hagan lo que saben, será suficiente".
Y así llegamos a los actores. Grandes actores (acumulan más billones de euros en taquilla que yo puntos en la Travel Club, y además, algún que otro Óscar), que se han reunido para un ejercicio de diversión que ha quedado plasmado en la pantalla.
Bruce Willis haciendo de lo suyo, que es lo que sabe hacer y lo que le lleva dando de comer muchos años. Pero lo impactante, es ver a Helen Mirren y a John Malkovich en sus respectivos papeles de comedia y sujetando un AK-47, como quién sujeta la escobilla del inodoro una mañana de domingo cuando limpia el baño. De Morgan Freeman, no me atrevo a ni hablar, este viejo cabrón es bueno de cojones y puede hacer lo que quiera, mis labios rosa pálido no merecen enunciar término alguno para calificar a este mounstruo. Bastante patética la aparición de un Richard Dreyfruss o del amigo que se ha comido a Richard Dreyfuss.
A ellos le acompaña uno de esos secundarios clásicos como es Brian Cox y el emergente Karl Urban, al que quizá todos le pongamos pelo largo y espada en mano, danzando por la Tierra Media y rebanando orcos como  pan recién cocido. Mary Louise Parker, guapa y poco más.
Resumiendo y por no extenderme, que tampoco es preciso, la película es entretenida, sin pretensiones y bastante divertida, por lo que si no hay nada mejor, siempre se pueden meter en el cine a verla (quién dice cine, dice cualquier otro medio de visionado, pero perdónenme que no sea más explícito; ahora que la Lay Sinde es un hecho quién sabe quien nos puede estar leyendo, jajajajaja....).


Nota general: 4,5 sobre 10.

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